“Me siento orgullosa de Córdoba y su lucha en defensa de la cultura”

María Elena y la Encrucijada fue parte de la gruilla de artistas de la primera noche del 21° Festival de Humor, la Buena Mesa y la Canción y tras darlo todo en el escenario, la vocalista de la banda, María Elena Ferreyra habló con LA VOZ DE SAN JUSTO. 

“Ofrecimos una propuesta más jugada en esta oportunidad, más profesional, para estar a la altura de lo que requiere este festival que cada año crece más con  una gran puesta escénica”, contó.

“Para nosotros fue un tiempo de mucho trabajo la preparación para esta gran fiesta popular y dio sus frutos, porque disfrutamos mucho del show que brindamos y creo que la gente así también lo hizo”, agregó. 

“Lo vivimos con mucha adrenalina, disfrute y ante un predio que estaba a pleno”, destacó. 

Sobre su carrera, dijo sentirse “una artista emergente, más allá de que llevamos muchos años andando el camino de la música”. María Elena indicó que “el secreto de permaneces es ser uno mismo”. 

“Para mí cada escenario es un mundo nuevo -confesó-, que voy descubriendo a medida que transcurre el show. Uno está enfocado en disfrutar y dar lo mejor al público, conectar con él”.

“Cerrar y abrir los ojos y ver una sonrisa, un aplauso de la gente, es una devolución única y una alegría enorme porque significa que uno está en el camino y recibe esa devolución que llega al alma”, siguió la entrevistada.

Sobre el crecimiento de la Buena Mesa y sus posicionamiento en el país, María Elena sostuvo que “es un festival que se hace cada vez más nacional, llegando a más provincias, en esta edición a través de la transmisión de la TV Pública y los servicios de streaming de los distintos medios e inclusive, convocando  a gente que llega desde muchos kilómetros a San Francisco, eligiendo este festival entre la oferta del verano cordobés”. 

En su presentación, María Elena y la Encrucijada desplegaron la coreografía “Mujer alquimia”, revalorizando “el rol de la mujer y apostando a la alquimia de las almas, a conjugar lo viejo, lo nuevo, lo que se trae, buscando coexistir en un escenario y a su vez, ir por los diferentes ritmos de nuestro país, que nos invita a pasear por una zamba, una chacarera o una cumbia; volver a enamorarnos y sentir, llorar, emocionarse; y mostrar esos colores de la Argentina que nos identifican”.

La artista también opinó sobre el debate que en los últimos días ocupó el centro de la opinión pública, sobre los festivales y el apoyo estatal a la cultura. En ese sentido dijo: “Me siento muy orgullosa de mi provincia, de quienes están hoy luchando desde el gobierno para defender nuestra cultura, por darle el valor que se le está dando y permitirnos a los artistas sentirnos seguros de que las fiestas populares tienen una línea de continuidad en Córdoba”.

“Para un artista que tiene la posibilidad de subirse a un escenario, la cultura es parte  del todo y el Estado te abraza en ese camino. Más allá del odio, de las acusaciones cruzadas, creo que lo más importante que tenemos los argentinos es el amor y el escenario es un lugar muy importante para eso”, reflexionó. 

Y como mensaje final instó a “sembrar el amor, no sembremos el odio. Nunca nos irá mal si tenemos una buena intención con el otro”, finalizó.