Análisis
Maravillosa ciudad del este
Desde hace 138 años, San Francisco ha sido mucho más que un simple conjunto de viviendas, plazas y calles. Es un símbolo de espíritu de superación, vocación solidaria y cultura del trabajo.
Hoy celebramos el 138º aniversario de nuestra ciudad. La visión emprendedora de José Bernardo Iturraspe se convirtió en la semilla de lo que hoy conocemos como San Francisco. En el marco de una gran cruzada de colonización y con el invaluable aporte de nuestros abuelos que llegaron desde el Viejo Continente, esta población comenzó a forjarse.
Desde sus inicios, San Francisco ha sido mucho más que un simple conjunto de viviendas, plazas y calles. Es un símbolo de espíritu de superación, vocación solidaria y cultura del trabajo, que ha perdurado a pesar de los numerosos y a veces arduos desafíos que nuestra comunidad ha enfrentado a lo largo de los años.
Hoy es un día de reflexión y celebración para todos los que nacimos y vivimos en este suelo. San Francisco es nuestro hogar, el lugar donde compartimos alegrías, tristezas, desafíos, sueños y esperanzas. Es un momento para recordar y valorar nuestra historia, nuestras costumbres y tradiciones, y para rendir homenaje a aquellos que han contribuido a construir una ciudad mejor para todos. Así también, para exhibir la alegría del ser sanfrancisqueño y renovar la esperanza en el crecimiento y el desarrollo.
En este aniversario, el mejor tributo que podemos rendir a quienes hicieron grande esta ciudad es redoblar nuestros esfuerzos en pro del bien común. Es necesario trabajar cada día por el respeto a nuestras instituciones, recuperar los valores que una vez caracterizaron a la Argentina y que nos legaron aquellos esforzados inmigrantes que regaron con su sudor la vida en comunidad. Son el núcleo de nuestra identidad y la base para el futuro. Es el sentido de pertenencia, surgido a partir de aquellos valores, lo que nos da individualidad como pueblo. Decimos "nuestra ciudad" porque es un sentimiento compartido por todos y cada uno de nosotros.
Haciendo un ejercicio de imaginación, es posible que el fundador hoy observe con satisfacción a la ciudad que vislumbró. Porque aquí existe una comunidad pujante, laboriosa y solidaria. Una ciudad que supo afrontar y superar tropiezos. Que renueva cada día su energía para impulsar el crecimiento y las transformaciones que el mundo actual requiere. Que mantiene viva una identidad cultural, a veces cuestionada por propios y siempre exaltada por ajenos, puesto que encierra valores profundamente humanos.
Adaptarse a los nuevos tiempos no implica renegar de nuestra historia ni de los principios que dieron vida a nuestra ciudad. Por el contrario, se trata de revitalizar las virtudes que le otorgaron identidad y que el sanfrancisqueño asume con dignidad. En estos tiempos de cambio, LA VOZ DE SAN JUSTO se renueva con el compromiso inquebrantable de acompañar a San Francisco, como lo hizo durante casi 110 años. Saluda con alegría a la maravillosa ciudad del este, en el convencimiento de que la pujanza y el tesón de los sanfrancisqueños son atributos perennes y seguirán estando presentes en sus páginas.