Natación
Malena con el cuerpo y la cabeza en los Juegos Panamericanos
Tras su participación en el Mundial Junior de Natación y en el Campeonato Juvenil de Deportes Acuáticos, Malena Santillán está de vuelta en casa. La nadadora del Sport ya se prepara para los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile y analiza lo que pasó y lo que viene.
Por Manuel Ruiz
Tras un mes en aguas internacionales, la nadadora sanfrancisqueña Malena Santillán (15) está de nuevo en casa. En esa donde duerme y en esa que es el Sport Automóvil Club, donde pasa casi todo el tiempo de sus días entrenando y preparándose.
Tras su experiencia en el Mundial Junior de natación en la ciudad israelí de Netanhya y su excelente Campeonato Sudamericano Juvenil de Deportes Acuáticos en la ciudad de Buenos Aires, donde cosechó 9 medallas y consiguió dos Marcas B para el Mundial Absoluto de Doha 2024, Malena ahora, se pone a punto para el tercer gran torneo que marca su calendario de competencias para este año: los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.
Malena, sentada en la tranquilidad de las mañanas del Sport, dialogó con LA VOZ DE SAN JUSTO, sobre los torneos que pasaron y sobre el que vendrá.
La importancia de los amigos, la familia, la presión y el manejo de las frustraciones: Santillán dice que de todas las experiencias aprende y que esos aprendizajes y la reacción justa para ponerlos en práctica a la hora de nadar, son los que le permiten seguir creciendo y evolucionando dentro del agua.
-Pasaron dos de los tres grandes torneos que tenías para la segunda mitad del año ¿Cómo estás? ¿Contenta? ¿Satisfecha? ¿Cuál es el balance?
Estoy muy contenta. En el Sudamericano me fue muy bien y lo disfruté mucho. En los dos torneos, el Mundial y el Sudamericano, la experiencia creo que fue muy buena.
-Ir a un Mundial, por más que sea Juvenil, debe ser una experiencia completamente distinta a todos los otros torneos…
Sí, es totalmente otra cosa, incluso en las pequeñas cosas, de ver abajo del piso las pantallas que te contaban las vueltas que te quedaban, por ejemplo. Y después poder ver a todas las selecciones es un placer. Este fue el mundial junior más fuerte de la historia. O sea, de todos los mundiales junior, este fue el más fuerte. Estaba todo el equipo completo de Canadá, Australia, Estados Unidos. Estaban todos los más fuertes.
-Del Mundial, ya con más tiempo, ¿qué análisis haces de tu desempeño?
En el mundial me hubiera gustado que me haya ido mejor, pero bueno, pasó lo que tenía que pasar. Lo tomó como un aprendizaje más para saber qué es lo que tengo que mejorar para la próxima, qué es lo que tengo que trabajar para poder competir mejor.
Analizando tu Sudamericano, queda la sensación que pudiste corregir rápido…
Sí, sí, porque incluso en el Sudamericano bajé mis marcas, algo que estaba buscando desde que arrancamos el año.
-Alcanzaste dos Marcas B para el Mundial de Doha. Para el Mundial de mayores que aparece como nuevo objetivo. ¿Cambia en algo el plan de trabajo?
-A esta altura del año no vamos a cambiar nada nuevo porque ya estamos muy sobre la fecha para los Panamericanos. Pero apenas termina cambiamos todo. No sé si tanto la forma de entrenar en la pileta, pero si ya en el gimnasio, el tema de la comida, y toda esa parte del entrenamiento.
- ¿Cómo te sentís para los Juegos Panamericanos?
Es el último torneo importante del año, así que hay que darle.
¿Cómo vas a hacer la preparación para Santiago 2023?
Voy a estar entrenado acá durante dos semanas más y probablemente esté una en Buenos Aires. No sé si una semana completa, capaz que un poco menos, cuatro días. Y después salimos para Santiago. Yo compito el segundo día de competencia. El día después de la ceremonia inaugural. os al otro día. El 21 arranca el torneo y a mí me toca el 22.
- ¿Y antes de un torneo te pones ansiosa o ya no?
Antes no, sino cuando está por arrancar. Más el primer día. La noche anterior no me siento nerviosa, sino el día que arranca. Duermo bien, y cuando me levantó empieza el nerviosismo.
- ¿Y cuando estás parada arriba de la partida por tirarte al agua?
Y ahí el corazón me va a 2000. A no ser que esté muy confiada. En el Sudamericano no me pasó quizás porque me sentía cómoda y porque sabía que íbamos a ganar todo. Me puede jugar en contra y puede que no. Porque en realidad es ahí en el momento. Una vez que ya estás en el agua, más que nadar, no te queda nada. O sea, el problema por ahí es más que nada pre competencia o toda esa parte que, bueno, es lo más difícil. Después, cuando estás en el agua, no te queda más que nadar.
-Las fotos que vi del Sudamericano, algunos videos también, se ve que estas en un torneo con amigos ¿Es así? ¿Sentís que nadas mejor cuando estás rodeado de ellos?
Sí, me siento más tranquila. Como acompañada, por más que no estén nadando conmigo.
-La mayoría de esos chicos son integrantes de la Selección Nacional. ¿Sienten una presión extra? Porqué en parte son el futuro de la natación del país…
Yo creo que igual en parte la mayoría de la presión es de parte nuestra. Por lo menos yo, por ahí soy más yo que me como la cabeza o que soy muy intensa, pero no sé si es tanto de afuera. Es más de parte mía que de alguien más. Este año me está costando un montón porque... en realidad entrené muy fuerte todo el verano, pero muy. Me sentía bien y me di la cabeza contra la pared en Estados Unidos porque no me fue como quería y estoy como media bloqueada y siento que no me puedo soltar. Avanza el año y cada vez es peor y sentís que no pegas una, pero bueno ahora en el sudamericano me fue bien. Hay algo que cambió y se notó.
-Estuvo tu familia alentándote en el Suda…
Sí, fue mi mamá y mis abuelos. Yo le pedí a mi mamá que vayan mis abuelos porque quizás es una de las pocas que puedan ir a verme competir, porque es acá en Argentina y ellos ya están grandes y por ahí hacerlos viajar, llevarlos en aeropuerto y todo eso es complicado, molesto, así que le dije que vayan y bueno, fue mi tía y mi tío también. Y está bueno.
-¿Te hace bien saber los que los tenes ahí al lado, en la tribuna?
-Sí, a la hora de nadar, sí. Además, si me va mal y quiero llorar sé que está mi mamá y a lo mejor voy a llorar con mi mamá. Más que nada en ese apoyo porque después en realidad no estuve mucho con ellos. Pero por el hecho de que era tan lindo el grupo de la Selección y me sentía tan cómoda con todos los que éramos que estuve todo el torneo con mis compañeros. Éramos 48 nadadores. O sea, éramos un montón. Y era inevitable no estar todos juntos.
-Bajaste en la cantidad de pruebas que nadas por torneo, por una cuestión lógica. ¿Esta versión de lo que nada ahora Malena Santillán, va a ser la versión que vamos a ver en tu futuro dentro del agua?
Sí, en realidad todavía lo tenemos que hablar bien con Aníbal porque ya hay que decirse por alguna de las dos cosas. Ya no da más, porqué si querés hacerlo bien tenés que enfocarte en una.
-O sea, ¿es muy probable que en un futuro te veamos nadando solo espalda o solo libre?
Puedo nadar dos estilos, pero lo ideal sería nadar las mismas distancias. 200 metros o hasta 400 y no más de eso porque si no ya se desbalancea mucho todo.
-Y acá, más allá de entrenar, ¿cómo pasas los días?
Mucho tiempo en el club, en la pileta, el gimnasio, en kinesiología, controles con la nutricionista, tranqui. Y los fines por ahí si más con mis amigos para despejarme.