Los sanfrancisqueños generan más basura que la media nacional
El camino de la basura. En la ciudad se producen 300 toneladas de residuos urbanos a la semana. Casi nadie separa en su casa la basura. La única diferenciación entre lo que se desecha es el servicio extra de recolección de inertes. Al exrelleno llegan los camiones de Ashira y se arroja todo junto, pero esa es otra historia.
Seis días a la semana los recolectores se levantan de madrugada para juntar la basura. Esa bolsita que las familias sacan todos los días -o la gran mayoría - y la deja en el cesto (con suerte) para que se la lleven.
Los trabajadores de la empresa Ashira S.A., que tiene a su cargo la concesión del servicio en San Francisco, se dividen en dos turnos. Unos en el recorrido diurno y otros, en el nocturno; junto con un camión recorren de lunes a sábados 2.550 calles. Donde ellos no llegan lo hace la municipalidad y así el servicio se complementa.
Contarlo parece sencillo porque ellos juntan, el camión compacta y después cuando se termina y éste está que rebalsa, se dirigen al antiguo relleno sanitario, en la periferia de la ciudad, donde depositan todo y es desde hace mucho tiempo un basural a cielo abierto, que espera todavía por la concreción de viejos anuncios políticos, como el de la instalación de una planta de reciclado, a fines de 2012.
En la actualidad, Ashira tiene 56 empleados que hacen este trabajo y no tienen mucho más que los insumos con que se los ve en las calles. "Solo tenemos lo mínimo para trabajar y en la basura nosotros encontramos de todo... todas las cosas que cualquiera se pueda imaginar", explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO el delegado regional del Surrbac, (Sindicato Único de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba), Hugo Cerioli, y su compañero, Norberto Cortez.
De día también, pero dos veces por semana, salen a la calle otros dos camiones de esta empresa que se dedican a recoger los residuos inertes y ahí los vecinos pueden dejar todo aquello que no sean sólidos.
Según afirmaron Cerioli y Cortez, "son pocos los casos donde la gente se dedica a separar residuos". Por el contrario, se arroja todo junto sin distinción y en muchos casos, brotan mini basurales en loteos baldíos, esquinas y canteros del centro de la ciudad.
El recorrido
Todos los días ni bien llegan las 6 de la mañana, los camiones de Ashira salen. Son seis en total para recoger sólidos urbanos y cuando cae el sol, a la noche, son cuatro los que buscan las bolsas de los cestos.
Cada vehículo llega repleto al exrelleno sanitario y como máximo puede llevar 5 toneladas de basura. Ésta llega toda junta y allí queda depositada, lo que sucede puertas adentro es material para otra historia, lo que sí se puede decir es que allí hay residuos comunes y patógenos (que luego son incinerados).
Norberto Cortez, recolector y Dario Lopez, chofer
El exrelleno se constituye así en el depositario final de la basura que salió de las casas de los sanfrancisqueños y que por día suma 50 toneladas pero a la semana se convierten en 300 toneladas. Cuando termina el mes, el número asciende a 1200.
"Lo que pidas podés encontrar cuando juntás la basura", afirmaron Cerioli y Cortez que ven a diario como cientos de bolsas son puestas en el camión y se juntan allá afuera de la ciudad y son apiladas una tras otra, y así sucesivamente.
Inertes
En paralelo, de día y dos veces por semana dos camiones más se suman al recorrido. La gente sabe que el camión de inertes pasa y si un residuo que no es sólido urbano tiene que irse de la casa, termina ahí.
Las 20 toneladas por semana se convierten en 80 al mes, casi lo mismo que ha llegado a juntar el municipio en los mini basurales. Si éstos existen es porque la gente es sucia simplemente, aunque suene duro. Es como si de forma diaria con todo el sistema de recolección existente, además por el exceso de producción de basura se necesitara dejar en la vía pública.
"Es un problema cultural y de educación de las personas, que por un lado no les interesa reciclar ni separar la basura y tampoco al municipio que debería ser el encargado de promoverlo", advirtieron los recolectores.
De esta forma, la contaminación no solo existe en ese basural afuera de la ciudad sino también a la vuelta de casa, en un baldío, en los canteros del centro o en cualquier espacio verde donde aun cuando habiendo cestos, los vecinos desperdigan desechos de todo tipo.
Por encima del promedio nacional
La situación de San Francisco, con una gran cantidad de residuos generados por mes y que va a parar a al basural, se repite en distintos municipios de todo el país.
El volumen diario de basura que produce cada sanfrancisqueño supera a la media nacional en 500 gramos. Según datos oficiales, el promedio en la Argentina es de 1 kilogramo por día por persona, siendo que en nuestra ciudad la cifra alcanza 1,5 kilogramos.