Los orígenes del Parque Cincuentenario
Albergó al primer lago artificial del departamento San Justo inaugurado en 1938 por el intendente Raúl Villafañe.
Por Arturo A. Bienedell
Las relaciones políticas entre el intendente Serafín Trigueros de Godoy y su sucesor, el radical Raúl Guillermo Villafañe en 1936, no fueron las mejores que se conocen en la historia de San Francisco, sin embargo Villafañe llevó a la práctica al menos tres proyectos de Trigueros de Godoy que por distintas razones no fueron realizados en su momento: el retiro de las instalaciones de Sportivo Belgrano y Tiro y Gimnasia de su lugar en la actual plaza Vélez Sarsfield para unir a través de ella, según el proyecto de Trigueros de Godoy, el Bv. Roca; la instalación de la Asistencia Pública en su actual ubicación para lo que Trigueros de Godoy había comprado las instalaciones del Teatro Verdi, y la realización de un Parque en los terrenos del basural de entonces que Trigueros de Godoy anunció el 30 de enero de 1935, hace 83 años.
Las tres ideas fueron llevadas a cabo por Villafañe en su administración progresista entre 1936 y 1940. La Asistencia se inauguró allí el 26 de marzo de 1938; los clubes Sportivo Belgrano y Tiro y Gimnasia fueron desplazados hasta sus sitios actuales solo que no se abrió Bv. Roca, sino la avenida Dante Alighieri (actual Libertador Norte) para apoyar el plan de Villafañe de extender la ciudad hacia el norte desde calle J. J. Paso, donde prácticamente terminaba la urbanización, hasta la avenida Rosario de Santa Fe y el tercero: la realización del Parque Municipal.
Del dicho al hecho
Trigueros de Godoy había anunciado el 30 de enero de 1935 la realización de un Parque con fines recreativos en el sector noreste de la ciudad, casi en los confines urbanos y frente al Hospital "José B. Iturraspe". Tendría la función de urbanizar los espacios que ocupaba el basural del municipio y para contrarrestar también la presencia de gente de mal vivir que se refugiaba en ranchos construidos en la zona, como la por entonces tristemente conocida finca "La Privada" que desde muchos años antes era un sitio de reclusión de prostitutas locales y foráneas regenteado por rufianes de armas llevar.
Trigueros de Godoy tenía experiencia en materia de urbanización y ya había trabajado con profesionales que embellecieron la plaza "General Paz" -por entonces la única en la ciudad-, colocando bancos de mayólicas obra de un orfebre de Córdoba y una fuente llevada a cabo por el constructor Vicente Lista, que aún existen y son herencia patrimonial que nos legó su administración.
Sin embargo, su gobierno estuvo jaqueado por la crisis nacional que repercutió en nuestra comunidad y por una serie de demandas que le impidieron avanzar con el desarrollo del parque. Pero la idea quedó en la comunidad.
Al asumir el brinkmanense Raúl Villafañe el gobierno municipal el 1 de mayo de 1936, se tuvo que ocupar de inmediato de los actos celebratorios de la 50 años de la fundación de la Colonia San Francisco, los que fueron de gran magnitud, con numerosas realizaciones culturales en consonancia con el carácter cultural del intendente. Pero antes de finalizar el año, el 6 de noviembre de 1936, Villafañe hizo el anuncio del comienzo de las obras del Parque Municipal, resaltando que sería un homenaje a los 50 años de la ciudad (*).
Mucha dedicación para una gran obra
La obra era inmensa para San Francisco y el 8 de enero de 1937, el jardinero municipal José Monzoni, presentó el proyecto del arbolado. Mientras se fueron marcando los espacios para un gran lago, interesante atractivo en una ciudad donde no contamos con agua de superficie y que, además, fue la primera laguna de retardo para la evacuación controlada del agua de lluvia y evitar efectos negativos en la zona santafesina cuando Frontera aún no existía en la dimensión de hoy, sino eran solo al sur Estación Frontera y, a su norte, Barrio Puzzi.
Con la tierra de las excavaciones del lago se fueron haciendo montañas también arboladas, se hicieron puentes de madera, se embelleció el lugar con esculturas y fuentes, se construyó una pérgola elevada y se sembró césped. Como los gastos iban en aumento, pero el proyecto se vislumbraba importante, el 16 de abril de 1939, el Concejo Deliberante aprobó un aporte de $ 4.000 (cuatro mil) para instalaciones de provisión de agua al parque con algunos bebederos y vertientes entre piedras, con agua provista por un molino (el agua corriente llegó a la ciudad nueve años luego y al Parque mucho después).
También se construyó la vivienda familiar del "parquero" en la actual esquina de Uruguay y San Lorenzo la que permaneció hasta los años 70. El parque tenía un alambrado que lo protegía del ingreso de animales y, junto a la casa del parquero, un portón de madera que permitía o cerraba el acceso del público. Otra novedad era que se podía circular por su interior en automóviles o bicicletas; las motos eran pocas entonces.
De la gloria a la caída
Así se llegó al día de la inauguración, en la Navidad de 1939 cuando ante una multitud registrada en una fotografía que se conserva en el Archivo Gráfico y Museo Histórico de San Francisco y la Región, el intendente Villafañe, habló con toda su jerarquía poética para poner la obra en la consideración de la gente y lo bautizó Parque Cincuentenario. Desde entonces y hasta la década de 1960 fue un sitio de gran convocatoria, orgullo paisajístico de la ciudad donde las familias se reunían en festejos y picnics, los soldados concurrían para tomarse fotografías, los novios paseaban su romance en un ambiente muy particular, otros surcaban el lago con botes y los niños pescábamos mojarritas que en muchos casos terminaban fritas y eran consumidas por las familias.
Después de mediados de la década de 1970 se tomó la decisión de cubrir el lago con la tierra de las montañas y circuló la versión de que en el lugar se iba a construir un Polideportivo. ¿Por qué allí? -preguntaban algunos-, habiendo tanto espacio en esa ciudad de hace 40 años. No hubo respuesta ni tampoco el Polideportivo, si es que alguna vez se proyectó hacerlo.
Sin el lago, con algunos cambios de costumbres, el Parque perdió popularidad y comenzó un pronunciado declive, se destruyeron esculturas y se rompieron farolas. En la década de 1990, el intendente Jorge Bucco quiso reactivarlo para dar también un atractivo e integración al aledaño Barrio Parque, y tres veces comenzó las obras de mobiliario con bancos, verjas y mejora de la iluminación. Las tres veces los trabajos costosos duraron unas horas: personas desconocidas las rompieron y determinaron que se suspenden las mejoras.
El día de la inauguración, en la Navidad de 1939, reunió una multitud
El tiempo pasa demasiado rápido. El Parque quedó inmovilizado, con los años se fue el parquero, se incorporaron algunas esculturas: la de Eva Perón y la del Hombre Universal; se hizo un kiosco con sanitarios, ahora el Centro de Zoonosis; desde antes, en 1972, se construyó la guardería municipal "Maestro Aguirre" y el mantenimiento fue de luminarias y cortes de los yuyales. Hace 10 años, en 2008 los vecinos de los barrios Parque y Hospital se quejaban porque "por la noche el Parque se vuelve intransitable y se convierte en una boca de lobo" (LA VOZ DE SAN JUSTO, 23 de enero de 2008).
Pocos años después, el intendente Martín Llaryora anunció un proyecto para refuncionalizarlo, con idas y venidas parece que ahora la obra tendrá concreta realización.
El Parque Cincuentenario es un espacio que está muy arraigado en los sentimientos de muchos vecinos de la ciudad y, también, un sitio que muchos miles de sanfrancisqueños no han llegado a conocer en su esplendor. Tal vez en breve será el tiempo en que ellos lo redescubrirán y disfrutarán.
(*) En homenaje a los 100 años de San Francisco hubo también un proyecto para hacer el Parque Centenario, para cuya realización la señora Josefina Diehl de Sienra donó al municipio hace 40 años con ese pedido expreso, el terreno necesario en las inmediaciones del actual Hogar de Ancianos "Diehl de Sienra".