Ana Gómez Primucci
"Nos imaginamos al Polo Tecnológico como un centro de referencia regional"
La ciencia y la tecnología, como motor de desarrollo crecen en San Francisco gracias al Polo Científico Tecnológico, un espacio que articula empresas, municipio y universidad.
Cada 10 de abril se celebra el Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología en homenaje al nacimiento del científico argentino Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina. Esta fecha invita a reflexionar sobre el impacto de la ciencia en la vida cotidiana y su papel crucial en el desarrollo económico y social. En San Francisco, esa reflexión se materializa en acciones concretas: desde 2023, la ciudad cuenta con su propio Polo Científico Tecnológico, una iniciativa que combina conocimiento, innovación y desarrollo productivo.
Ubicado en el Parque Industrial San Francisco, el Polo Científico Tecnológico es una asociación civil integrada por el municipio, la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el Parque Industrial Logístico y Tecnológico, y el Clúster Tecnológico de la ciudad. Su directora ejecutiva, Ana Gómez Primucci, explica que el objetivo principal es “ser el referente en innovación y transformación digital para el sector socio-productivo local”.
El funcionamiento del Polo está centrado en un equipo de gestión que coordina capacitaciones, talleres, asesoramientos técnicos y proyectos de innovación. “Contamos con un espacio de coworking orientado a la investigación y desarrollo de soluciones tecnológicas para la industria y el comercio regional”, detalla Primucci. Allí se receptan inquietudes y se generan respuestas concretas, muchas veces a medida, a través del trabajo articulado con empresas y universidad.
Actualmente, el Polo mantiene vínculos activos con diversas pymes locales y cámaras empresariales. “Nuestro objetivo es la transformación digital de la industria regional, y para eso estamos trabajando en un mapeo exhaustivo de necesidades mediante encuestas y visitas técnicas a empresas”, afirma.
El Polo ha desplegado una agenda nutrida de actividades. Entre las más destacadas se encuentran el Foro Empresarial de Tecnología, Innovación e Inversión (Fetii), talleres de inteligencia artificial, y seminarios de ventas y automatización industrial. Además, se firmaron convenios estratégicos, como el de colaboración con Fasta para tareas de marketing y la instalación de un laboratorio de AIM dentro del predio del Polo.
Una de las decisiones claves que tomó el Polo fue el de realizar un diagnóstico tecnológico de la ciudad: “Realizamos una encuesta a empresas para comprender sus desafíos, y a partir de ahí definimos un cronograma de visitas para ofrecer soluciones reales y viables”, explica Primucci. Esta metodología permite detectar demandas específicas, como automatización, trazabilidad de procesos, seguridad informática o inteligencia de datos.
Innovar en el interior: desafíos y oportunidades
El ecosistema tecnológico de San Francisco está creciendo de manera sostenida. Existen numerosas empresas dedicadas al desarrollo de software, economía del conocimiento, inteligencia artificial y soluciones para sectores tan diversos como la industria metalmecánica, agroindustrial y comercial.
Sin embargo, no todo es sencillo. “Los principales obstáculos para innovar tienen que ver con la falta de financiamiento y una brecha cultural”, apunta Primucci. Muchas veces, la urgencia diaria impide que las pymes inviertan en procesos estratégicos como la digitalización o automatización. Pero también hay un alto interés en mejorar la eficiencia operativa mediante herramientas tecnológicas, y el Polo busca justamente reducir esa brecha mediante capacitación, acompañamiento y generación de redes.
Uno de los pilares del Polo es su articulación con el sistema académico. La UTN es un actor clave: “Trabajamos en proyectos colaborativos, transferencia de conocimiento y formación técnica”, destaca Primucci. Esta vinculación permite conectar a los estudiantes con el mundo productivo real, generar proyectos, y adaptar los planes de estudio a las demandas del mercado. También permite que las empresas accedan a talento joven y especializado.
Además, el Polo es sede del Clúster Tecnológico San Francisco, lo que potencia su rol como espacio de encuentro entre empresas, profesionales y emprendedores. “El Clúster promueve el trabajo conjunto y facilita el acceso a tecnología para las pymes”, resume la directora.
¿Qué es el Clúster Tecnológico San Francisco?
Es una alianza de empresas de San Francisco dedicadas a la tecnología, el software, el IoT y el comercio digital. Junto a instituciones educativas como UTN y ProA, promueven la innovación, la formación especializada y el crecimiento sostenido del sector tecnológico en la región.
Formación para un futuro y proyectos
El Polo también apuesta fuerte a la formación profesional. Entre las propuestas actuales se destacan capacitaciones en planificación estratégica, diseño industrial, robótica, eficiencia energética e industria 4.0. “Los talleres sobre inteligencia artificial e innovación son los más destacados porque siembran la semilla de la transformación digital”, dice Primucci.
En este sentido, ya se están desarrollando nuevos proyectos. Uno de ellos, junto con el laboratorio DataStatLab de UTN y las cámaras AIM y CES, apunta a recolectar datos estratégicos para mejorar los servicios empresariales. Otro, en etapa de diagnóstico, busca desarrollar un chatbot y una app específica para una empresa privada local.
San Francisco en el mapa tecnológico
Comparada con otras ciudades del interior, San Francisco comienza a posicionarse como un nodo relevante dentro del ecosistema tecnológico cordobés. “Nos imaginamos al Polo como un centro de referencia regional en innovación, con proyectos colaborativos y fuerte conexión con el sistema educativo”, proyecta su directora.
El impacto esperado es claro: mayor acceso a soluciones tecnológicas, más empleo calificado y una economía local fortalecida por la innovación.