Sociedad
Los cuadros “preciosos” de Mariana
La pintora de las piedras preciosas. Con acuarelas, Mariana Saleme Murad retrata sus colores, formas y encanto. En su obra, la moda y el arte se fusionan.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Mariana Saleme Murad (29) es diseñadora de indumentaria y textil y desde hace tres años despliega todo su talento en pinturas que son verdaderas “piedras preciosas”.
Con su capacidad artística y profesional, Mariana obtuvo un máster en Moda durante todo un año en Milán, Italia, por el que partirá en octubre próximo.
Desde esmeraldas, topacios, brillantes hasta otras piedras preciosas, la diseñadora fabrica sus propios bastidores y sobre madera y con acrílico, desarrolla un talento único para el color y las luces que nos regala, visualmente, el verdadero encanto de una piedra preciosa.
De la tesis, a los cuadros
El arte, principalmente la pintura, siempre estuvo cerca de Mariana pero se potenció más cuando tuvo que pensar en su trabajo final de la universidad. “Mi tesis de grado se basó en el desarrollo de accesorios para novios y carteras, haciendo foco en la luz y los colores”, contó la joven de nuestra ciudad.
“Como el arte es parte de la moda y una de mis amigas es artista, nos ayudábamos con material de estudio y eso despertó mi inquietud de empezar a hacer diseños de piedras o piezas en otro plano, porque en la computadora es muy fácil”, agregó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO. Así, un día Mariana tomó un block de hojas, algunas acuarelas y comenzó a crear. “Empecé con acuarelas, practicando y jugando. Después me animé a hacer un cuadro”.
Reconoce que el proceso no fue fácil hasta llegar al primer cuadro. “Quería que los bastidores tuvieran la forma de una piedra preciosas, porque es la manera en que se puede lucir el efecto óptico del color y la luz”.
Con acrílico sobre fibrofácil, la diseñadora logró su objetivo. “Lo que me gusta de este trabajo es el efecto de continuidad de la figura”, afirmó.
Una esmeralda, un topacio, una amatista y un diamante, cuatro cuadros que hacen a una colección que aún no tiene nombre, y muy pronto terminará su aguamarina. “Son cuadros que llevan mucho tiempo de elaboración y precisión”, indicó Mariana.
“Con mis cuadros quería que la gente viera cómo me sentía pero cuando volví de Italia y retomé esta actividad de la pintura, deseo que el espectador pueda ver su luz y brillo propio”, confesó la artista.
Hacia la capital de la moda
Luego de recibirse como diseñadora de indumentaria y textil en la Universidad Siglo 21 en la ciudad de Córdoba, Mariana se especializó en el desarrollo de accesorios. Tuvo la posibilidad de trabajar en las ciudades italianas de Verona y Florencia, y ahora, volverá a ese país europeo para desarrollar el máster que ganó por un año. “Voy a vivir en Milán durante un año, la ciudad comercial de la moda por excelencia. Es una experiencia única”, expresó entusiasmada.