Cambiar a hábitos sanos
Los beneficios de la terapia personalizada en adicciones
De la mano de un “entrenador” se puede llevar adelante este tratamiento para lograr cambiar hábitos, cortar con el consumo problemático de drogas o alcohol y poder encontrar un proyecto de vida. El coach y operador socioterapeuta, Oscar Martín Gieco explicó de qué se trata y destacó la importancia de educar para prevenir.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Las adicciones, no solo a drogas o alcohol, sino en general, destruyen la vida de las personas y su entorno. Pero la recuperación es posible, se puede reaprender a llevar una vida normal libre de consumos problemáticos, con el compromiso de la persona y también de su familia, adquiriendo estrategias útiles para evitar recaídas.
El tratamiento personalizado de las adicciones se presenta como una opción muy práctica y también es una forma de educar para realizar prevención, de la mano de un “entrenador” que ayude a las personas a encontrar herramientas.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el coach ontológico profesional, operador socioterapeuta en drogadicción y preventor en drogadicción, entrenador en vínculos y adicto recuperado, Oscar Martín Gieco, quien realiza abordajes y prevención en esta problemática.
Al explicar cómo es el abordaje personalizado, Gieco afirmó: “Soy un entrenador que trato de brindar herramientas para que la persona que está en tratamiento pase a la etapa de la acción para poder cambiar. Se aborda desde un punto de vista conductual, en este entrenamiento también se trabaja de manera interdisciplinaria porque es una enfermedad mental y los que están capacitados para hacer un diagnóstico son psiquiatras o psicólogos”.
“Esta forma de tratamiento consiste en operar las 24 horas en la vida del paciente en recuperación. Más allá de que son tres encuentros semanales de manera presencial, existe un contacto diario a través del teléfono en el que el paciente tiene que transmitir cuál es su estado de ánimo, si entra en crisis y de acuerdo a esa información que voy recibiendo, puedo operar e intervenir de antemano ante una posible recaída. También se trabaja mucho en comunicación con la familia y eso es lo que le da el sentido de personalizado”, afirmó el coach y operador.
Gieco remarcó que el hecho de ser un adicto recuperado, le brindó un “plus” a su trabajo actual porque entrena desde un lugar de conocimiento no solo por lo académico sino por la propia experiencia en su vida.
“Es importante que las personas con el problema puedan ver a alguien que se pudo recuperar, que pudo cambiar su vida”, remarcó.
Contó que es un adicto que se pudo recuperar y lleva casi cinco años libre de adicciones. “Fueron 18 años de consumo, en los que pasé por muchas comunidades terapéuticas, centros ambulatorios, clínicas neuropsiquátricas y ahí pude adquirir la mayor experiencia, después me pude capacitar y obtener los títulos que me permiten llevar adelante mi trabajo. Encontré en el campo de las adicciones mi misión y propósito para la vida”.
Buscar un sentido y proyecto de vida
La recuperación de un adicto tiene distintas etapas y una de ellas es la llamada de la contemplación. Gieco advirtió que este período “se puede aletargar y es contraproducente para el paciente porque las recaídas no cesan y eso lo hace vivir en una postura de víctima. El objetivo primordial es poder romper esta contemplación tratando de buscar las motivaciones necesarias para que la persona pueda encontrar un sentido y un proyecto de vida”,
Explicó que durante esta etapa “la persona no se puede hacer cargo en forma total de lo que le está pasando. Sabe que tiene un problema, le puso un nombre, pero eterniza esta etapa de contemplación porque no puede definitivamente hacerse cargo de enfrentarse y tomar las acciones que se traducen en los hábitos que hay que eliminar para poder recuperarse”.
El profesional recordó que la salida “depende de cada uno, pero también ayuda mucho que la familia también corte con la contemplación, porque muchas veces en el plano familiar se genera la codependencia, esto es, si el adicto adquiere tolerancia hacia el consumo, la familia adquiere tolerancia hacia las conductas del adicto. Muchas veces tratando de ayudarlo, de tapar los problemas o controlarlo, se lo hunde más y no puede salir”.
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Entender el por qué del consumo
¿Cuándo una recuperación es productiva?. Gieco explicó que la raíz de una recuperación que sea productiva “se centra en que la persona pueda analizar y entender por qué consume, entendiendo que con ningún tipo de consumo tendrá éxito. No se hace reducción de daño, sino que se aplica el abstencionismo, una persona no puede dejar un consumo sí y otro no, porque quizá es menos nocivo, es importante que se abstenga de todos los consumos. A veces se dice que la marihuana se puede permitir o el alcohol un poquito, pero no es así”.
El operador socioterapeuta remarcó que para que una persona que tiene consumo problemático, pueda ver y entender, “tiene que cortar con el consumo. A las personas con el problema yo les pregunto cómo se imaginan su vida consumiendo dentro de los cinco o 15 años y en qué cambiaría su vida si dejara de consumir, cambiando hábitos negativos por positivos.
Recordó que la causa de las adicciones “se debe a un conjunto de factores, pero la principal razón se funda en que hay personas con cada vez más necesidades emocionales, económicas, problemas de autoestima, traumas y sumado a todo esto, crecemos y nos vamos desarrollando en un mundo de consumo, en donde todo está naturalizado, no se cuestionan situaciones como el consumo de alcohol o marihuana, que son enlaces como para después terminar probando otras sustancias más pesadas como la cocaína”.
Consideró que la mayoría de las veces “las personas buscan ayuda desde el dolor, no porque quieren ir por sus sueños, no pueden más con la vida de consumo. Después cuando logran cambiar los hábitos y dejan de consumir, empiezan a pensar con más claridad y empiezan a aparecer los sueños y un proyecto de vida”.
Educar para prevenir
Gieco trabaja también muchísimo en la prevención, que es fundamental para evitar que jóvenes y adultos caigan en las adiciones. Con ese objetivo ya realizó más de 110 charlas en la provincia de Córdoba”.
“La educación es prevención, las personas educadas pueden elegir más. Lo más importante de la prevención es que las personas puedan entender cuáles son las consecuencias que pueden sufrir si consumen, pueden controlar cuándo están haciendo un uso, abuso o cuando ya están en una etapa de adicción”, manifestó.
Finalmente agregó que también “brinda la posibilidad de que puedan pedir ayuda ante los problemas y no dejar que avancen. La prevención obviamente los preserva porque los incentiva a que luchen por su proyecto de vida, entendiendo que el consumo los puede alejar de todo aquello que alguna vez soñaron y sus objetivos”.