Tránsito
Lomos de burro en el “inter” bajaron el índice de accidentes
Esta transitada avenida siempre fue debate de seguridad vial. Entre vecinos y comerciantes hay coincidencia sobre la efectividad de los reductores de velocidad para prevenir accidentes.
Desde que en marzo del presente año comenzaron a construirse las lomadas que lo atraviesan de norte a sur, el camino interprovincial cambió su fisonomía y bajó el índice de siniestralidad, según afirmaron vecinos y comerciantes.
Esta obra comenzó a gestarse a partir de que el pasado 14 de febrero, los intendentes de San Francisco y Frontera, Damián Bernarte y Victoria Civalero, respectivamente, suscribieron un convenio para coordinar trabajos en conjunto para mejorar la transitabilidad y seguridad vial en esta transitada arteria que separa Córdoba y Santa Fe.
Para la construcción de estos 9 reductores de velocidad sobre el interprovincial se acordó que los materiales fueran provistos por la municipalidad de San Francisco y la mano de obra, a cargo del municipio de Frontera.
El objetivo de esta medida apuntaba a reducir la velocidad, reducir los accidentes y ordenar el tráfico vehicular, tanto del lado de San Francisco como de Frontera, como parte de un conglomerado urbano único que no distingue límites jurisdiccionales en su vida cotidiana. A esto se sumaron además trabajos de bacheo e iluminación.
A seis meses del inicio de la obra, es evidente el cambio en la manera de circulación de todo tipo de vehículos. De hecho, a simple vista se advierte un tránsito más ordenado y a baja velocidad a lo largo de todo el trayecto de esta avenida.
LA VOZ DE SAN JUSTO realizó un recorrido por el trayecto del camino interprovincial para dialogar con comerciantes y vecinos radicados a la vera de esta arteria tan transitada y en su totalidad celebraron el resultado obtenido con la construcción de los reductores de velocidad.
Néstor Rampa es el propietario de una verdulería sobre avenida Brigadier Bustos esquina Pasaje Reconquista y a diario observa “un gran cambio” en la circulación de los vehículos por el interprovincial.
“Toda mi vida estuve sobre el camino interprovincial y recién ahora, con estos reductores de velocidad, puedo ver un tránsito más ordenado. Esta era una recta larga que, además tiene sobre la margen este una extensa trayectoria donde no hay calles perpendiculares y eso hacía que por acá circulen los autos y las motos a una muy alta velocidad”, dijo.
Además, comentó que antes de los reductores de velocidad “por acá había muchos accidentes. En este sector hubo entre cuatro y cinco muertes producto de la alta velocidad”.
“Con estos reductores ya no se ven accidentes. Además, en los costados de los reductores colocaron unos objetos para impedir el paso de las motos a gran velocidad y con eso se solucionó por completo el problema de las motos”.
Por último, dijo que “como vecino apoyo totalmente esta medida porque creo que está muy bien la construcción de estas lomadas”.
Por su parte, Celeste Gaetán, de Osiris Indumentaria, ubicado en Av. Brig. Bustos 1155, indicó que “desde que están los reductores de velocidad no hemos visto más accidentes. La gente circula normalmente y aquellos que aún van un poco más fuerte, sufren las consecuencias. Antes la situación era diferente, con vehículos circulando a alta velocidad y ahora eso ya no ocurre”.
Antes de esta obra, “el tránsito en el interprovincial era un desorden total, pero ahora cambió todo para mejor, ya no se ven accidentes”.
A pocos metros de allí, sobre la avenida Brigadier Bustos 371, Mariano Medina, de Maxiquiosco Guadalupe, señaló que “el reductor de velocidad está justo frente a mi negocio. Para mí está bárbara esta medida porque se nota mucho el cambio. Hace rato que no tenemos accidentes ya que la gente tiene que disminuir la velocidad ante la presencia de los reductores y eso favorece notoriamente la circulación de todo tipo de vehículos, sobre todo las motos. Esto previene los accidentes que por esta zona eran moneda corriente”.
Recordó que en los últimos 25 años “he visto todo tipo de accidentes por el interprovincial, algunos de ellos graves. Ha sido una obra muy buena porque además se extiende a lo largo de todo el trayecto impidiendo que los vehículos tomen mucha velocidad”.
Según opinó Claudia, que trabaja en un polirubro ubicado sobre avenida Brigadier Bustos al 400, “las lomadas dan un resultado excelente”.
“Es una medida correcta ya que desde que se construyeron los reductores no he visto accidentes”, coincidió con el resto de los consultados.
Por último, Noelia, vecina de Frontera, aportó que “las lomadas están dando resultado. De todas maneras, creo que son muy altas para los autos y las motos frenan muy encima de ellas. Creo que sería bueno reforzar la demarcación con la pintura, aunque debo reconocer que disminuyó mucho el número de accidentes. Eso ha sido muy bueno”.