Líbano: explosión, desastre y drama
¿Cuál es la verdad sobre lo que sucedió? Muchas respuestas no serán capaces de dar quienes han tolerado que grupos terroristas hayan instalado su base de operaciones en ese país. Pero el desastre que dejó hasta ahora más de 140 víctimas fatales determinará que Líbano reviva sus peores pesadillas, similares a las que durante dos décadas lo sumieron en la guerra civil.
Con el correr de los días el mundo está tomando verdadera dimensión de la magnitud destructiva de la tremenda explosión que sufrió la ciudad de Beirut, capital de Líbano. Las imágenes dantescas del estallido persistirán en la retina de televidentes de todo el mundo durante largo tiempo. Y las consecuencias de semejante episodio repercutirán en una Nación muy sufrida en las últimas décadas, enclavada además en el siempre inestable Medio Oriente.
El estupor inicial está dando paso a la reflexión y a los cuestionamientos. Y muchos interrogantes han comenzado a plantearse. Por caso, el diario libanés Al Akhbar se preguntó si es solo "negligencia" de funcionarios que no "esperaban" que los materiales peligrosos fueran "tan peligrosos", como dijo el director del puerto de Beirut. Además, reflexionó en su portal web señalando: "¿Se ignora este grado la vida de las personas que viven en este país? Originalmente, ¿cuál es la verdad sobre lo que sucedió? Han pasado casi 24 horas, y todavía se comparten acusaciones y responsabilidades entre aquellos que se supone que están familiarizados con el archivo de envío de nitrato de amonio (utilizado en la fabricación de explosivos y fertilizantes agrícolas), sin que ninguno de ellos tenga el coraje de declarar la responsabilidad. ¿Qué condujo a una explosión que casi borró a Beirut? ¿Quién es responsable de este crimen? ¿Y quién abrirá al pueblo libanés sobre la magnitud del desastre, psicológica, económica, financiera y comercialmente, y les explicará lo que significa destruir el puerto?".
En verdad, muchas respuestas no serán capaces de dar quienes han tolerado que grupos terroristas hayan instalado su base de operaciones en el país de la bandera del cedro. Pero el desastre que dejó hasta ahora más de 140 víctimas fatales determinará que Líbano reviva sus peores pesadillas, similares a las que durante dos décadas lo sumieron en la guerra civil.
El enorme hongo, parecido al de una explosión nuclear, es el símbolo del apocalipsis de una Nación que ya vivía penurias muy serias en materia económica y social. Hace pocos meses desbarrancó el sistema financiero, la corrupción política llegó a niveles extremos, los terroristas no dejaron de operar allí, la moneda colapsó y los precios se incrementaron de manera drástica. La ciudad que fue considerada como la "Paris del Medio Oriente" hoy lucha por sobrevivir a una catástrofe que golpeó a un país que ya estaba en serios problemas.
Si bien la solidaridad internacional llegará para apoyar los esfuerzos de la reconstrucción, pero el malestar social expresado en aquellas preguntas que se formuló el citado diario libanés se mantendrá y se acentuará si las potencias toman a este pequeño país como sitio para ejercitar sus disputas. La conclusión del diario francés Le Monde puede constituirse en la mejor síntesis de lo ocurrido: "2020 iba a ser el año de la celebración del centenario de la creación del país, bajo mandato francés en 1920 e independiente desde 1943. La cosecha seguirá siendo la de las catástrofes". Porque más allá de que la trágica explosión no haya sido producto de una acción terrorista, Líbano se mantiene como un escenario sangriento para las rivalidades que nunca acaban en el Medio Oriente.