Entrevista
Laura Pratto: “Siento que estoy en contacto con lo poético 24/7”
La poeta sanfrancisqueña pasó de ser una prolífica escritora a convertirse en guía de otros escritores y facilitadora del difícil arte de la difusión de la cultura en nuestra ciudad.
Laura Pratto, poeta de la ciudad de San Francisco, en los últimos años, se convirtió en el alma de la Feria del Libro local. Su vínculo con la literatura está íntimamente relacionado con las movidas y los espacios que brinda la Municipalidad de San Francisco al fomento de la cultura.
Su primer contacto con el arte de la escritura se dio por una extraña sensación durante su adolescencia, se sentía fuera de los moldes. Ella tenía un diario íntimo, un cuaderno todo destartalado que de íntimo no tenía nada porque terminaba en cualquier lugar de su casa como esperando que alguien lo lea.
En ese momento, se anotó al taller municipal de escritura, propuesta que en la actualidad coordina. En paralelo, tuvo un paso por el taller de teatro.
“Durante un largo tiempo para mí fueron indiferenciadas esas pasiones por el teatro y por la escritura. En algún momento -creo que por una tendencia a la soledad- me quedé con la escritura”, le comentó a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Para Laura, la escritura era algo extracurricular. Si bien le gustaba lengua y literatura, siempre abrevaba en otros lados. En el taller que asistió durante toda su adolescencia, también asistió Luciano Lamberti, escritor de la ciudad que participará de la sexta edición de la Feria del Libro.
A sus 23 años, Laura decidió ampliar sus horizontes y se mudó a Buenos Aires. Para ella, fue imprescindible sentir esa libertad para dedicarse a escribir. Durante mucho tiempo transitó en paralelo espacios relacionados con lo literario y con lo teatral. Esta búsqueda tuvo el objetivo de afirmarse y empoderarse.
Laura Prato tiene cuatro libros de poemas publicados, el primero de ellos obtuvo el premio del Fondo Nacional de las Artes: “Alcance” (2006), “El hilván” (2009), “Cría” (2009) y “El menor escándalo” (2014).
“En ese momento el desplazamiento físico fue necesario para un desplazamiento de los objetivos de vida”, admitió la poeta sanfrancisqueña.
Si bien se puede apreciar su pasión por la literatura, Pratto viene de otro palo, estudió Ingeniería en Sistemas, pero su vida fue virando a otros rumbos. Resaltó que su experiencia está plagada de estos virajes. Uno de ellos estuvo relacionado con la llegada de reconocimientos por su escritura.
Mientras participaba de talleres impartidos por Irene Gruss, produjo su primer libro llamado Alcance (2006), con el que ganó un premio del Fondo Nacional de las Artes, que hasta el día de hoy no logra dimensionar lo que significó ese hito en su vida.
Si bien terminó su carrera universitaria, nunca la ejerció. La literatura y, más específicamente, la poesía la tomó y la llevó por una búsqueda que todavía sigue vigente. A pesar de haberse mudado a Buenos Aires, San Francisco siempre estuvo presente en la construcción de su mirada poética.
En 2019, meses previos a la pandemia, Laura regresó a la ciudad y expresó que el distanciamiento físico de la ciudad fue necesario.
“Admiro a quienes pueden ejercer ese desplazamiento sin que sea físico. A mí me ayudó que sea físico. Al hacer ese distanciamiento, ves de otra forma de la ciudad”, resaltó y agregó: “Tenía algunas dudas de cómo tomar esta vuelta a la ciudad que no sentía tampoco del todo elegida, sino forzada por las circunstancias, pero terminé de abrazar el estar de nuevo acá”.
La pandemia fue un gran catalizador en su regreso a San Francisco. Pudo hacer lo que le gustaba desde la comodidad de su hogar, incluso amplió horizontes comenzando a escribir guiones para videoclips de la banda I Griega. Uno de ellos nominado en premios provinciales. El aislamiento le dio una nueva perspectiva sobre su lugar en lo literario.
Laura, tallerista: de escribir poesía a guiar nuevas voces poéticas
Incluso antes de la pandemia, el formato del Taller Municipal de Literatura que coordina en la ciudad de San Francisco ya tenía un formato semipresencial. Viajaba cada 15 días para guiar a sus estudiantes en la tarea de encontrar su voz poética.
Escribir poesía tiene un dejo de individualidad y control sobre lo que se expresa y acompañar a otros puede resultar todo un desafío. Laura sostiene que su nuevo rol “es apasionante, con todos los matices que tiene una pasión”.
“Me encanta. Hoy me encuentro mucho más en ese rol de mover los hilos en torno a una voz poética, una voz literaria más allá de mi escritura en primer plano. Eso se desplaza a otras zonas también de mi trabajo como en mis colaboraciones como guionista en algunos audiovisuales y cortometrajes. Lo que me apasiona es estar en el detrás”, describió.
El corazón de la Feria del Libro
Ya un poco alejada de la escritura, Laura encontró otro rol en San Francisco, el de trabajadora cultural, estando a cargo de la organización de la sexta edición de la Feria del Libro. Ahora se siente más cerca de las políticas culturales que de la política del poeta- que es quedarse fuera las políticas- este momento para ella es desconcertante, pero le gusta.
“Me siento muy orgullosa de cómo se armó la feria, de cómo se va enriqueciendo año a año con las sugerencias de multiplicidades de voces”, expresó al tiempo que resaltó que en esta edición hay muchas personas de la ciudad que participan, ya sea como presentadores o difundiendo sus libros. Este año hay casi 30 autores locales.
Laura refutó que en San Francisco “nunca hay nada” y la feria es un ejemplo de ello. Esta edición viene “picante”. Sostuvo que la llegada de Luciana Peker y Soledad Barruti ponen en cuestión muchas cosas que tenemos naturalizadas en nuestra sociedad sanfranciqueña.
“Hemos tenido muy buenos comentarios cuando empezaron a circular estos nombres, eso habla de que San Francisco ya es otra ciudad y que también hay gente que tiene ganas de ocupar un rol activo”, planteó.
Otro autor estrella de esta edición es el escritor Luciano Lamberti, amigo de Laura. Anticipó que sus cuentos vienen a sacudir a la ciudad.
Pratto se convirtió en el corazón de esta edición de la feria del libro. En sus palabras, está siendo una médium, una facilitadora para que autores puedan exponer sus obras para la ciudad y la región.
Por último, manifestó que el evento que organiza es un gran refutador del mito de que la gente no lee. La edición pasada tuvo récords de ventas y ésta sigue ese curso. “El año pasado hubo una efervescencia. Había mucha gente dando vueltas por todos los espacios. La feria te regala la sensación de que están pasando cosas en varios lugares al mismo tiempo”, concluyó.