Las historias de “Puro Cuento” también regresaron a las aulas

Por Mauricio Argenti | LVSJ 

La presencialidad plena en las escuelas no solo trajo alegría en toda la comunidad educativa que ve cómo, de a poco, se fue recuperando la actividad en los establecimientos educativos, sino que también esto contribuyó para que el grupo de narradoras "Puro Cuento" volviera a entretener a los niños y jóvenes con sus historias.

El retorno a la presencialidad de Puro Cuento se dio el jueves cuando cinco de sus integrantes ingresaron -una vez más- a una escuela para dejar allí el encanto de su relato y con ello volver a intercambiar palabras y gestos con los estudiantes que esperaban ávidos cada una de las historias que estas exdocentes suelen contar con gran maestría.

La vuelta al relato se dio en la Escuela N° 1001 "Santiago Puzzi" de Frontera donde tomaron contacto con estudiantes de cuarto a séptimo grado. Hasta allí fue este grupo de exdocentes cargadas de ilusiones y libros de texto que contenían fantásticas y atrapantes historias. Las esperaban ansiosos el grupo de jóvenes que dedicaron su tiempo a escuchar lo que ellas tenían para contarles.

De esta manera, se generó una perfecta simbiosis como solo puede ofrecer el relato de una historia, donde narrador y oyentes conforman una atmósfera muy especial sobre la cual la fantasía ocupa un papel protagónico.

Alberta Müller es una de las integrantes de Puro Cuento quien, al igual que el resto del grupo, se mostró "muy emocionada" por la vuelta a las aulas.

Apenas comenzó la actividad plena en las escuelas el grupo recibió una invitación para participar de una jornada de relato de sus historias fantásticas. "De inmediato empecé a preguntarle a mis colegas si querían participar y fue una experiencia maravillosa".

La experiencia vivida fue tan provechosa que, de acuerdo a lo señalado por Müller, "ya nos invitaron para que hagamos lo mismo con los estudiantes del ciclo inferior así que seguramente volveremos en octubre por allí" mientras que el próximo 24 de septiembre llegará el turno para el Instituto Fasta "Jesús de la Misericordia".

Para la vuelta al relato, las integrantes de PuroCuento seleccionaron una serie de cuentos definidos por la entrevistada como "muy interesantes" y "muy activos" dentro del género del terror. "Esas son las historias que más les gustan a los chicos porque tienen mucha emoción y ellos las disfrutan mucho".

Con este tipo de relatos, el grupo intenta "fomentar el gusto por la lectura en los niños y jóvenes" sin que esto implique una profundización por lograr una mejora literaria. "No buscamos con esto que los chicos aprendan sustantivos, adjetivos, sujeto y predicado y cosas así. Solo buscamos que ellos experimenten el placer por la lectura y poder encender en ellos esa lucecita en su mente que los haga volver a pedir otros cuentos".

 Las integrantes de Puro Cuento.

"Atravesar la pandemia fue muy doloroso para nosotros"

La inactividad que trajo aparejada la pandemia afectó muchísimo a las integrantes del grupo. De hecho, más allá de tratarse de mujeres adultas mayores, la falta de contacto con los niños y jóvenes alteró totalmente la tarea que realizaban.

"Atravesar la pandemia fue muy doloroso para nosotros no solo porque teníamos que estar encerrados sino porque además no podíamos contar cuentos. Durante todo ese tiempo, los libros quedaron apilados en la biblioteca sin poder sacarlos de allí" para dar vida a esos fantásticos relatos con los cuales hacer volar la imaginación de su público.

Luego de superar este momento muy triste para el grupo, Müller dijo que cuando empezó a prepararse para ir a la primera cita con los estudiantes luego de la interrupción por la pandemia "volvieron al recuerdo todos aquellos cuentos que uno tenía memorizados. En ese momento me los empecé a contar para mí misma y fue algo muy lindo".

Casi 20 años contando historias

"Puro Cuento" es un grupo conformado por exdocentes que entendieron la importancia de reunirse para fomentar la pasión por el relato de historias fantásticas dirigidas a todo tipo de público.

Esta iniciativa surgió en abril de 2002. "Puro Cuento surgió luego de haber hecho un curso con Ana María Bovo. En ese momento con el resto del grupo estábamos en actividad y dijimos que cuando nos jubiláramos íbamos a ir a contar cuentos. Con el tiempo nos jubilamos varias y en un momento me encontré con Emilse Bertaina, de la Biblioteca del Docente que se encontraba en la escuela Sarmiento y le comenté que queríamos formar un grupo".

Junto a Leonor Panero, ambas tomaron rumbo a Córdoba donde se dirigieron a "La Casa de la Abuela Coca" donde "nos dieron el material necesario y nos inspiraron para comenzar".

El primer lugar donde el grupo de "Puro Cuento" fue la biblioteca del Hospital Iturraspe. "Empezamos con todo esto unas 6 personas y después fuimos creciendo hasta que en un momento llegamos a tener 40 miembros", recordó para luego señalar que "actualmente seremos unas 20 personas de las cuales unas 10 estamos en actividad".

Volver al aula fue "muy gratificante"

Al recordar el momento en el cual el grupo de narradoras volvió a pisar un aula tras la pandemia lo definió como "muy gratificante" porque "significaba volver a estar frente a un grado viviendo una experiencia que en mi caso disfruté por mucho tiempo".

Alberta Müller ejerció como docente de grado durante 25 años y luego ocupó 7 años los cargos de vicedirectora y directora de la Escuela Domingo Faustino Sarmiento, totalizando de esa manera 32 años de docencia.

"La actividad docente ha sido muy hermosa y en este caso ha sido como un volver a vivir esa experiencia", comentó.

Una vez que se retomó la actividad, las integrantes de "Puro Cuento" se preparan para continuar desplegando la pasión por el relato y para eso la entrevistada resaltó que "hay que desempolvar los libros de la biblioteca para que sus hojas se desplieguen nuevamente y al abrir sus tapas dejen salir cada una de las historias que están dirigidas al público que nos escucha".