San Francisco
Lalcec y un valioso espacio de encuentro que brinda apoyo a quienes tienen cáncer
“Hablamos el mismo idioma”; “nos acompañamos y apoyamos”, son los sentimientos de personas con cáncer que se sienten contenidas en el grupo. Un lugar en el que pueden compartir sentimientos, preocupaciones, problemas cotidianos, decisiones de tratamiento o efectos secundarios.
Por Isabel Fernández | LVSJ
El diagnóstico de cáncer puede causar conmoción, ira, miedo, tristeza, incredulidad y una sensación de pérdida. Ni los familiares y amigos pueden entender exactamente cómo se siente la persona porque no están atravesando por la misma experiencia y eso hace que se sienta sola, incomprendida o aislada.
Después de 20 años, volvió a funcionar el Lalcec San Francisco el grupo de apoyo y acompañamiento a las personas que atraviesan el cáncer, un espacio en el que pueden hablar y transitar los sentimientos y las dificultades que sufren con otras personas que pasan o hay pasado por el cáncer.
Actualmente el grupo tiene pocos integrantes, pero esperan sumar más, y se encuentran los lunes de 15 a 16.30 en la sede de Lalcec, ubicada en Córdoba 344. Es coordinado por las licenciadas en psicología Alejandra Viglione y Sabrina Mansuino.
“En ese espacio podemos manifestar nuestros sentimientos, la tristeza, los miedos, el enojo, la incertidumbre, los avances. Nos acompañamos y apoyamos, encontramos información también que es muy importante. Pero no todo es la enfermedad, sino que además hacemos amigos y compartimos otras vivencias”, aseguraron a LA VOZ DE SAN JUSTO Betiana Frizzo y Cecilia Arato, quienes fueron diagnosticadas con cáncer de ovario.
Betiana tiene 44 años y está en remisión tras atravesar un cáncer de ovario en etapa cuatro, que le diagnosticaron en octubre de 2021. Venía teniendo síntomas, pero eran inespecíficos, dolor de espalda, de piernas, mucho cansancio y había bajado mucho de peso.
El tratamiento fue muy duro, al principio tuvo mucho miedo y manifestó que había días que pensaba que vivía una pesadilla. “Llegué a Lalcec a través de una amiga y este espacio me ayuda mucho. Hablamos el mismo idioma, este grupo me ayudó a sacarme el pijama y las pantuflas y a salir a seguir viviendo, estaba muy encerrada y no podía manifestar mis emociones. Es muy importante poder hablar de lo que nos pasa, también poder escuchar al otro e intercambiar experiencias”, aseguró.
Añadió que también la sostuvo y la sostiene la fe. “Fui a visitar al padre Ignacio que me dijo que confiara que estaba curada, me dijo que Jesús me iba a curar. Sabía que no solamente me tenía que poner las pilas por la familia o mi hijo, sino también por mí, porque yo quería vivir, nunca me enojé con Dios o la vida. No creo que el cáncer sea una lucha, una guerra, sino que es parte de la vida y es importante prevenirlo”.
Al contar cómo llegó el diagnóstico, Betiana recordó: “Me había hecho todos los estudios ginecológicos pero fui al gastroenterólogo porque empecé a acumular líquido en la panza, me hicieron estudios y llegó el diagnóstico. El tratamiento fue fuerte, fueron ocho quimios que duraban seis horas cada una. Se me cayó el pelo y hubo momentos en los que no me sentía bien”.
No me afectó tanto que se me cayera el pelo, pero sí la mirada de la gente, que era incómoda, me miraban como una pobre chica. Después de la quimio me hicieron una cirugía de histerectomía y seguí con la inmunoterapia de la cual ya me queda la última dosis. Me hicieron todos los estudios y está todo bien, así que estaría en remisión. Todo este proceso me enseñó que no sirven las estructuras, hay que flexibilizarse un poco y vivir en la incertidumbre, porque la vida también es eso”, reflexionó.
“Están o estuvieron en tus zapatos”
Para Cecilia Arato, que atraviesa el cáncer de ovario y que recientemente contó su historia y cómo enfrentó la enfermedad en las páginas de LA VOZ DE SAN JUSTO, el grupo es un espacio donde puede llorar, gestionar sus emociones y descargar.
“Quienes estamos enfermos vivimos el cáncer en carne propia, entonces el poder compartir con gente que tiene tu diagnóstico o lo atravesó y se curó es muy bueno. Ellos están o estuvieron en tus zapatos. Es importante permitirte llorar, poder descargar porque todos esos sentimientos se acumulan en el cuerpo y hacen mal”, afirmó Cecilia.
Además destacó que no todo es enfermedad o tristeza. “En cada encuentro también pude encontrar amigas, hablamos de la alimentación y de cosas cotidianas de la vida”
“Cuando me dijeron que tenía cáncer no lo podía creer, pero no es todo en tu vida porque somos algo más que un diagnóstico, somos esposas, hijas, amigas y tenemos gente que nos apoya y nos sostiene El amor, el ser compasivo con uno mismo y la fe son fundamentales”, remarcó.
El objetivo del grupo
Compartir experiencias ayuda a reducir el estrés, las personas pueden sentirse más cómodas compartiendo sentimientos y experiencias que pueden ser demasiado difíciles de compartir con sus familiares y amigos.
“Es un grupo de apoyo, no es terapéutico y el objetivo es ir acompañando la enfermedad, trabajando sobre lo que le va pasando a cada uno, compartirlo con el otro, escuchar las vivencias del otro. Las experiencias de cada uno le pueden servir a los compañeros. Es un grupo que está abierto a todos los mayores de 18 años que atraviesen el cáncer”, aseguró la psicóloga Viglione.
Agregó que la persona intenta estar fuerte por ella misma y por la familia, “pero a veces no es entendida por su familiares o amigos porque no viven la misma enfermedad, es muy difícil para la familia escuchar que alguien querido está triste. En el grupo, el cáncer es algo que les está pasando a todos, entonces pueden hablar determinados temas que en otros espacios no lo pueden hacer, todos pueden entender de qué está hablando y eso ayuda mucho a que se puedan relajar y abrirse”.
“En el grupo además les vamos dando herramientas, información que puede ayudar a sacarse dudas en distintos aspectos legales de la enfermedad, la cobertura de las obras sociales, entre otras cosas, también consultas con una nutricionista sobre la alimentación, la idea es que tengan información integral. El conocimiento es la mejor herramienta que se puede tener”, remarcó la psicóloga.
Cómo participar
El grupo está abierto a todos los que quieran acercarse, es gratuito y antes del ingreso se realiza una entrevista individual que tampoco tiene costo, es para conocernos y saber el recorrido que están haciendo con la enfermedad.
Los interesados en participar del grupo pueden dirigirse a Lalcec, ubicado en Córdoba 344 de lunes a viernes de 16 a 19, teléfono (03564) 431266 ó comunicarse a los celulares: 3564- 665440 ó 3564-647075.