Sociedad
La vuelta al país en un Ford T
Un bonaerense y un rionegrino emulan una hazaña de hace 100 años. Recorrer más de 5000 Km. en un Ford T de 1924. Su paso por San Francisco.
Hace 100 años, en una estrategia publicitaria para promocionar su modelo T en Argentina, Ford lanzó una campaña que consistía en que el auto n° 100.000 realizaría un raid de más de 5000 kilómetros conectando diferentes ciudad y pueblos de la República Argentina.
A 100 años de esa iniciativa el bonaerense Julio Dupont y el rionegrino Paulo Rancaño decidieron emular ese viraje con “Haydee” un Ford T de 1924 y esta semana, como sucediera hace 100 años, pasaron por San Francisco.
Rancaño es de Río Colorado y Dupont de Algarrobo, un pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires a 80 kilómetros de Bahía Blanca. Desde allí salieron el 22 de diciembre en una especie de viaje previo para probar el auto y a ellos durante 900 kilómetros hasta llegar al Obelisco “Fue una forma de demostrar que teníamos las condiciones para hacer este raid”, cuenta Dupont al lado de su auto frente a la redacción de LA VOZ DE SAN JUSTO.
“Lo que estamos haciendo es reeditar un raid que se hizo hace 100 años atrás. El raid original del ejemplar 100.000 de Ford T, salió el 29 de diciembre de 1924 a las 5 de la tarde, desde Plaza de Mayo. Nosotros el 29 de diciembre de 2024, a las 5 de la tarde en punto, salimos desde Plaza de Mayo. Y estamos pasando por 80 localidades que pasó aquel recorrido, entre esas, San Francisco”, explica el bonarense.
Dupont compró este Ford T que ahora lleva por las rutas del país, hace cuatro años “Hay piezas que vengo juntando desde hace toda mi vida. Estas ruedas, que a mí me encantan y todos me retan porque están muy viejas, hace más o menos 37 años que las tengo colgadas en un taller. O sea que, después de 37 años colgadas, más 40 sin usarse, salieron a pasear nuevamente en la ruta, a hacer kilómetros” explica quien se autodefine como el que junta “porquerías” y “cachivaches” en su pueblo, y ese poder de acopio le permitió ir acumulando piezas que hoy están en el Ford T.
A la ruta, por y con la abuela
¿Por qué hacer esto? ¿Por qué hacerlo en un Ford T que tiene 100 años? Dupont explica que no es un auto más, un auto antiguo o de colección más. La proeza tiene una raigambre más profunda para él que se puede leer en el frente del auto “El Ford T es una pasión. Ahí al frente del auto, está el nombre escrito de una mujer, Haydee. Era mi abuela paterna quien me crió hasta los siete años. Ella vivía en Nicolás Levalle, un pueblito muy chiquitito que estaba a 30 kilómetros de Algarrobo y como una proeza, y porque estamos hablando del año 30, agarraba el Ford T de su padre, le bajaba el bigote y se iba sola manejando hasta Algarrobo a ver a su novio, quien fue mi abuelo. Y me lo contó siempre con muchísimo orgullo. Ella falleció cuando yo tenía siete años y mi viejo empezó a comprar cosas vinculadas al Ford T debido a la historia de mi abuela y ahí empezó todo. En algún momento fuimos al campo familiar de la familia de mi abuela y en el galpón encontramos estos faroles que son los originales de aquel Ford T que usaba ella. Los guardamos como un tesoro y con este viaje correspondía que me acompañe toda la vuelta. Que el auto lleve su nombre es un homenaje a mi abuela, porque fue la persona que me impulsó a hacer todo esto”.
Rancaño y Dupont se conocen de toda la vida y en esa historia siempre hubo un Ford T atravesado. Fueron pilotos de carreras en competencias zonales en la parte alta de la Patagonia y vienen aguantando bien las dos mayores problemáticas que los pueden complicar: el calor y la convivencia sobre un auto que a 60 kilómetros por hora recorre 5000 kilómetros.
A San Francisco llegaron desde Rafaela y justo después de esta entrevista, partían hacía Villa María, donde esperaban llegar en tres horas “Lo más lindo que nos pasa en el camino es la gente que se para a sacar una foto, gente que te espera, gente que acompaña en la ruta. Entonces esas 3 horas se hacen 9, pero esos son los momentos más lindos para el alma”, explica Julio.
“En un cálculo estimativo, nos va a llevar más de un mes. Venimos bien, a tiempo, pero después suceden cosas como la que pasaron acá y que no esperábamos que pasen. Conocimos a Alberto Barrios que nos abrió la puerta de su casa, nos presentó a sus amigos, y nos conectó con mucha gente como la familia Picco de Devoto, que son los propietarios de la agencia más vieja de Argentina. Lo mismo nos pasó con, que para mí fue un gran honor, con el Museo Bucci en Zenón Pereyra. No estaba en el recorrido original, pero tampoco lo podemos dejar pasar porque que una institución de esa jerarquía invite a sacarnos una foto con un Ford T, de campo, que no está restaurado, está usado, con 100 años de uso encima, es impagable”.
Los viajeros no esperaban que su llegada haya generado lo que generó en esta parte de la provincia y aseguran que siguen viaje, pero con muchos amigos nuevos que la ha dado la ruta.
Con la familia lejos, y aguantando la travesía a la distancia conociendo la “locura” de ambos Dupont y Rancaño siguen surcando las rutas del país sobre el Ford T reeditando aquella vuelta del 100000 de hace 100 años, a la que le queda un poco más de un mes de travesías, historias y amigos.