La soja gana protagonismo y frena la expansión del maíz
Los especialistas vislumbran un cambio de tendencia en el esquema de producción, en el que se espera que la soja, por primera vez en seis años, aumente su superficie, en detrimento del maíz, que retrocedería tras ocho ciclos en expansión.
La nueva campaña gruesa 2022-2023 se encuentra a pocas semanas de comenzar con la siembra de maíz temprano, en un contexto en el que los especialistas vislumbran un cambio de tendencia en el esquema de producción, en el que se espera que la soja, por primera vez en seis años, aumente su superficie, en detrimento del maíz, que retrocedería tras ocho ciclos en expansión.
Si bien el primer grano grueso que comenzó a implantarse fue el girasol, que a esta altura ya lleva sembrado el 10% de su área estimada, la soja y el maíz son considerados los más importantes, debido a que ocupan más del 90% de la superficie y explican el 95% del volumen.
Según las primeras estimaciones, este año la soja volvería a ganar protagonismo de la mano de una mayor superficie, en un contexto donde los costos productivos tuvieron alzas pronunciadas y los precios de los granos, si bien se mantienen en buenos niveles, marcaron incrementos menores al que tuvieron los insumos.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó que la oleaginosa aumentará su superficie en 700.000 hectáreas respecto a la campaña pasada, hasta las 16,8 millones de hectáreas,
"Desde la campaña 2015/2016 hasta la 2021/22, la oleaginosa fue perdiendo casi el 20% del área sembrada. En el 2022 la tendencia se revertiría, la soja vuelve a subir", anticipó la entidad hace unos meses.
En base a esta superficie ocupada, descontando 400.000 hectáreas que podrían perderse o no cosecharse, la BCR calculó que la producción alcanzaría las 47 millones de toneladas, 4,8 millones de toneladas por encima de la campaña anterior.
En diálogo con Télam, la analista de la consultora AZ Group, Lorena D'Angelo, indicó que este avance de la oleaginosa "está dado en el costo de implantación en comparación con su competidor, el maíz, ya que la siembra de ésta representa una inversión un 35% a 40% inferior al cereal tomando como referencia la zona núcleo".
De concretarse estas estimaciones, el incremento del área de siembra proyectado "cortaría una racha de seis años consecutivos con caída de superficie a nivel nacional dedicada a la oleaginosa, luego que en el ciclo 2021/22 se sembró la menor área de los últimos 15 años", sostuvo D'Angelo.
No obstante, la especialista reconoció que existe "incertidumbre en el número de la producción que finalmente pueda obtenerse producto de los pronósticos de año La Niña que se tiene para la campaña", entendiendo que el devenir climático "es el limitante que se pueda encontrar en el próximo ciclo".
"Las buenas perspectivas de la oleaginosa responden a la menor inversión que realiza el productor para sembrarla, pero continúa con el impacto de las políticas que limitan el crecimiento a partir de recibir precios más bajos que los productores de soja en otras partes del mundo (pro retenciones y brecha cambiaria). Si los precios de la oleaginosa argentina estuvieran a la altura de los valores internacionales, la explosión productiva seria inimaginable", concluyó D'Angelo.