Análisis
La salud no puede esperar
Las autoridades de las entidades que agrupan a los profesionales de las distintas ramas de la sanidad advirtieron que, en muchos casos, está en juego la vida de las personas.
De acuerdo a lo publicado en varios medios de nuestra provincia, un grupo de clínicas y sanatorios de Córdoba alertó que están escaseando insumos, descartables y medicamentos imprescindibles para la práctica médica de todos los días. En un comunicado de prensa dirigido a autoridades, financiadores y al resto de la población, la Asociación de Clínicas y Sanatorios Privados de la Provincia de Córdoba (Aclisa) advirtió que la situación es crítica.
Los médicos advirtieron la semana pasada que avanzarían con un cobro de plus que se ubicaría entre los 1.200 y los 2.200 pesos dependiendo el tipo de consulta. Luego las clínicas plantearon las dificultades que están atravesando, en particular desde la última devaluación, con costos que se multiplicaron rápidamente e insumos que no se consiguen por las restricciones a las importaciones.
El mismo panorama se está verificando en otras ramas de las especialidades de la salud. Bioquímicos y odontólogos, entre otros, alertaron ya sobre los trastornos que las últimas medidas económicas han provocado y que se suman a los que ya se venían padeciendo. El alto componente de insumos importados es una de las facetas más críticas de la realidad que hoy se vive y que compromete la atención de la salud de la población.
Un contundente comunicado de la Federación de Bioquímicos de Córdoba refuerza la mirada sobre el oscuro presente. Estos profesionales remarcaron que “las distintas entidades que agrupan a los 700 laboratorios privados de análisis clínicos y a 1.700 bioquímicos de toda la provincia de Córdoba hacen saber que, si no se modifican en breve las medidas que afectan gravemente su funcionamiento, en pocos días no podrán brindar más sus servicios”.
Lo que ocurre en otros ámbitos de la economía (la falta de certezas, la inexistencia de precios y remarcaciones constantes, las trabas a la importación, etc) repercuten también en un sector muy sensible porque aquí está en juego la salud de la gente. Las autoridades de las entidades que agrupan a los profesionales de las distintas ramas de la sanidad así lo han remarcado. En muchos casos está en juego la vida de las personas.
Es que la salud pública figura en los discursos políticos, pero no en los hechos. El impacto de la crisis generada por la impericia del actual gobierno ha deteriorado todos los parámetros. Y con ello se termina de configurar un escenario problemático, en el que las prestaciones médicas, odontológicas, de bioquímica y de cualquier otra rama de las ciencias de la salud se tornan casi imposibles de llevar adelante en condiciones más o menos normales.
En este marco, atinada es la frase que aparece en el comunicado de la asociación de clínicas cordobesas que pidió a las autoridades públicas una intervención inmediata. “La salud no puede esperar”, se expresó con lógica irrefutable. Porque esta actividad es muy distinta a la de otros rubros que sí permiten armarse de un stock o detenerse hasta que se estabilice la convulsionada situación económica que ha devastado a la Argentina.