Especial Año Nuevo
La reunión familiar, lo que más se extraña lejos de casa
Por estudios o por decisión personal, muchos sanfrancisqueños emigraron. Algunos regresaron para estas Fiestas y contaron cómo es estar lejos pero con el corazón siempre cerca.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Muchos sanfrancisqueños decidieron, por diferentes motivos, buscar una oportunidad lejos de casa.
Viven a miles de kilómetros, rodeados de desconocidos y explorando desde todos los sentidos un cultura distinta. Ellos se fueron adaptando y trabajan, piensan y viven muy diferente a como lo harían en la Argentina.
Sin embargo, y dentro de las posibilidades económicas y de tiempo, se hicieron una “escapadita” para esta semana de Fiestas de fin de año, para renovar energía, sentir más cerca a sus afectos y levantar la copa por el amor, la paz y la esperanza de toda la familia.
Viven lejos, pero desde allá ven y sienten cómo viven sus familias la crisis económica que afecta a nuestro país, la inflación, los desajustes, las nuevas decisiones gubernamentales...
Agostina Giaime Roffé y Santiago “Colo” Marini son dos de los tantos sanfrancisqueños que viven en el extranjero. En Francia, Agostina. Y en Australia, Santiago. Ellos compartieron sus sensaciones con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Agostina tiene 26 años y vive en Niza, Francia. La joven eligió dejar suelo argentino por un desafío personal. “Desde chica, siempre quise vivir en Francia, y hablar francés. Después de terminar mi carrera universitaria y ganar experiencia laboral acá, decidí irme para poder perfeccionar el idioma tanto francés como inglés ya que Niza es una ciudad muy turística y multicultural”, contó la joven que actualmente trabaja en una oficina de arquitectura y diseño de interiores, con un equipo internacional de diferentes países, donde el idioma en común es el inglés.
Un vuelo la trajo de regreso a la Argentina -y a San Francisco- para pasar la Navidad y el Año Nuevo cerca de los suyos. “Las Fiestas son una de las cosas que más se extrañan estando lejos. También las reuniones familiares, las comidas de mi abuela, las juntadas con amigos. Luego de pasar las Fiestas en Francia, decidí que sería la primera y la última vez estando lejos de mi familia para estas fechas”, dijo Roffé.
Su mirada desde afuera
Consultada sobre cómo ve la vorágine argentina desde Europa, Agostina manifestó que “desde allá uno puede tomar distancia y ver las cosas desde otra perspectiva. Estar lejos me hizo sentir muchísimo orgullo por ser argentina porque uno empieza a sentir el patriotismo a flor de piel. Cuando te preguntan ‘¿De dónde sos? Y de repente te encontrás hablando de tu país con orgullo y contando todas las cosas maravillosas que hay acá”.
“Estando allá uno se da cuenta que muchas cosas que en Argentina normalizamos, cuando en realidad no deberían hacerlo. Uno nota que en la Argentina se reniega mucho en la vida cotidiana. Cuando veo a mi familia, pienso que me gustaría que puedan lograr esa tranquilidad que se logra en otro país”, agregó.
“Lo que más valoro es la estabilidad”
En un año y medio viviendo en Francia, Agostina se encuentra contenta con su desempeño y laboral aseguró que pudo lograr varias de sus metas. “Si bien es un proceso difícil, donde uno tiene que ser muy fuerte en un país donde se habla otra lengua, estando solo y empezando de cero, se pueden lograr muchas cosas con paciencia y perseverancia”.
“Lo que más valoro es la independencia económica, la estabilidad que se puede lograr allá, la posibilidad de proyectar, de poder viajar y conocer diferentes ciudades y países”, siguió.
Aunque por el momento planea quedarse en Francia, le “encantaría encontrar un trabajo con mayor flexibilidad horaria que me permita viajar entre Francia y Argentina; también me gustaría que mi familia y mis amigos puedan visitarme y conozcan la ciudad que elegí para vivir. Deseo salud para todos mis seres queridos y seguir viajando”, dijo Agostina a modo de mensaje.
“Tengo muchas cosas por vivir y descubrir en Francia, pero uno nunca sabe. Tener a la familia y a las personas que uno ama en la Argentina es un gran punto a favor a la hora de pensar en volver”, confesó.
Reencontrase
Santiago Marini tiene 26 años y vive en Australia desde hace un año y medio. En los últimos días llegó desde muy lejos para reencontrarse con su querida familia, siendo esta época del año el mejor motivo para ese abrazo tan necesario. “Las Fiestas me gustan, la paso muy bien. Nos juntamos a comer con mis familiares y salimos de fiesta con amigos. Hacía un año y medio que estaba dando vueltas y quería visitar a los míos entonces, ¿por qué no hacerlo en las Fiestas?”, contó.
“Aunque todos sabemos que no es uno de los momentos más fáciles que le toca los argentinos, mi familia tiene trabajo y hace lo que le gusta. Ellos están felices que yo esté en Australia, siempre en contacto y aunque nos extrañamos todos los días, la comunicación diaria alivia la sensación de extrañar”, afirmó Santiago.
Un deseo cumplido
Para este joven, vivir en el extranjero es un sueño cumplido. “Ya en el secundario sabía que, cuando terminara la universidad, iba a ir a vivir al extranjero porque me gusta mucho la idea de viajar, conocer otros países, otras culturas y ver cómo vive la gente en otros lugares. La forma de hacerlo era trabajando en otro país, ahorrar y viajar por otros lados; así que eso es lo que hago”.
En Australia, Santiago tuvo varios trabajos. “A la semana de llegar a Sídney, ya estaba trabajando en el rubro de la construcción donde había gran demanda de empleados. Al tiempo, conseguí trabajo en un hotel, luego, en tiempo de vendimia viajé al sur de Australia para trabajar, pero después fui al campo. Estudié agronomía en la universidad y fui a un campo a ejercer”.
“Tener una buena base de inglés es una gran herramienta para poder trabajar afuera y da la posibilidad de acceder a trabajos más calificados”, dijo el joven.
Para Santiago, “en Australia todo fue más sencillo de lo que imaginé cuando armaba el viaje. Es cuestión de ir y ver cómo se van dando las cosas. Me gustaría conseguir un trabajo más relacionado a la agronomía y hacer más años en el exterior. No digo que sea para siempre, porque cambio el plan todo el tiempo, pero no descarto volver a la Argentina. La calidez humana que tiene nuestro país no lo encontrás en ningún lugar del mundo”, concluyó.