Análisis
La posibilidad de que Córdoba termine la autopista
La provincia habría ofrecido al gobierno nacional hacer y terminar las obras públicas que están paralizadas. Si existe una postergada, ésa es la autopista que debería unir a San Francisco con Córdoba capital.
Tras la visita que realizó el 25 de Mayo, el presidente de la Nación a la ciudad de Córdoba, trascendió en los medios periodísticos que la provincia habría ofrecido al gobierno nacional hacer y terminar las obras públicas que están paralizadas. Entre ellas, una de vital importancia para toda la región este de Córdoba: la finalización de la autopista de la ruta nacional 19.
Según se ha conocido, el gobernador Martín Llaryora, y el presidente, Javier Milei, se reunieron en privado durante la visita del jefe de Estado a la provincia, luego del acto concretado en la plaza San Martín de la capital cordobesa. Este encuentro, ha sido interpretado como un punto de inflexión en la dificultosa relación entre los dos mandatarios, especialmente luego de los cruces que sostuvieron tras la caída de la Ley Bases en febrero.
El encuentro entre Llaryora y Milei se llevó a cabo después del acto en la Plaza San Martín y, aunque no se revelaron detalles específicos de la conversación, ambos salieron de la reunión con sonrisas, lo que indica un diálogo positivo. Según fuentes cercanas, el gobernador prefirió mantener en reserva los detalles de la charla, limitándose a comentar que “hablaron de gestión”.
Luego de esta reunión, la expectativa pasa por conocer si será posible que la provincia tome a su cargo obras públicas trascendentes para la vida de los cordobeses, busque financiamiento y pueda finalizar los proyectos que hoy siguen inconclusos.
Si existe una obra postergada y, por momentos, abandonada en el territorio cordobés, ésa es la autopista que debería unir a San Francisco con Córdoba capital. Desde hace por lo menos tres décadas se proclama que es una prioridad. Una rara prioridad, puesto que todavía aguarda la concreción de dos importantes tramos para ser una realidad. El impulso que se había logrado entre 2015 y 2018 se frenó de golpe. Entonces, los habitantes de toda la región centro este de la provincia y los visitantes que llegan desde Santa Fe, el noreste y la Mesopotamia deben transitar una traza dispar, signada por tramos de autopista modernos y otros de ruta colapsada y prácticamente intransitable en algunas horas del día.
Por aquello de las prioridades declamadas y establecidas, esta situación no puede continuar. Es comprensible que la situación económica generada por la ineficacia del anterior gobierno nacional haya derivado en las drásticas restricciones presupuestarias del actual período, lo que resultó en la paralización de las obras públicas. Sin embargo, esta situación no debería prolongarse. Especialmente en lo que respecta a ciertas obras de infraestructura cruciales para que amplias regiones del país puedan avanzar hacia el siglo XXI de manera definitiva.
Por eso, ha renovado las expectativas —y también la esperanza— la noticia de que el gobierno provincial estaría considerando hacerse cargo de la construcción de los tramos restantes de la autopista. Esta obra es una necesidad apremiante y, aunque pueda sonar repetitivo debido a las numerosas promesas incumplidas, sigue siendo una prioridad.