Obesidad
La nueva droga para adelgazar, no tiene nada de magia
Es una herramienta más para combatir la enfermedad de la obesidad, que, en conjunto con otras, puede ayudar en los tratamientos. Su uso no se indica en todos los casos y debe ir acompañada de un plan de alimentación adecuado, además de ejercicio físico.
Por Isabel Fernández|LVSJ
El sueño de poder bajar de peso sin dietas ni sacrificios, pareció hacerse realidad al conocerse que la droga llamada Ozempic fue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad.
La droga –que en la Argentina solo estaba autorizada hasta el momento para pacientes con diabetes tipo 2- es considerada como "mágica", es utilizada por las estrellas de Hollywood para bajar de peso y llegará en los próximos meses, aunque no se conoce la fecha exacta.
La noticia fue celebrada por los profesionales de la salud ya que se convierte en una herramienta más para combatir la enfermedad de la obesidad, pero lo cierto es que “no tiene nada de magia” ya que su uso no se indica en todos los casos y debe ir acompañada de un plan de alimentación adecuado, además de ejercicio físico.
Desde el Equipo Proeso que realiza abordajes interdisciplinarios de desórdenes alimenticios en la ciudad, remarcaron que sin dudas “es muy importante este nuevo avance que se da en relación al tratamiento para la obesidad. Se trata de una herramienta más que, en conjunto con otras, pueden ayudar en los tratamientos”.
Las licenciadas en Nutrición Carolina Taborda y Natalia Casalis, junto a las licenciadas en Psicología Mariana Bernarte y Cecilia Magni, analizaron esta nueva opción de tratamiento en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO y advirtieron: “Si bien tiene un efecto favorable en el tratamiento para la obesidad, de ninguna manera es una droga ‘mágica’ como se la califica”.
“Consideramos muy alentador cada progreso que se da en relación al tratamiento para la obesidad. Esta droga en particular promete resultados superiores a otras aprobadas hasta el momento”, afirmaron las profesionales.
Remarcaron: “Sostenemos que el tratamiento para la obesidad, fundamentalmente debe ser de manera interdisciplinaria, abordando todos los factores que influyen particularmente en cada persona y que la llevan a desarrollar esta compleja enfermedad. Ya sean estos genéticos, biológicos, psicológicos, sociales, de estilo de vida, entre otros”.
Las profesionales aseguraron que la medicación “se entiende como un complemento del tratamiento, en los casos en que esté indicada clínicamente puede ayudar a mejorar la adherencia, pero no la consideramos como fundamental. Entendemos a este tratamiento como un proceso, en el que es necesario acompañar a cada persona para ir realizando cambios, incorporando hábitos saludables y trabajando en su vínculo con la comida. Lo pensamos a largo plazo y de manera sostenible en el tiempo”.
Qué hace la droga
¿Cómo puede ayudar en los tratamientos de planes hipocalóricos para bajar de peso?. Las nutricionistas explicaron que el efecto de la droga “principalmente es retrasar el vaciamiento del estómago, y luego interviene en el cerebro aumentando la sensación saciedad, es decir, hace que la persona pare de comer”.
“No es una droga ‘mágica’, no hay que pensar que, porque una persona se colocó esa inyección, va a adelgazar –advirtieron-. Para eso, hay que trabajar en las emociones y pensamientos vinculados con la comida, en tener una alimentación saludable y placentera, en descansar bien, en hacer actividades que me gusten, en moverse más en las actividades cotidianas y en realizar una actividad física más pautada y regular. Permite el descenso de entre un 10-15 % del peso corporal en un año, sólo si se acompaña con cambios en el estilo de vida”.
Las profesionales afirmaron también que, como cualquier medicamento, “debe usarse sólo bajo prescripción médica responsable ya que hay criterios para su indicación y no es de venta libre. Su uso debe ser supervisado por profesionales de la salud. Es importante no confundir con que, al ser autoadministrable, pueda ser utilizada de acuerdo a criterios personales”.
Tomar conciencia que es una enfermedad
La obesidad es una enfermedad crónica y determinada por diversidad de factores. Sin embargo, las profesionales aseguraron que “todavía nos encontramos con que no es considerada como tal, esto podemos hacerlo extensivo a todas las problemáticas alimentarias”.
“En esto tenemos mucha responsabilidad los profesionales de la salud –admitieron-, ya que mucha veces nos encontramos con subdiagnósticos de sobrepeso y obesidad, o bien se asocia el tratamiento de tales enfermedades a una cuestión simple”.
“Por otra parte, nos encontramos con titulares como “se aprobó la nueva droga mágica para adelgazar”, “la droga milagrosa de Hollywood”, fomentando la fantasía de cura con la simple inyección. Nos preguntamos: ¿por qué nos resulta tan fácil asociar la medicación con efectos casi milagrosos?. Tal vez sea momento de hablar también de los efectos potentes que tiene el trabajo en equipo, el dejarse acompañar y sostener en procesos que nos cuesta modificar por sí solos, y en cuanto somos capaces de modificar cuando nos implicamos de un modo activo, junto con otros”, finalizaron.
¿En qué casos se recomienda su uso?
La droga Ozempic tiene especificaciones para su uso: debe ser prescripto junto a un plan de alimentación de bajas calorías y un incremento del ejercicio físico para mantener un control del peso corporal.
Es indicada para personas que tengan un índice de masa corporal inicial superior a 30 (obesidad), o entre 27 y 30 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso, como diabetes, hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o una enfermedad cardiovascular.
¿Cómo actúa?
Según la Agencia Europea de Medicamentos, "el principio activo de Ozempic, la semaglutida, es un agonista del receptor GLP-Q”.
Actúa de la misma forma que el GLP-1 (una hormona producida en el intestino) aumentando la cantidad de insulina liberada por el páncreas en respuesta a los alimentos. De esta forma, ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre. Actúa sobre los receptores del cerebro que controlan el apetito y la saciedad, lo que resulta en una menor ingesta de alimentos y la consecuente pérdida de peso, indicaron los especialistas.
Los estudios demostraron que Ozempic es eficaz para reducir los niveles de glucosa en la sangre y para reducir el riesgo de complicaciones para la salud en los pacientes con diabetes de tipo 2.
Entre sus efectos adversos, están los problemas digestivos como la diarrea, vómitos y náuseas, aunque de intensidad leve o moderada y de corta duración que afectan a solo 1 de cada 10 pacientes.
La obesidad en números
La Asociación Americana de Medicina reconoció en 2013 a la obesidad como una enfermedad que tiene un impacto sobre la salud de quienes la padecen y sobre los sistemas de salud, debido al alto costo que conlleva el tratamiento de sus comorbilidades como la diabetes tipo 28, enfermedades cardiovasculares y varios tipos de cáncer. En la actualidad 1.900 millones de adultos tienen sobrepeso en el mundo; de éstos, 650 millones presentan obesidad.
En la Argentina, según las cifras de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud de la Nación, el 37,1% de los argentinos mayores de 18 años tiene sobrepeso (43,3% en varones y 31,3% en mujeres), mientras que 1 de cada 5 (20,8%) padece obesidad (22,9% en varones y 18,8% en mujeres). En total, casi 6 de cada 10 (57,9%) presentan sobrepeso u obesidad.