Historias
La Navidad de Mili: entre los logros y la esperanza
Desde su nacimiento prematuro, Milagros Boscacci enfrentó muchos desafíos por la ceguera causada por retinopatía. Hoy, logró egresar del Ciclo Artístico Vocacional en el Conservatorio Superior de Música “Arturo Berutti” y mira hacia un 2025 con la esperanza de poder viajar nuevamente a China para finalizar el tratamiento de células madre.
Por Isabel Fernández | LVSJ
Milagros Boscacci sigue cumpliendo sueños y cierra el año, con la esperanza de lograr su más importante objetivo: completar el tratamiento con células madre en China que le permitió experimentar la visión por primera vez.
Esta Navidad, Mili – una luchadora incansable desde su nacimiento prematuro que le causó ceguera por retinopatía- estrena el título como egresada del Ciclo Artístico Vocacional que logró después de seis años de estudio en Conservatorio Superior de Música “Arturo Berutti”.
“La música es mi fiel compañera”, dijo Mili y esa misma frase quedó formada con letras doradas en el marco gigante en el que quedó registrada la foto después de rendir la última instancia de la carrera.
Cada paso que dio en su vida fue siempre para mejor, para crecer, enfrentando desafíos. Sigue luciendo su canto en los escenarios, estudió piano y nunca se dio por vencida para llegar a su título, como tampoco ahora bajará los brazos hasta conseguir completar el tratamiento.
“Si uno tiene constancia, seguridad, si se plantea objetivos, todo se puede lograr porque todo llega en algún momento. Tarde o temprano lo que nosotros pedimos o esperamos siempre llega, eso es lo que me enseñó la vida”, aseguró Mili.
A partir de este logro puede dar clases particulares de canto, ya tiene su primera alumna Giuliana (14) con quien construyó un lazo fuerte y espera que se sumen más. “Empecé a dar clases de casualidad, con Giuli compartimos acompañante terapéutica y le habían aconsejado que comenzara con clases de canto porque le gusta mucho. Ella necesita un acompañamiento en la escuela y le hace bien cantar, tiene musicalidad, un muy buen oído”, dijo Mili.
“Todos estos años estudié justamente para poder enseñar un poquito de lo que sé, que es cantar, que es la música y poder plasmarlo desde la educación –afirmó la joven-. Siempre quise enseñar algo, no sabía qué y encontré la oportunidad ideal de poder enseñar lo que me gusta que es la música y el canto”.
Después de realizar la primera etapa del tratamiento con células madre en China en 2023, ahora debe prepararse para la segunda parte, pero necesita juntar los fondos necesarios para afrontar el viaje, unos 30 millones de pesos. Algunas complicaciones de salud familiares hicieron que no pueda continuar con la campaña durante 2024, pero ahora en unos meses piensa retomarla y próximamente estará anunciando eventos especiales.
“Esperamos este nuevo año poder retomar la campaña, las ventas especiales, porque falta mucho para juntar lo necesario, son 30 mil dólares más o menos unos 30 millones de pesos. Tengo que viajar en abril del año próximo, pero si no llegamos puede viajar en otro momento, lo importante es completar el tratamiento. Confío en que vamos a poder juntar lo necesario para el viaje”, comentó.
Mili explicó que la segunda parte del tratamiento será igual que la primera. “Me harán tres implantes más de células madre que reforzarían todo lo que logré conseguir en cuanto a la visión que es mucho”.
“Es un milagro”
Después de los primeros implantes, la joven logró muchos avances en la visión, gracias a los avances de la ciencia y la solidaridad de la gente que colaboró y ayudó en cada campaña. Comenzó distinguiendo algunas luces y ahora ya puede notar movimientos, si el día está soleado o nublado e incluso identificar letras.
“Es mucho el avance que logré, ahora puedo distinguir algunos colores, darme cuenta si es algo claro o algo oscuro, puedo ver algunos movimientos de la gente, los autos que pasan por la calle, también darme cuenta si el día está nublado o soleado, también de a poco puedo distinguir letras en el papel y todo eso es un montón para mí. De no ver nada a poder tener todo esto es mucho, es un milagro”, afirmó emocionada.
Rehabilitación continua
Después de la primera etapa, Mili llevó adelante un trabajo integral de rehabilitación coordinado entre los médicos que la atendieron en China y profesionales locales.
Atravesó un proceso constante de estimulación para recuperar de manera paulatina su visión. Con un cronograma bien detallado que trajo del país asiático, comenzó a hacer trabajos de rehabilitación visual y sesiones de kinesiología como masajes de cara, cabeza y cuello, para mejorar la irrigación sanguínea, permitiendo así que las células implantadas lleguen más rápido y más fácil a la retina.
Cabe recordar que desde hace quince años se viene experimentando con la implantación células madre para distintas patologías, esto hace que las metodologías se vayan perfeccionando y, con ellas, los resultados.
En esta Navidad, todos deseamos para Mili un tiempo lleno de luz y esperanza, su gran progreso en la visión es un ejemplo de su valentía y perseverancia. Cada pequeño logro es un paso adelante y su historia nos inspira a seguir ayudando en la campaña para lograr el sueño más grande: poder ver mucho mejor el mundo.