Universidad
La ingeniería al servicio de la innovación y la sustentabilidad
La doctora Alfonsina Andreatta abrió la Semana de la Ingeniería en la UTN hablando de los avances del InProSus, un grupo interdisciplinario de investigadores que desarrolla productos a partir de materiales naturales y renovables.
Ayer jueves se celebró el Día de la Ingeniería y también fue el inicio de una semana especial para la Facultad Regional San Francisco de la Universidad Tecnológica Nacional en la que se realizarán diversas actividades que despiertan el interés de estudiantes, docentes y egresados.
La Semana de la Ingeniería 2024 se extenderá hasta el viernes 14 y comprenderá interesantes disertaciones relacionadas al campo profesional de las carreras de Ingeniería.
La apertura estuvo a cargo de la doctora en ingeniería química egresada de la UTN, Alfonsina Andreatta, quien habló de los avances de un grupo que hace un tiempo viene desarrollando investigaciones y productos, algunos de los cuales ya están en proceso de patentamiento.
“Nuestro grupo, InProSus, que significa Ingeniería de Procesos Sustentables, tiene varias líneas de investigación. Trabajamos con productos naturales y renovables, así como con biomasa, incluyendo residuos de la industria pesquera y alimenticia. Nuestro objetivo es obtener productos tecnológicos de mayor valor agregado a partir de estos recursos, concentrando sus propiedades en tamaños más pequeños con superpropiedades antioxidantes, antimicrobianas y bioplagicidas”, cuenta Andreatta con entusiasmo en el inicio de la charla.
Al detallar más el trabajo del InProSus explica: “Uno de nuestros productos principales son extractos vegetales llenos de metabolitos secundarios que les confieren actividad. Estos extractos se aplican en diferentes áreas. Por ejemplo, utilizamos quitosano, un producto de residuo de la industria pesquera, para formar films adicionados con estos productos naturales. También descubrimos que el aceite esencial de cáscara de naranja puede disolver el poliestireno expandido, creando barnices útiles para la industria de la construcción”.
“Hemos desarrollado formulaciones de microemulsiones semisólidas para aplicaciones cutáneas y microemulsiones líquidas para enfermedades respiratorias. También hemos utilizado estos extractos como inhibidores de bacterias, específicamente para inhibir bacterias del género Leuconostoc en salchichas tipo viena. Además, estos extractos tienen aplicaciones como bio plaguicidas”, agrega.
Los resultados de las investigaciones y sus desarrollos ya están en proceso de patentamiento: “Hemos presentado dos productos al Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) y ya tienen el informe técnico preliminar aprobado. También estamos en proceso de escritura de patente para nuestras microemulsiones derivadas de productos naturales. La ventaja de este desarrollo es que el producto final ya se obtiene como microemulsión, sin necesidad de otras etapas de separación, lo que lo hace más estable y permeable”.
“Algunos proyectos comenzaron recientemente, otros llevan dos o tres años. Siempre hemos trabajado en la extracción de extractos naturales y con el tiempo hemos encontrado diversas aplicaciones como antioxidantes, antimicrobianos y plaguicidas”.
Consultada sobre el proceso para conseguir la cantidad necesaria de material natural para llevar adelante las investigaciones, la investigadora del Conicet contó: “Trabajamos a escala de laboratorio, por lo que no necesitamos grandes cantidades. Utilizamos plantas como burro, menta y cáscaras de cítricos, que a veces recolectamos localmente. Vecinos y conocidos nos avisan cuando podan sus plantas, y nosotros recolectamos el material vegetal”.
“Las ideas surgen tanto de la necesidad como de la investigación en el laboratorio. Por ejemplo, comenzamos haciendo films para recubrir alimentos y luego los utilizamos como spray para conservar frutas. Las ideas evolucionan a medida que trabajamos con los extractos”, añade.
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Otra de las plantas que se están investigando por sus múltiples aplicaciones es la del canabis: “Los extractos vegetales se conocen desde hace mucho tiempo y siempre hay algo nuevo por descubrir y aplicar. Actualmente, estamos por firmar un convenio con una cooperativa en Córdoba para comenzar a trabajar con cannabis medicinal, otra planta con múltiples aplicaciones”.
Acerca de la composición del InProSus explicó que “nuestro grupo es interdisciplinario, compuesto por investigadores del Conicet y la UTN, incluyendo ingenieros químicos, licenciados en administración rural, biólogos e ingenieros en sistemas de información. Recientemente, han ingresado nuevas personas al equipo, lo que ha enriquecido nuestra capacidad de investigación”.
Estas investigaciones requieren de material tecnológico que dada la situación actual es complicado de conseguir: “Necesitamos más equipamiento, especialmente cromatógrafos gaseosos y líquidos, que son esenciales para nuestras actividades. Tenemos un proyecto aprobado para nuevos equipos, pero los costos actuales superan nuestro presupuesto”.