Historias
La emisora que une generaciones cumple 52 años
Tres generaciones de una familia y su devoción por Radio San Francisco AM 1050 que este lunes celebra un nuevo aniversario de su primera transmisión.
En la cochera que se encuentra en calle General Paz 150 la Radio AM 1050 San Francisco llena el aire de las tardes con "Siesta Popular" el programa de Adrián Baima. Allí se encuentra la propietaria Graciela Sabade, una fiel oyente, que sumó en su afición a su hija Gabriela Peretti y sus nietas, Lucía de 12 años y Jazmín Banno de 10, todas son oyentes fieles que no se pierden un día de transmisión. Para ellas, esta emisora trasciende lo meramente informativo; es un símbolo de pertenencia y una compañía constante que ha marcado su vida a lo largo de los años. La radio se convierte en el hilo que une a esta familia, tejiendo recuerdos y momentos compartidos que perduran en el tiempo.
Graciela, la abuela y matriarca de la familia, enciende la radio cada mañana. "Es mi primer acto del día, incluso antes de desayunar," comenta con una sonrisa que denota el cariño de años. En su vida cotidiana, la radio es mucho más que un medio de entretenimiento o de noticias; es un hilo que la conecta con el mundo exterior. Durante la pandemia, cuando la soledad parecía ganar terreno, Radio AM1050 San Francisco le brindó la compañía que tanto necesitaba: “Era mi compañera. Sentía que los locutores me hablaban a mí. Aunque estuviera sola, estaba con ellos”.
La historia de esta familia ejemplifica un fenómeno muchas veces olvidado en una era dominada por las pantallas, la radio como compañía fiel y humana. Graciela, quien es oyente durante más de 40 años, recuerda haber escuchado la radio desde su juventud. Las voces de los locutores y los programas musicales y de noticias fueron testigos de sus momentos felices y de aquellos difíciles, como cuando perdió a su esposo. “En aquellos días, la radio era mi consuelo, y hoy sigue siendo un pilar en mi vida”, confiesa.
Gabriela, la hija de Graciela y madre de Lucia y Jazmín, también creció juntos a las canciones que sonaban en la radio y las voces de los locutores. “Mi mamá siempre tenía la radio prendida, así que era imposible no escucharla”, cuenta Gabriela. La radio se convirtió en una constante en su hogar, y con el tiempo, desarrolló sus propios gustos y preferencias dentro de la programación de la emisora. Sin embargo, en su caso, la radio representa algo más: una conexión emocional con su madre. “Es como una tradición familiar. Aunque no lo creas, uno llega a conocer a los locutores, saber qué día trabaja uno u otro, y eso te hace sentir que son parte de tu vida”, expresó Peretti.
El programa “Siesta Popular”, que conduce Adrián Baima es el favorito de la familia, con su selección de música que va desde el cuarteto, cumbia, guaracha, chamamé entre otros estilos. Para Gabriela, el programa de la tarde de Adrián es un momento de desconexión y disfrute. "Nosotras, miramos la hora, y ya sabemos que arranca Adrían”, afirma, sonriendo.
Las hermanas Lucia y Jazmín, representan la generación más joven de esta familia y, aunque sorprenda, también son oyentes de la radio. En tiempos donde los dispositivos digitales parecen gobernar la vida de los más jóvenes, la constancia de la radio en el hogar les generó un interés natural. "Nos gusta porque pasan canciones que nos hacen bailar", dice Lucía. Sus temas favoritos son los de La Konga, Luck Ra, Luciano Pereyra, Jean Carlos, entre otros músicos. La radio, para ellas, es parte de su infancia, un telón de fondo constante que tiñe sus días de escuela y juegos.
Una alternativa a la televisión
Para esta familia, la radio ha servido como un escape del contenido abrumador de la televisión, especialmente desde la pandemia. "Después del coronavirus, dejamos de ver noticias en la tele porque nos afectaba mucho. Todo era miedo y caos", comenta Gabriela. La radio, les ofrece informarse sin ese tono “chocante” que, según ellas, en la televisión se ve más. La voz calmada de los locutores y el estilo más íntimo de la radio permiten que la información llegue sin esa carga emocional negativa. "Con la radio nos despejamos muchísimos.", agrega Gabriela.
Graciela y Gabriela coinciden en que la radio es más personal y cercana, un medio que no solo informa, sino que también educa y acompaña en momentos difíciles.
La relación de esta familia con Radio San Francisco va más allá de ser simples oyentes; han participado activamente en concursos y sorteos organizados por la emisora. "Hace años gané unas entradas para ver a Sergio Denis en el Teatro Mayo", recuerda Graciela. Las actividades organizadas por la radio, desde eventos hasta sorteos, crean un sentido de pertenencia y de comunidad para sus oyentes, que se sienten parte de algo más grande. Es esta interacción con la audiencia lo que mantiene viva la relevancia de la radio en la vida de personas como Graciela y su familia.
El futuro de la radio en las nuevas generaciones
Cuando se les pregunta a Lucía y Jazmín sobre lo que significa la radio para ellas, la respuesta es simple pero poderosa: "Nos gusta porque es algo que escuchamos con la abuela y mamá". En sus palabras, se vislumbra cómo la radio ha trascendido el rol de medio de comunicación para convertirse en una tradición familiar, una actividad que refuerza los lazos y une a tres generaciones en torno a algo tan sencillo y, a la vez tan significativo como escuchar la radio.
Este valor intergeneracional de la radio es algo que Gabriela desea preservar para sus hijas. "Me gustaría que, cuando crezcan, sigan escuchándola, que no olviden lo importante que es estar informados de una forma menos invasiva y disfrutar de la música sin tanta pantalla de por medio", expresó.
La radio San Francisco AM 1050 es, sin duda, es parte de esta familia; es un testimonio de cómo un medio tradicional sigue siendo relevante en un mundo digital. Graciela, Gabriela y las pequeñas hermanas son la prueba viva de que, en un rincón de la casa o de la cochera de su abuela, una radio puede significar mucho más que simple ruido de fondo.