La celiaquía también se manifiesta en la piel
La dermatitis herpetiforme es la presentación más frecuente de la enfermedad celíaca en la piel, aunque también puede manifestarse con alergias, urticaria, prurito, vitiligo, entre otras.
Como ya se sabe la celiaquía es la intolerancia permanente al gluten, conjunto de proteínas presentes en el trigo, avena, cebada y centeno (Tacc). Esa reacción genera una inflamación que daña el intestino delgado, causando malabsorción de algunos nutrientes. Se manifiesta tanto en niños como adultos con sintomatología muy cambiante, por lo que algunos la llaman la "gran imitadora".
Y es por eso que la enfermedad celíaca no es exclusivamente intestinal, ya que también se manifiesta en la piel en forma de dermatitis, psoriasis o enfermedades alérgicas.
Consultamos a la médica especialista en Dermatología, Verónica Montiel (MP-25408/7; ME-10550) del Sanatorio Argentino y el Sanatorio y Clínica San Justo, quien en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO explicó cuáles son las señales de la enfermedad celíaca en la piel, el órgano más grande del cuerpo.
La doctora dijo que la presentación más frecuente de la celiaquía en la piel en los adultos es la dermatitis herpetiforme o enfermedad de Dühring. Se asocia además a psoriasis y enfermedades alérgicas, como urticaria, prurigo, vitiligo, enfermedades autoinmunes, vasculitis, eritema nodoso, alopecia areata, pelagra, dermatitis ictiosiformes, etc.
La dermatitis herpetiforme
Detalló que la dermatitis herpetiforme, "es una enfermedad crónica, autoinmune, ampollar, en adultos, que se manifiesta con lesiones pruriginosas de ubicación característica. Es una expresión cutánea de hipersensibilidad al gluten que provoca lesiones en áreas de extensión de codos, rodillas, región sacra y glúteos. El 60% de los que la padecen no presentan sintomatología digestiva al momento del diagnóstico".
Añadió que el 100% de las dermatitis herpetiformes "son de origen celíaco pero solo el 25% de los celíacos presentan esta dermatitis".
Piel seca, una señal
La celiaquía es una enfermedad autoinmune y sistémica , que afecta a todo el organismo. El cuadro clínico varía de acuerdo a la edad y puede presentarse de manera muy severa o hasta ser totalmente asintomática.
Montiel recordó que la forma clínica clásica en que se presenta la celiaquía "es más frecuente en niños menores de dos años, con síntomas intestinales y extradigestivos, que en la piel se evidencian como signos carenciales, por ejemplo: piel seca, cabellos opacos y secos, queilitis, lengua depapilada y uñas frágiles".
La doctora añadió que la forma subclínica comienza a una edad más tardía "con síntomas leves e intermitentes que pueden manifestarse al examen cutáneo en forma de aftas recurrentes y alteraciones del esmalte dentario, más otros síntomas orgánicos".
"Hay formas asintomáticas o silentes de la celiaquia que se identifican con los exámenes serológicos, por estudios en grupos de riesgo -familiares de primer grado de paciente celíaco o pacientes con enfermedades autoinmunes-, población general o por hallazgos endoscópicos tanto en niños, adolescentes y adultos", dijo.
Diagnóstico y tratamiento
La doctora Montiel recordó que el diagnóstico de enfermedad celíaca se basa en la combinación de los hallazgos clínicos y distintos análisis. "Existen marcadores serológicos de celiaquía que se solicitan ante su sospecha, además de la realización de biopsias cutáneas e intestinales", explicó.
Remarcó que desde la Dermatología se se trabaja en forma interdisciplinaria para el abordaje del paciente con otras especialidades como gastroenterología, clínica médica, nutrición, psicología, reumatología, inmunología, etc.; dependiendo del caso.
Agregó que el tratamiento "se basa, fundamentalmente, en la restricción dietaria de por vida al gluten o sea la exclusión de los 4 cereales (trigo, avena, cebada y centeno) y sus derivados".