Educación
La carrera de Diseño Industrial del Cres: un semillero de emprendedores
Los 10 años de la carrera permitieron visualizar el gran impacto que tuvo en la comunidad. La llegada de nuevos proyectos y emprendedores comenzó a diversificar la oferta laboral en San Francisco, permitiendo que más jóvenes se queden a desarrollar su carrera y su vida profesional en nuestra ciudad.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
La carrera de Diseño Industrial, impartida en el Centro Regional de Educación Superior (Cres) de San Francisco, dependiente de la municipalidad de la ciudad y la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), cumplió 10 años de existencia. En esta década, ha formado a un grupo de profesionales que han logrado insertarse exitosamente en el mercado laboral, algunos en importantes empresas de la ciudad, mientras que otros decidieron tomar un camino independiente, creando sus propios emprendimientos.
Dos de estos jóvenes egresados son Abril Pacheco y Facundo Núñez, quienes tras cursar juntos la carrera crearon Kainoto, un emprendimiento que fabrica bolsos y accesorios. Abril explicó que a ella le interesaba más la parte estratégica y humanitaria del diseño, mientras que Facundo se inclinaba por la orientación técnica. "Yo me sentí muy cómodo dentro de la orientación técnica, muy metalúrgica, muy técnica de la carrera. Con el perfil industrial que tiene la ciudad", afirmó Facundo.
De las aulas al emprendimiento
Kainoto surgió en 2020 reciclando velas de kitesurf en desuso para transformarlas en riñoneras. "Empezó siendo un proyecto donde hacíamos ediciones limitadas de bolsos. De riñoneras o morrales así pequeños. Con telas de kite en desuso", relató Abril.
Con el tiempo, el proyecto fue mutando para incorporar también telas nuevas, siempre apuntando a la durabilidad y practicidad de los productos. "Siempre tratamos de que los productos que hacemos sean durables. O sea apuntamos a eso. A que los productos te duren mucho tiempo", afirma Facundo.
Abril y Facundo, ambos de San Francisco, destacaron que la ciudad ha sido un punto clave para su desarrollo tanto académico como profesional. “Estudiar en el Cres nos permitió estar cerca de nuestras familias y centrarnos en la carrera sin tantas preocupaciones económicas”, explicó Facundo. Además, el vínculo constante de la facultad con el parque industrial de la ciudad les ayudó a perder el miedo al entorno empresarial, “rompes rápidamente el imaginario de lo que es trabajar en una fábrica”, dijo.
Sin embargo, el hecho de que San Francisco sea un polo industrial principalmente orientado a la metalurgia y al agro supuso un reto para estos jóvenes diseñadores que buscaban abrirse paso en un sector diferente como es el textil y con muy pocas experiencia en la ciudad. “Nosotros no queríamos trabajar en la industria pesada, y ahí fue donde decidimos apostar por un rubro nuevo en la ciudad, ofreciendo productos que apunten a la durabilidad y practicidad, pero desde un enfoque más orientado al diseño”, explicó Pacheco.
Innovación y crecimiento
Kainoto no solo se ha destacado por la calidad de sus productos, sino también por la forma en que ha logrado adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado, especialmente en la era digital.
Durante la pandemia, la venta por internet fue clave para la expansión del emprendimiento. “La pandemia aceleró el crecimiento del comercio electrónico y nos permitió llegar a clientes en todo el país, lo que nos ayudó a mantenernos y crecer en un momento muy complicado”, recordó Núñez.
Actualmente, los productos de estos emprendedores se venden en varias provincias argentinas, y recientemente han sido seleccionados para formar parte de la tienda del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), un logro que consideran un gran hito. “Es increíble pensar que algo que producimos aquí, en San Francisco, está ahora en una tienda tan prestigiosa como la del Malba”, comentó Pacheco.
La importancia en la formación profesional
La carrera de Diseño Industrial no solo les brindó a estos emprendedores las herramientas técnicas necesarias para desarrollar su emprendimiento, sino que también los ayudó a adquirir una visión estratégica que ha sido clave en su éxito. “Desde el principio, la carrera nos permitió orientarnos a distintos perfiles. Facundo siempre fue más técnico, mientras que yo me enfoqué en la parte más estratégica y humana del diseño. Esa complementariedad es lo que nos ha permitido funcionar tan bien como equipo”, explicó Pacheco.
El CRES, en estos 10 años de funcionamiento, ha contribuido a diversificar el panorama industrial de la ciudad, que históricamente ha estado dominado por sectores más tradicionales como la metalurgia y la producción agropecuaria. Según Núñez, “la llegada de la carrera amplió el horizonte y abrió la puerta a nuevos rubros. Hoy en día, San Francisco es un lugar competitivo para emprender, y en parte eso se debe a que la facultad nos dio acceso a tecnologías y conocimientos que de otro modo no habríamos tenido”.
El futuro del diseño
Para Pacheco y Núñez, el futuro de su emprendimiento es prometedor, y creen que el diseño industrial tiene un papel importante en el desarrollo económico de la ciudad. “Estamos viendo cómo cada vez más jóvenes se animan a emprender en sectores que antes no existían aquí. La clave está en usar todas las herramientas que nos da la carrera para crear productos que sean competitivos no solo en San Francisco, sino a nivel nacional e internacional”, destacó Núñez.
En cuanto a sus vínculos con la universidad, ambos jóvenes siguen colaborando con la institución a través de la docencia. “Siempre hemos estado vinculados a la facultad, y ahora, como docentes, tenemos la oportunidad de devolver algo de lo que nos dio. Nos permite estar en constante actualización y también es una forma de inspirar a los futuros diseñadores”, comentó Pacheco, quien actualmente enseña antropología y metodología aplicada al diseño en el CRES.
Una gran apuesta
Kainoto es solo un ejemplo de los muchos emprendimientos que han surgido gracias a la formación brindada por la carrera de Diseño Industrial en San Francisco. La apuesta por la sustentabilidad, la innovación y el trabajo en equipo han sido los pilares sobre los que se ha construido el éxito de esta marca. Y aunque el camino no ha sido fácil, Pacheco y Núñez están convencidos de que San Francisco ofrece un entorno ideal para seguir creciendo.
“El diseño industrial tiene mucho para ofrecer, y la carrera del Cres ha sido clave en esto. Nos permitió quedarnos en nuestra ciudad, desarrollar nuestras ideas y, sobre todo, construir algo que nos apasiona”, concluyó Núñez. Con miras al futuro, ambos emprendedores planean seguir innovando y expandiéndose, siempre con la misma filosofía: crear productos duraderos, prácticos y diseñados con pasión.