Mendoza
Instituto Próvolo: absolvieron a la monja Kumiko Kosaka
La la fiscalía había pedido 25 años de prisión para la religiosa imputada en seis delitos contra niños sordomudos.
Todas las personas imputadas por los delitos de abusos en el instituto Próvolo fueron absueltas este miércoles en el juicio que se les siguió en el ámbito del Tribunal Penal Colegiado 2 de la provincia de Mendoza.
Se trata de las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, así como ex directoras y empleadas del instituto: Graciela Pascual y Gladys Pinacca; la cocinera Noemí Paz, Valeska Quintana, Laura Gateán, Cristina Leguiza y la psicóloga Cecilia Raffo.
La justicia dio a conocer su veredicto luego de más de dos años de debate, más de 100 testigos y unas 300 audiencias.
Durante la etapa de alegatos de cierre, los defensores habían solicitado la absolución de las religiosas y de las otras imputadas, en tanto la fiscalía y la querella solicitaron penas de 3 a 18 años de prisión.
Asimismo, se esperaba la absolución de Quintana, Gateán, Leguiza y Raffo, ya que tanto la fiscalía como la querella habían pedido penas para ellas.
En el debate por la responsabilidad penal por omisión de denunciar abusos sexuales, el fiscal Alejandro Iturbide y la querella habían solicitado 18 años de prisión para Pascual , ex representante legal del Próvolo y 10 años de prisión para la monja Martínez e inhabilitación para ejercer la docencia.
En el caso de la ex directora Gladys Pinacca y la cocinera Noemí Paz, habían pedido la pena de 3 años de prisión condicional, acusadas por el delito de omisión de prestar auxilio y encubrimiento agravado.
La monja Kumiko llegó a este debate imputada en seis hechos, por los delitos de "participe en términos de comisión por omisión, emergente de la violación al deber de garante, del delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser el autor encargado de la guarda y por ser cometido contra un menor de 18 años de edad aprovechando la situación de convivencia preexistente", y la fiscalía había pedido 25 años de prisión.
El 3 de mayo de 2021, tras la reanudación de la actividad judicial luego de pandemia de Covid-19 y la virtualidad como forma de trabajo, comenzó a desarrollarse el tercer juicio por las denuncias de abuso a menores en el Instituto Próvolo, de la localidad de Luján de Cuyo, que surgieron en noviembre de 2016.
En el primer juicio de esta mega causa, que fue abreviado, el monaguillo y ex empleado administrativo del Próvolo, Jorge Bordón, confesó la autoría de los hechos y en septiembre de 2018 fue condenado a la pena de 10 años de prisión.
Con respecto al segundo juicio, los jueces condenaron a los curas Nicola Bruno Corradi, Horacio Corbacho y el jardinero Armando Gómez a las penas de 42, 45 y 18 años de prisión, respectivamente.