Incitando a consumir drogas
La polémica por una campaña sobre consumo de drogas en Morón, exhibió con crudeza la liviandad con la que algunos funcionarios asumen la cuestión de las adicciones y admite la derrota del Estado en el combate contra los narcotraficantes.
Semanas atrás, el municipio de Morón, que encabeza el intendente oficialista Lucas Ghi, quedó en una fuerte polémica a raíz de un folleto destinado a los jóvenes con una serie de consejos para quienes consumen drogas. Se trata de un panfleto impreso por la Dirección de Políticas para Juventudes de la intendencia de Morón, que habla de consejos para el "consumo responsable" de estupefacientes, distribuido en un stand en un festival para toda la familia.
Lo que sería un folleto de difusión de medidas de salud pública en el marco de una política de "reducción de daños" -según sus autores- reza: "Si vas a consumir tené en cuenta estos consejos: andá de a poco y despacio. Tomá poquito para ver cómo reacciona tu cuerpo. Si te detienen, tenés derecho a un abogado". En cuanto a la marihuana, afirma: "Porro: mejor flores. Conseguilo de fuentes confiables".
Los folletos fueron repartidos en un stand del festival La Minga, organizado por la Dirección de Juventud. "Si salís de joda, cuidá tu salud", aseguró también el mensaje de la Municipalidad a los jóvenes.
La enrevesada explicación del municipio de Morón agregó muestra la confusión de quienes están detrás de estas decisiones: "El paradigma de reducción de daños, sostenido por el gobierno comunal (...) está en las antípodas de la estigmatización o represión de quienes consumen, y busca desplegar políticas socio-sanitarias que protejan su salud, brinden información útil y garanticen la libertad individual de todos y todas". Agrede la inteligencia que no se estigmatice a una persona aconsejándole que "consuma de a poco". Mucho menos que se esté protegiendo su salud.
Las redes sociales dieron el primer paso. Posteriormente, la grieta política se entrometió. En todos los casos, ante inauditas defensas por parte de los autores, el rechazo se generalizó. Las opiniones de los expertos en la lucha contra la adicción a las drogas fueron negativas. Y también contundentes. Porque se coincide en esos ámbitos que "las campañas, inclusive las campañas de reducción de riesgos y de daños, deben estar enmarcadas en la promoción de hábitos saludables".
Por cierto, el folleto no promociona ningún hábito saludable. Parece dar por sentado que el consumo de drogas es algo natural en nuestra sociedad y que la adicción no representa un enorme riesgo para la salud de una persona, "si se toma poquito". Al mismo tiempo, denota el fracaso estrepitoso de la política pública en materia de control del narcotráfico. Llega al extremo de considerar a algunos vendedores de marihuana como "fuentes confiables", cuando en realidad estos narcotraficantes deberían ser combatidos y aprehendidos por los organismos competentes del Estado.
El episodio de Morón no puede ser tomado como uno más. No es una anécdota. Exhibe con crudeza la liviandad con la que algunos funcionarios asumen la cuestión de las adicciones y admite la derrota del Estado en el combate contra los narcotraficantes.