Sociedad
Horacio, el coleccionista de Guarany y Rosas
Este sanfrancisqueño conserva la mayor colección discográfica de Horacio "Pueblo" Guarany y también atesora objetos, e incluso se hizo un tatuaje de otro de sus ídolos, Juan Manuel de Rosas.
Por Stefanía Musso | LVSJ
Cuando se piensa en emblemas patrios, generalmente recordamos a algunos próceres que, sin quitarles mérito, son los más conocidos y apreciados por el público en general.
Sin embargo, ya sea en la historia de nuestro país, la política o el arte; hay grandes hombres y mujeres que dejaron su huella imborrable y escribieron capítulos de nuestra historia. Eso sí, lo curioso está en encontrar fanáticos de ellos, pero más aún, que coleccionen piezas o tesoros referentes.
En barrio Independencia, un hombre de 37 años fanático del coleccionismo, aseguró que resguarda tesoros de dos hombres muy especiales para la historia argentina: el primero es Horacio "Pueblo" Guarany, del cual asegura tener la mayor colección discográfica del artista en todo el país. El segundo, y el más curioso, es su admiración por Juan Manuel de Rosas, al cual no solo lee todo el tiempo sino que tiene cuadros, libros, remeras y hasta un tatuaje que ocupa gran parte de su brazo derecho. Él es Horacio Perna, un apasionado de la música y la historia argentina.
El Potro, mi ídolo
El 15 de mayo próximo se celebra un nuevo natalicio de Horacio Guarany y si estuviera vivo, cumpliría 99 años, casi un siglo y la mitad de su vida dedicada al canto del folclore. Su canción "Si se calla el cantor" se convirtió en un himno para la generación de los años '60 y '70 y aún hoy se levanta como bandera. En su casa, Horacio Perna tiene más de 100 placas en distintos formatos: discos de pasta, discos de vinilo, CDs y casetes editados en Argentina, Paraguay y Bolivia.
A través de esta colección, el sanfrancisqueño demuestra toda la pasión musical por este artista que nació en Las Garzas, en el Chaco santafesino, pero de jovencito tuvo que hacerse a la suerte donde conoció la farra, el desacato del vino, la ternura de las mujeres de la noche. Fue entonces que la música fue su gran abrigo y con el tiempo, lo convirtió en la gran voz popular.
“Escuché por primera vez a Guarany en la casa de mi padrino celebrando una Navidad”. El vecino de barrio Independencia tenía apenas 13 años y el hombre con su mismo nombre lo cautivó. “Lo miraba en los festivales del país y me juntaba con amigos a escucharlo”. Hace 10 años, se propuso juntar todos los discos. “Pensé que iba a hacer algo imposible, utópico, pero lo logré y hasta conseguí cosas inéditas que no tiene nadie”. “Horacio (por Guarany) le puso música a mi vida”, expresó.
Un ejemplo de rareza de esta colección, son los primeros tres discos del cantor popular editados en pasta que se reproducen en vitrola; pero además hay uno que es una sorpresa: está autografiado por Guarany y no se lo encuentra en la lista de discos del artista.
“La firma lo autentifica”, dijo con seguridad el sanfrancisqueno y contó que “gran parte de la colección que tiene perteneció a Gustavo Lobianco, un coleccionista de folclore que supo atesorar mucho material de audio de El Potro y que fue el que hizo posible que los discos de Guarany se pudieran reeditar en CD, ya que, en épocas de la dictadura, la discográfica Phillips tuvo que quemar todo su material”. Y agregó: “Por ese motivo, la gran mayoría de esos discos que le pertenecieron a Lobianco tienen un valor extra para la música popular. Él me envió una carta certificando que los discos que le compré fueron fuente de recuperación gráfica y sonora de Guarany. El mismo me dijo que estuvieron en manos de Horacio”, contó el hombre. “La colección está completa y creo ser el único en el país en haberlo hecho”.
Orgullo por Rosas
Párrafo aparte merece este otro costado del historiador. Además de Guarany, Horacio tiene otro ídolo: Juan Manuel de Rosas.
“Desde chico leí historia argentina y a los 14 me regalaron los tomos de un historiador. Ahí lo conocí, pero me fanaticé leyendo a otros escritores”. “Tengo muchos libros y cosas de él”, agregó. Entre las piezas que tiene, hay banderines, cuadros, fotos, retratos y también adquirió cartas manuscritas certificadas del político argentino. Pero además de eso, lleva con mucho orgullo camisetas de Rosas y un enorme tatuaje en el antebrazo derecho.
“Hace cuatro años me tatué el rostro de Rosas”, indicó el sanfrancisqueño. El político y hacendado rioplatense que gobernó la provincia de Buenos Aires y dirigió la política exterior de la Confederación Argentina durante casi treinta años a mediados del siglo XIX es para Horacio, un gran referente de la historia.
“Murió en el exilio y gracias al revisionismo histórico pudo reconstruirse su rol en la historia. Cuando él se fue de Argentina se llevó los documentos con pruebas de todo lo que hizo. Su hija hizo posible que se reescriba la historia y se lo reivindique”.
El 30 de septiembre de 1989 los restos de Juan Manuel de Rosas regresaron al país. Había muerto en 1877, a los 83 años, en Inglaterra, en una granja que trabajó casi hasta el último día. Vivía solo, condenado en su país y al borde de la miseria.