Análisis
Hipertensión arterial: flagelo que muchos desconocen
En el Día Mundial de la Hipertensión, advierten que la enfermedad afecta a un gran número de personas en nuestro país y sólo una minoría sabe controlarla.
El 36% de la población adulta de nuestro país presenta niveles altos de presión arterial. El 38,8% de los hipertensos desconoce su condición; y entre quienes la conocen, sólo una minoría está bien controlada. Estos datos fueron difundidos recientemente por la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial, con motivo de la celebración del Día Mundial dedicado a esta patología que constituye uno de los factores de riesgo más importantes de muertes por problemas cardiovasculares.
La misma asociación estimó que en la actualidad la hipertensión arterial afecta a entre el 25 y el 30% de la población mundial. Y los datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) indican que en América Latina y el Caribe la padecen entre el 20% y el 40% de los adultos, lo que representa unos 250 millones de personas. Y, si bien cada año cerca de 1.6 millones de latinoamericanos mueren por estas enfermedades, las tasas de control siguen siendo inaceptablemente bajas.
Cabe consignar que la hipertensión es el principal factor de riesgo para sufrir y morir de modo prematuro como consecuencia de un evento cardiovascular (como infarto de miocardio, accidentes vasculares cerebrales, insuficiencia cardíaca, etc.). “Por lo tanto, controlar este factor resulta clave a efectos de prevenir enfermedades del corazón. Por otra parte, la HTA está directamente relacionada con otros factores de riesgo cardiovasculares como la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y el consumo de alcohol. De hecho, las personas con diabetes conforman un grupo con mayor riesgo de presentar la enfermedad: más del 80% de quienes padecen diabetes tipo 2 tienen hipertensión”, detalló el informe de la citada entidad médica.
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Que en el país casi el 40% de la población sufra de hipertensión es un dato que debería mover a la acción y al desarrollo de campañas de difusión y control más efectivas y, por cierto, permanentes. La educación es fundamental, sobre todo para modificar estilos de vida poco saludables, como el sedentarismo, el alto consumo de alimentos ricos en sal y la escasa ingesta de frutas y verduras, entre otros aspectos. Son hábitos que se arraigan en la población desde edad temprana y resultan difíciles de modificar con los años.
Pero la difusión masiva de medidas sanitarias que tiendan a prevenir la hipertensión arterial son esenciales porque el nivel de conocimiento de la población sobre esta patología es bastante bajo. Alarma el dato de que 1 de cada 4 argentinos no sabe que sufre de presión alta. En especial, tendría que hacerse foco en los jóvenes, puesto que las encuestas llevadas a cabo dejan en evidencia que la mayoría nunca se ha tomado la tensión y desconocen las variables que inciden en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.
Frente a este panorama que se puede palpar como adverso, la advertencia de la comunidad médica especializada en hipertensión arterial no puede soslayarse. Obliga a todos. A las autoridades de salud para que diseñen estrategias fructíferas en materia de prevención de este mal. Pero también a todos. Porque es vital modificar hábitos arraigados que son perjudiciales para la salud de las personas. Estas modificaciones tendrán por cierto efectos beneficiosos a mediano y a largo plazo, pero requieren de implementación urgente para no que la estadística no continúe acrecentándose.