Hay que motivarse
El incentivo para la Argentina debe pasar por el rival y por cerrar de la mejor manera un torneo que dejó algunas cosas positivas como la aparición de jugadores como Paredes, De Paul y Foyth.
No es lo que queríamos. No es lo que imaginábamos ni lo que soñamos, pero es lo que tocó. Jugar por el tercer puesto es casi menos que un premio consuelo, pero es la selección, que tiene una camiseta muy grande y hay que respetarla como tal.
Será un partido de protocolo, los dos planteles ya quisieran estar de vacaciones, aunque no deberán dejar de lado el orgullo de representar a sus países. El público ya no acompañará como en los anteriores juegos, pero lo que vayan tienen que ser respetados.
Lejos, muy lejos de ser una revancha por las finales perdidas, qué el rival sea Chile le puede generar algo extra. Un plus que quizás con otro equipo no se hubiese producido.
Además y qué no es poco, estará en cancha el mejor del mundo, Lionel Messi. Aún con todos sus detractores, no deja nunca de ser un placer verlo jugar. Su sola presencia ya enaltece el torneo y obvio, cualquier partido.
La motivación tiene que estará demás para aquellos jugadores que en estos partidos hicieron bien las cosas, pero que para nada tienen ganado su lugar dentro de la "albiceleste". Los Paredes, De Paul y Foyth entre otros son la renovación y tienen que demostrar en cada presentación que vienen para quedarse. Los de la vieja generación ya se están despidiendo, este partido para algunos puede ser casi hasta de homenaje, entonces es donde ellos ya pueden empezar a mostrarse con mayor relevancia.
No quisiéramos hacerlo pero hay que jugar. Y como en cada partido, se oficial o amistoso, por lo que haya en juego, el honor tienen ser un arma a la cual hay que defenderla a muerte.