¿Hacia dónde crece San Francisco?
La ciudad amplió su "mancha" urbana en 35 % en la última década. Creció más hacia el norte, pero en el sur también. Esa expansión demanda un planeamiento urbano integral y una política pública aggiornada. En 2018, se dio un paso importante en cuanto a nuevas reglas de juego a la hora de construir, con más exigencias de infraestructura para loteos.
Por Cecilia Castagno | La Voz de San Justo
Cuatro millones de metros cuadrados. La
cifra equivale, por ejemplo, a 40 mil casas de 100 m² o a 80 mil departamentos
de 50 m². Ese total representa lo que la ciudad de San Francisco posee en superficie
edificada.
El municipio está diseñando un nuevo plan urbano, un modelo de ciudad compacta planificado atendiendo que la llanura es su mayor recurso paisajístico y que en los últimos diez años se amplió en 35 % la mancha urbana, es decir, la superficie urbanizada, en un ejido urbano municipal que comprende 8.500 hectáreas.
Se observa un incremento del crecimiento hacia el norte con grandes loteos residenciales, aunque el sur hace su contrapeso. Mientras tanto, una propuestas de ordenanza sobre cómo, cuánto y hacia dónde debe crecer la ciudad es un debate aún pendiente en el Concejo Deliberante.
El municipio se propuso trabajar de manera interdisciplinaria en un nuevo Código de Edificación ya que el que rige actualmente-ordenanza Nº 3.252- tuvo su última actualización hace 30 años.
El equilibrio entre los barrios de la periferia y el área central es uno de los desafíos de las ciudades del siglo XXI al que San Francisco no escapa, siendo todavía joven -mañana cumple 133 años-, que tiene mucho por crecer. El objetivo es lograr una legislación "superadora" en materia de planificación urbanística. Un primer paso se dio en 2018, cuando se introdujeron cambios en los requisitos para aprobar loteos, exigiendo tres obras clave para la comodidad y bienestar de quienes vayan a habitarlos: todas las calles pavimentadas, cloacas e iluminación con luces led.
Desde la Secretaria de Infraestructura aseguran que la expansión del medio construido se realiza previendo los costos socioambientales, políticos y económicos que acarrea el crecimiento y que acompañan con obras necesarias.
Enrico: "No se pretende una ciudad que tenga un desarrollo en altura exagerado porque se generaría una asimetría respecto a la trama que es plana y regular".
Evitar la "ciudad aguja"
En los últimos años, algunos emprendimientos inmobiliarios empujaron hacia arriba el espacio construido, lo que obligó a una serie de excepciones a las normativas vigentes. En tanto, una nueva ordenanza pondría límites en las alturas de los edificios, uno de los puntos más cuestionados a medida que estas torres se alejan del sector más céntrico.
"Buscamos concentración en la zona central y dispersión en la periferia. Queremos evitar la 'ciudad aguja'", aseguró el secretario de Infraestructura de la municipalidad, Oscar Enrico en entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Se pretende que el nuevo espacio abierto urbanizado y los barrios más antiguos no estén tan espaciados y desconectados, con "agujeros" en la mancha urbana.
-¿San Francisco tiene un crecimiento urbano ordenado?
Existe un crecimiento de la mancha urbana hacia el norte con grandes loteos residenciales pero también hacia el sur con nuevos barrios como el loteo municipal Brisas del Sur o la construcción de 432 viviendas del Plan Procrear, aún en obra. San Francisco cumple con la tendencia mundial de que las ciudades crecen hacia el norte, sin embargo, teneos ese fenómeno particular de también hacer crecer notablemente hacia el sur. De allí que no es casual que el intendente Ignacio García Aresca haya pensado en una escuela Proa en barrio La Milka. Hay en el sur una proyección poblacional muy alta que se acompaña con nuevos loteos.
-El crecimiento edilicio demanda obras de infraestructura pero también analizar su impacto y evitar conflictos socioambientales.
Desde el punto de vista urbanístico, estamos haciendo un trabajo que pretende superar lo que está hecho. Trabajamos en la adecuación de ordenanzas históricas, una comisión de profesionales se reúne regularmente para cumplir lo antes posibles ese objetivo. Ya estamos regulando temas como superficie en altura, superficies mininas, disponibilidad de cocheras, habitabilidad, entre otros aspectos.
-Es evidente un alto consumo de suelo en la periferia.
Buscamos concentración en la zona central y dispersión en la periferia. No obstante, este crecimiento del centro hacia afuera está impulsado porque en el área central de San Francisco existe un alto porcentaje de edificación y los terrenos que quedan vacantes, no son lo suficientemente amplios como para desarrollar un loteo. Por otra parte, los terrenos del centro tienen un valor económico sensiblemente superior. Con la extensión de servicios e infraestructura pudimos lograr no caer en "islas" o "islotes" y estos loteos que surgieron en la periferia se integraron al mapa urbano, no quedaron desconectados.
"No se pretende una ciudad que tenga un desarrollo en altura exagerado porque se generaría una asimetría respecto a la trama que es plana y regular".
-¿Hacia dónde va la nueva regulación del uso de la tierra?
Hay varios aspectos a tener en cuenta, como visibilidad, espacios libres, ventilación, iluminación, es decir, una conjunción de elementos ambientales. También seguridad, transitabilidad y confort. Le estamos dando mucha importancia al desarrollo de la trama urbana, eso en conjunto con todas las obras que se van incorporando y hacen a la estructura de base: cloacas, que era un tema postergado desde hace 50 años; desagües pluviales; pavimento; cordón cuneta. A veces, la planificación es una visión estratégica hacia el futuro pero otras veces, responde a usos y costumbres ya instaladas.
-Entonces, ¿hay excepciones a las normativas urbanas vigentes? ¿Es el caso de los edificios en altura?
Queremos evitar la "ciudad aguja". La ordenanza no suponía años atrás una expansión en altura. San Francisco tiene mucho espacio, 8.500 hectáreas, nadie podía pensar que vendría un desarrollista con la intención de construir un edificio de 15 pisos, incluso, fuera del centro. Ahí se empieza a chocar con elementos de regulación. O aplicás lo que tenés, que ya perdió vigencia, o desarrollás algo nuevo que tiene que adaptase a la propuesta que viene de un emprendimiento privado.
Es más complejo en los barrios, donde los vecinos alegan que con una torre de departamentos se sienten observados, pierde valor su propiedad, les quita luz, pero en un país donde las inversiones no abundan, hay que priorizar y analizar una serie de factores; ¿corro al inversor o priorizo la inversión y doy mano de obra? Para un funcionario no es tan simple. A veces hay que tomar decisiones.
Queremos una planificación estratégica. Uno va adaptándote a los cambios para la puesta en valor de una ciudad que pretende estar a la vanguardia en materia de desarrollo urbanístico.
Patrimonio. "Existen unas 80 áreas comprendidas entre lo que llamamos las Áreas de Protección Histórica, como el Palacio Municipal".
-Una obra como la Tecnoteca, ¿viene a "romper" con el paisaje tradicional o a integrarlo?
Obras como la Tecnoteca y el Centro Cultural (J. J. Paso y Mitre) son icónicas, vienen a irrumpir en puntos críticos de la ciudad desde lo arquitectónico. La Tecnoteca pone en valor un espacio tan apreciado por los sanfrancisqueños como es la Plaza Cívica. Es una intervención fuerte, sugerente, dinámica, que no rompe el equilibrio espacial pero al mismo tiempo le agrega una fisonomía arquitectónica muy diferente al lugar.
"La Tecnoteca es una intervención fuerte, sugerente, dinámica, que no
rompe el equilibrio espacial pero al mismo tiempo le agrega una fisonomía
arquitectónica muy diferente al lugar".
- La apertura de la Plaza Cívica, desde siempre divide opiniones en la ciudadanía. Cuando se anunció la Tecnoteca había rumores de obras complementarias, entre ellas, conectar las avenidas Libertador (N) y (S). ¿Ese cambio está en la agenda del municipio?
Hoy, desde el punto de vista vial, la Plaza Cívica no representa ningún problema y desde lo arquitectónico, como tal es un símbolo, entonces romper con ese equilibrio no interesa ahora. Pero no se descarta que algún gobierno pueda llegar a hacer esa obra.
Patrimonio
- ¿Se cumple la conservación del patrimonio histórico arquitectónico?
Sí. En su momento, las arquitectas Aurora Bruno y Cristina Rearte hicieron un trabajo magnífico para el municipio en cuanto a la conservación del patrimonio, para que no quede en el olvido. Sin embargo, hay ordenanzas que todavía deben perfeccionarse para reglamentarlas y darles forma definitiva. Se busca proteger sitios importantes de valor histórico para que no desaparezcan ante el avance urbano. Existen unas 80 áreas comprendidas entre lo que llamamos las Áreas de Protección Histórica, como el Palacio Municipal, Casa Godino, las parroquias Catedral y Cristo Rey, la zona comercial del bulevar 25 de Mayo, las estaciones de los ferrocarriles Mitre y Belgrano, Plaza San Francisco y el Cementerio.
-El adoquinado también es parte del patrimonio, intocable, pero requiere de mantenimiento constante.
Las calles de adoquines son marcas de la historia e identidad de San Francisco. Su conservación es varias veces más cara que el mantenimiento del asfaltado común. En breve, vamos a realizar tareas de reparación del adoquinado en inmediaciones de la Estación Terminal de Ómnibus, que presenta un notable estado de deterioro.
Abrir Libertador Sur sigue en pie
-Hubo obras determinantes para ordenar el crecimiento de la ciudad y que cambiaron su fisonomía, como la extensión de Libertador Norte, a fines de 2016. ¿Qué sigue?
Hay muchas ideas y proyectos. La apertura de nuevas calles hace al mejoramiento de la comunicación vial y eso es muy importante. Sigue en pie el proyecto de abrir la avenida del Libertador (S), a la altura de las vías del Belgrano Cargas y su posterior pavimentación. Esta obra beneficiaría, entre otros, a los barrios San Martín, Catedral, Bouchard, La Milka y el loteo Brisas del Sur, descomprimiendo de esa manera el tránsito vehicular en calles como Avellaneda, General Paz y Echeverría, que ya cuentan con paso a nivel conectando los barrios del sur con el resto de la ciudad. En tanto, su avance depende de la burocracia del Estado nacional que pone restricciones en materia ferroviaria. Pero el proyecto no se abandona.
Otra obra importante es la denominada "costanera norte", a la vera de avenida Maipú, espacio que los sanfrancisqueños ya adoptaron y disfrutan. Otra obra en la que trabajamos es la del paseo urbano en la intersección de las avenidas Maipú y Urquiza, en el sector noroeste, que incrementará el valor urbanístico de la zona. Se está preparando el suelo de los casi 200 metros en los que se hará esta intervención puntual en el extremo de la avenida Urquiza, en su intersección con Maipú y hacia el norte, el tramo de tierra que va hasta las vías del exferrocarril Mitre. Se dejará la calle en condiciones de transitabilidad con su adoquinado de cemento, además habrá juegos, estaciones de descanso y mobiliario urbano, generando otra arquitectura en un espacio hoy en desuso.
Patrimonio. "Se busca proteger sitios importantes de valor histórico para que no desaparezcan ante el avance urbano".
-De persistir este ritmo de expansión urbana, ¿cómo ve a San Francisco para 2030?
Todo dependerá de un acuerdo entre la voluntad de inversión y la regulación en materia de planificación territorial estratégica y de desarrollo urbanístico. Uno desearía que la ciudad sea un modelo a seguir. De nuestra parte, queremos una ciudad ordenada, con espacios abiertos muy grandes y espacios verdes importantes. No se pretende una ciudad que tenga un desarrollo en altura exagerado porque se generaría una asimetría respecto a la trama que es plana y regular. Nadie quiere una ciudad aguja. Se pretende una zona de concentración de edificaciones en altura, pero que no sea una trama excesivamente alta porque no tenemos problema de falta de espacio.