Cáncer de piel
Hacer “buen uso del sol” protegiéndose de los rayos UV para prevenir
Si es detectado a tiempo, el cáncer de piel puede curarse, por eso es clave protegerse y para eso la “fotoeducación” es muy importante. La médica dermatóloga Julia Blanzari brindó estrategias para prevenirlo.
Por Isabel Fernández|LVSJ
El sol es necesario para la vida, pero debemos hacer un uso consciente del mismo. El 52,8% de los melanomas diagnosticados en Argentina son atribuibles a la exposición a rayos UV, "lo que lo ubica entre los países de riesgo medio" para el desarrollo del cáncer de piel entre personas de más de 30 años.
Es el tipo de cáncer más frecuente y su incidencia tiene un aumento progresivo en todos los grupos etarios, incluso en pacientes jóvenes. De todos modos, la mayoría se curan, especialmente cuando se tratan en su fase inicial. De ahí la importancia de la prevención.
La médica dermatóloga Julia Blanzari (MP-34818; ME-18740) del Sanatorio y Clínica San Justo advirtió que la exposición al sol en horarios no adecuados “es el principal factor de riesgo para el cáncer de piel. Estar expuesto, no tener ropa adecuada y no utilizar factor de protección también es un factor de riesgo. Se produce una sumatoria del mal uso que hacemos del sol, mala exposición al sol el envejecimiento prematuro de la piel y daños que pueden resultar en cáncer”.
Aunque actualmente parece haber más conciencia sobre las medidas de prevención, se ve gente más joven con cáncer de piel. ¿Cuál es la razón?. La doctora Blanzari aseguró que hoy “estamos viendo esta enfermedad en gente más joven porque hace unos quince años no existía el cuidado que hoy se tiene. Actualmente hay más concientización”.
Agregó que según su experiencia “se ha visto cáncer de piel a partir de los 25 años aproximadamente por daño solar debido a que no hubo cuidados y en menores también, pero porque tienen patologías que predisponen a que se generen, no por daño solar”.
Blanzari aseguró que el uso de protectores solares para prevenir “ayuda y mucho porque son los que se encargan en mayor medida de generar una barrera, con los diferentes mecanismos de acción, entre la piel y la radiación ultravioleta (UV)”.
En medio de la difícil situación económica que vive el país, es cada vez más difícil comprar un protector solar y a esto se suma que la mayoría de las obras sociales no tienen cobertura ya que los consideran un producto cosmético.
Asimismo, Blanzari consideró que actualmente “la gran mayoría de la gente tiene cuidados y los usa pese a las dificultades. Creo que como profesionales los dermatólogos tenemos que adaptarnos a la realidad y brindar diferentes propuestas, hay marcas que también son buenas y son más accesibles”.
Las estimaciones realizadas por la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (Iarc) de la Organización Mundial de la Salud en Argentina atribuyen el 52,8% de los melanomas a la exposición a rayos UV, lo que lo ubica entre los países de riesgo medio. Además, se prevé que para el 2030 los no melanomas incrementarán un 23% y los melanomas un 19%.
Tipos y características
Cuando hablamos de cáncer de piel nos referimos a distintos tipos de lesiones malignas. El carcinoma basocelular (75%, el más frecuente) y el carcinoma espinocelular (alrededor del 15%) se asientan predominantemente en áreas fotoexpuestas, es decir, que siempre están expuestas a la luz del sol u otras fuentes de radiación ultravioleta (RUV).
Esas áreas de mayor fotodaño son cara, cuello, escote, pabellones auriculares, dorso de manos y antebrazos, cara anterior de piernas. La exposición crónica al sol o camas solares, así como el antecedente de quemaduras solares en reiteradas ocasiones, han sido confirmados como favorecedores del desarrollo de todas estas formas de cáncer de piel. El melanoma representa alrededor del 5% de los cánceres de piel y a pesar de no ser el más frecuente, es el más relevante en cuanto al riesgo de vida, ya que existe la posibilidad de extenderse más allá de la piel (desarrollo de metástasis ganglionares y a distancia).
Si es detectado a tiempo, el cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos. El carcinoma basocelular, que es el más frecuente, rara vez (casi nunca) ocasionará la muerte: en general no da metástasis. Pero puede ser agresivo localmente, es decir, que en su crecimiento puede ir destruyendo estructuras que ocasionen sufrimiento en la función (por ejemplo, invadir el ojo y requerir su extirpación para considerar que el cáncer se ha curado) y en el aspecto estético, en especial en la cara y cuello, áreas donde este tumor asienta con mayor frecuencia. Su detección precoz evitará estas consecuencias indeseables y el riesgo de recaída en el tiempo. En el caso del carcinoma espinocelular, este tiene un mayor riesgo de hacer metástasis ganglionares, en especial en algunas localizaciones como la cavidad oral, área genital, entre otras.
El melanoma, cuando es detectado tempranamente, puede tener un pronóstico muy favorable. Para que esto ocurra, la población debe estar interiorizada acerca de las características, sospechas, la necesidad del autoexamen periódico y el control con el especialista sistematizado.
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Fotoeducarse
Para lograr la prevención del cáncer de piel es necesaria la educación y concientización acerca de los cuidados frente a las fuentes de radiación ultravioleta (RUV), como son el sol y las camas solares. La RUV es la principal causa del desarrollo de cáncer de piel.
Por eso, estar atentos a los síntomas es vital para el control y detección del cáncer a tiempo. La doctora Blanzari brindó una serie de estrategias de “fotoeducación”:
- Tratar de evitar exponerse al sol después de las 10 y antes de las 16 (cuando su sombra es más corta que su altura), independientemente de que sea adulto o niño.
- Usar ropa protectora, sombreros y anteojos de sol.
- El uso de protectores solares con factores entre 30 y 60 y reaplicarlo cada 2 a 3 horas.
- Usar productos tópicos autobronceantes en reemplazo del bronceado solar.
- Se desaconseja el uso de camas solares
- Los niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol y los menores de 2 años deben tener precauciones extremas.
- En el caso de estar en una playa, a pesar de estar en la sombra, el reflejo del agua y la arena, que tiene mica, puede causar quemaduras.
- Conocer su cuerpo, realizar el autoexamen de lunares y su formología. Prestar atención a las llagas o lesiones que no terminan de cicatrizarse
- Realizar el control anual con un médico especialista.
Cómo reconocer lunares:
- Analizar si son asimétricos
- Ver si los bordes son irregulares
- Tener de referencia al color, si es variada y si hay cambios y si hay zona sin pigmento.
- Determinar el diámetro, si son mayores a 6 mm.
- Seguir la evolución, si genera picazón, sangrado o costras.