Entrevista
Gustavo Grosso: el creador de recuerdos
El empresario Gustavo Grosso es el director de Setil Viajes y Turismo. Con más de 30 años en este rubro, comenzó su vida laboral como profesor de Educación Física pero la vida le mostró otros caminos. Para Gustavo, “la mejor herencia que podemos dejar son los recuerdos y los viajes te lo dan”.
Mientras Gustavo Daniel Grosso habla con Posta, decenas de pasajeros en este momento están viajando por el país y el mundo con Setil Viajes y Turismo.
Esta es la agencia que se inició hace más de 30 años y que hoy tiene clientes hasta en España.
Con una mentalidad empresarial única, Grosso contó el valor que tiene el equipo de trabajo que comparte y le permite crecer día a día y ser el elegido para entablar viajes, los que él destaca como lo más importante para atesorar eso que nada ni nadie nos puede quitar: los recuerdos.
El profesor de Educación Física….
Antes fui otra cosa. Mi idea era estudiar ingeniería electrónica. Empecé en la UTN de San Francisco porque en ese tiempo jugaba al fútbol en Sportivo Belgrano. Con el tiempo, no se dio que siga la carrera y me fui a estudiar el profesorado en Educación Física al Ipef en Córdoba donde seguí mi carrera deportiva en el Club Juniors.
Cuando me recibí hice algunas suplencias en la escuela Irigoyen, Iturraspe, Hermanos Maristas y Dr. Nicolás Avellaneda. Pero cuando salieron los viajes, dejé todo.
-Cómo fueron esos inicios
Cuando me recibí, en 1988, formamos la primera escuela de fútbol junto a Maciel Vottero y Gustavo Barovero. Luego dimos clases de hockey sobre césped y tres años después nos trasladamos a Tiro y Gimnasia. En ese momento nace “Servicio Educativo Para el Tiempo Libre” que con el tiempo y acomodando un poco las letras se transforma en “Setil”.
En ese entonces, estaba junto a Raúl “Indio” Navarro y un equipo de profes que nos acompañaban. Dábamos clase de gimnasia deportiva, lo que fue el primer gimnasio de ese tipo, la primera cancha de fútbol sintético, campamento y varias disciplinas deportivas recreativas. También tuvimos el primer espacio para fiestas infantiles.
-¿Cuándo surgen los viajes?
Los primeros viajes fueron en carpa, arrancamos con uno en Río Ceballos con un grupo de amigos y en el año 1995, una mamá de una estudiante de la escuela Iturraspe que hoy es colega mía, me consultó por un viaje tipo campamento para los chicos que terminaban la primaria. Entonces, empezamos a averiguar y surgió el hotel de Aoita en La Serranita y a partir de ese año comenzamos con los viajes de egresados. Eran tipo campamento porque los chicos hacían caminatas, juegos de supervivencia, fogones y todo tipo de actividades relacionadas con la naturaleza. Eran campamentos en hoteles.
Dos años después, comenzamos a hacer viajes educativos de un día o más, siempre manteniendo este perfil.
Con el tiempo, empezamos a darle la vuelta para el viaje a mayores. La primera prueba fue un viaje de Esquel a esquiar. Me acuerdo que viajamos con dos colectivos; uno de adolescentes y otro con mayores.
Luego, nos abocamos a los viajes para mayores pero como los de los niños es decir, tipo campamento en hoteles, “Todo incluido”. En ese entonces, armábamos un viaje llevando nuestros propios cocineros. Buscábamos hoteles que nos den sus cocinas de manera exclusiva para nosotros. Llegamos a conseguir hoteles cinco estrellas que nos den sus espacios.
-La cuestión gastronómica fue lo que “tentó” a los pasajeros de Setil.
Fuimos por el lado de la comida. Los viajes a Patagonia duraban 21 días y la gente hablaba de los paisajes igual que la comida que les servíamos. Hasta los hornos llevábamos. Este destino fue el que marcó el inicio de Setil Viajes y Turismo.
Entonces, cuando pensamos en dar todas las comidas, también teníamos que sumar todas las excursiones.
Uno de los grandes empujes en los viajes nacionales fue cuando empieza a caer el 1 a 1 (2001) y coincide con nuestros comienzos en las salidas de mayores por Argentina, la gente empezó a viajar mucho más por nuestro país
En el 2007, hicimos el primer viaje en avión cuyo destino fue Perú. Cuando empezamos a salir del país era un impedimento viajar con los cocineros y empezamos a ofrecer los almuerzos y cenas en restaurantes en destino. El cambio fue duro y costó que la gente lo acepte porque a los pasajeros le gustaba esa forma de servicio pero nos abrió el mercado para poder hacer más viajes a otros lugares.
Hoy estamos viajando por toda la Argentina y a casi todo el mundo. Con el tiempo, fuimos entablando relaciones con otras agencias y de esa manera nos convertimos en mayorista en turismo emisivo (vendemos en toda Argentina) y receptivo para muchos pasajeros del mundo que quieren conocer nuestro maravilloso país.
-¿Cuándo le dijiste adiós al deporte para que Setil sea Viajes y Turismo?
Fue cuando debíamos renovar el contrato con el Club Tiro y Gimnasia y decidimos quedarnos con el espacio físico de las viejas oficinas de Setil y devolvimos el gimnasio y las canchas.
Creo que no hay que achicarse ante una idea loca siempre y cuando no perjudique a terceros. También hay que tener un poco de suerte, pero hay que saber aprovecharla.
-¿Cómo se te ocurren los viajes?
Leyendo, buscando y participando en ferias de turismo. ahí visito los stands de las provincias o de países, busco información y luego trato de hacer un viaje de reconocimiento (ahora no soy el único que hace un viaje para conocer el destino), que muchas veces lo hago en familia. Con ellos recorro y conozco cada lugar. Un ejemplo es Catamarca y Piedra Pómez. Recuerdo que cumplí mis 48 años conociendo ese lugar y mis hijos escribieron el número ahí. Desde entonces, lo armé como programa de viaje y sale 12 veces al año, siendo uno de los más comprados en la agencia. Los viajes al exterior también los armamos viajando para conocer y en algunas ocasiones acompaño al primer grupo.
-Es difícil encontrar un comentario negativo de tus viajes
Tratamos de buscar la excelencia y que el viaje sea del agrado de todos. Una consigna importante es que el pasajero vaya a disfrutar sin tener que preocuparse de nada y si en alguna circunstancia algo ocurre, ni se entere. Para eso, tenemos un gran equipo que programan y siguen cada viaje.
-¿Hace mucho que no viajas como coordinador?
El último lo hice en 2019. Hoy me dedico a acompañar a mis hijos en el deporte y tengo un grupo de gente excelente que lo hace muy bien.
Esto es como una pareja, es un poco de cada uno. Sin un trabajo en equipo, esto no se podría hacer y hacerlo solo; puede llevarte a cometer errores y cansarte.
-¿Cómo sobrevivieron a la pandemia?
Fue un momento duro y tuvimos que tomar la decisión de entregarnos o seguir. Si decidíamos continuar había que mantener el equipo de trabajo, lo más importante que tenemos, y devolver el dinero y lo hicimos a 1100 chicos de Carlos Paz y 400 pasajeros mayores.
Ese tiempo lo afrontamos solos y nadie se acercó a darnos una ayuda, ni gremios, ni políticos y al tiempo que volvimos, nos intimaron por los impuestos. Salimos adelante solos, terminando las reservas y ahorros de 30 años de esfuerzo. Nos dejó un gran aprendizaje, que el grupo hace todo, como te decía antes, nuestra bandera es la gente que integra la empresa.
-¿Vas por más?
Estamos preparando viajes de lujo por la Argentina, Bariloche, Cataratas del Iguazú, Esteros del Iberá, Calafate, Ushuaia, Mendoza, Cafayate, Buenos Aires para pasajeros nacionales y extranjeros, con vuelos privados o comerciales. Son como escapadas por tres o cuatro noches. También presentaremos pronto viajes culturales, religiosos y ferias.
-Por último…. ¿Por qué viajar?
Porque conocemos, disfrutamos, nos encontramos con nuestros seres queridos y como ya hablamos, nos deja los mejores recuerdos. Cuando nos encontramos con un grupo de amigos, de que hablamos, de los viajes que hicimos sin importar si fue cerca o lejos, en carpa o en un hotel 5 estrellas. Si me preguntas cuál es la mejor herencia para mis hijos, creo que son los recuerdos y los viajes te lo dan.
El Mundo por Gustavo Grosso
-¿Cuál fue el lugar más lindo del mundo que conociste? Rothemburg porque es como un cuento de hadas
-¿Cuál es el mejor lugar del mundo para vivir? San Francisco, Córdoba, Argentina. Es un lugar maravilloso y cuando estás afuera no ves las horas de volver. Acá lo tenés todo. Basta un mensaje con tus amigos para reunirte, comer un asado y llevar la pelota para jugar al fútbol. Eso en otras partes del mundo no pasa.
-¿A qué ciudad volverías? A Madrid, por su vida, su diversión, su gente. Es lo más parecido a la Argentina.
-¿Un lugar que no puede faltar para un viajero? Calafate, Argentina.
-¿Qué lugar te dio el mejor recuerdo? Punta del Este, Uruguay por un recuerdo familiar.
-¿Un lugar que le falta a Setil para que sus pasajeros conozcan? Japón. Y lo haremos en el 2025.