Inflación
Golpe al bolsillo: almacenes de barrio suben los precios hasta dos veces por semana
Las listas que recibieron tras la devaluación y la disparada del dólar blue tienen aumentos promedio del 20%. Ya no fían y los clientes buscan segundas marcas.
Tras las elecciones Paso del 13 de agosto, los comercios minoristas sufrieron una inmediata reacción al proceso devaluatorio implementado por el gobierno nacional y a la suba del dólar blue con un automático traslado a precios del porcentaje de pérdida de valor adquisitivo del peso.
De hecho, a las pocas horas de conocido el resultado electoral se advertía un creciente incremento de precios que se ubicó en torno al 20 %, coincidiendo de esta manera con el porcentaje en el que se devaluó la moneda argentina.
En una recorrida por diferentes almacenes de San Francisco, LA VOZ DE SAN JUSTO pudo corroborar que listas de precios cambian con inusitada frecuencia; que caen las ventas, que se modifican las costumbres de los clientes que, aquejados por la inflación, deciden dejar de lado las primeras marcas y optan por segundas o terceras.
Según explicó Agostina, de Altos Store Mini Market (Echeverría 385), “la situación con el aumento de precios de manera constante complica mucho nuestra actividad”. Agregó que las listas de precio de los diferentes productos “se modifican constantemente” lo que sin dudas “nos causa muchos problemas” ya que “la gente nos pregunta y a veces no sabemos nosotros cuánto cuestan las cosas”.
Un ejemplo de esta incertidumbre lo marca el hecho de que, según contó la entrevistada, durante la semana pasada “todos los días teníamos precios nuevos, siempre en aumento” por lo cual en ese período de tiempo “tuvimos que aplicar en general un 20 % de aumento en una sola semana”.
Este incesante aumento de precios modificó incluso las costumbres de los clientes. “La gente se va fijando qué marcas tienen precios más económicos y en base a ello hacen las compras” dijo Agostina y reconoció que la crisis económica “influye también en el tamaño de la compra” porque “lo que antes era una compra más importante, ahora el cliente lleva lo justo y necesario”.
Por la inflación ya no se fía
Otra de las costumbres que se vio rápidamente modificada por efecto del crecimiento inflacionario tiene que ver con la desaparición del fiado, esa relación estrecha entre comerciante y cliente por medio de la cual este último podía llevar mercadería a su casa y pagarla a futuro.
“El fiado ya no existe o en todo caso, se fía sólo si el cliente paga la mercadería en el transcurso del día. De otra manera es prácticamente imposible”, indicó la vendedora.
Como alternativa para aquellos comerciantes que intentan mantener la costumbre del pago diferido para sus clientes, muchos debieron modificar el mecanismo ya que, mientras que antes se solía anotar el monto de la compra que adeudaba, ahora se anota el listado de los productos cuyo valor se establece al momento en el que el cliente viene a abonar la cuenta.
Al momento de pagar las compras, “los consumidores se manejan mucho con transferencia de fondos y no tanto con efectivo”. La entrevistada señaló que para definir el tipo de compra, “llevan lo que van a consumir en el día, ya no compran tanta cantidad como antes”.
Igualmente, comentó que “es muy común observar que reemplacen algunos productos por otros más económicos. Esto lo vemos en el caso de las gaseosas que suelen ser reemplazadas por aguas saborizadas o bien en artículos que tienen varias marcas, suelen inclinarse por el producto más económico”.
Un caramelo gomita, a $10
Un ejemplo que grafica la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda lo marca el precio de algunas golosinas.
Mientras que no hace mucho tiempo, en algunos comercios se reemplazaba el uso de monedas por golosinas para dar el vuelto, actualmente por efecto del aumento en el costo, eso ya no es posible. De hecho, un simple caramelo ‘gomita’ suelto se comercializa a 10 pesos por unidad, lo que indica el desfasaje existente en materia de precios.
“Las golosinas han tenido un incremento muy importante en el precio, más aún en estos últimos días donde se produjo el aumento más significativo”, explicó.
Al dar el vuelto de una compra “antes podíamos redondear entregando algunos caramelos. Ahora eso ya no va más porque el precio que tienen lo hace imposible”.
Optan por segundas marcas
Por su parte, Mariela, de AM Maxiquiosco (Marconi 628), aseguró que en este contexto inflacionario “las listas de precios se renuevan continuamente” a tal punto que “algunas empresas cambiaron el precio dos veces en una misma semana” lo que torna virtualmente imposible mantener el precio de los productos por mucho tiempo.
Dijo que “no se salva nada” al momento de sufrir el incremento de precios en el listado de productos que comercializa en su negocio ya que “en una semana los precios han subido entre un 20 y un 25 por ciento”.
Al explicar el comportamiento de los clientes ante este aumento de precios, la comerciante manifestó que “algunos compran productos de segundas marcas. En gaseosas, hay algunas, sobre todo las más conocidas, que continúan con muy buena venta” aunque en el resto de las bebidas “se venden menos” mientras que en el caso de los cigarrillos “comenzó a crecer la venta de marcas poco conocidas”.
Gabriela, de kiosco Juli Lau (Echeverría esquina avenida 9 de Septiembre), alegó que “los precios aumentan una o dos veces en la misma semana y cada vez que se renuevan las listas, se incluyen incrementos que rondan entre un 20 y un 25 por ciento”.
Sobre el impacto en las ventas, admitió que “vemos que el cliente ya está acostumbrado”, y resignado, y una de las alternativas que utiliza para atenuar el impacto es “pasarse a segundas marcas”.
“Muchos optan por cambiar las marcas tradicionales por otras más económicas y de esa manera continúan consumiendo el mismo producto”, dijo la entrevistada para señalar que “esto ocurre mucho con la yerba mate”.
“Estos últimos días, los aumentos de precios han sido increíbles. Después de las Paso todo se fue para arriba”, concluyó.