Gino, el joven con Tourette que encontró en su psicopedagoga la salvación para poder aprender
Gino Zuiani y Analía Dussin son protagonistas de una historia que emociona y crearon un vínculo de afecto para siempre, que va más allá de la relación profesional y paciente. Cuando los tics que le provocaba el Tourette no le permitían aprender bien, el joven encontró la guía fundamental de la psicopedagogía.
Isabel Fernández|LVSJ
Gino Zuiani tiene Sindrome de Tourette y encontró en su psicopedagoga, Analía Dussin una "salvadora" que lo ayudó a poder aprender, terminar su escolarización y llevar una mejor calidad de vida.
Se trata de un trastorno del sistema nervioso que provoca movimientos repetitivos o sonidos no deseados (tics) que no se pueden controlar y no tiene cura, pero se puede tratar y controlar. Los tics que afectaban a Gino hicieron que sufriera bullying durante muchos años y especialmente en la adolescencia afectaron su aprendizaje a tal punto de querer abandonar la escuela.
"Analía me salvó de dejar la escuela", contó emocionado Gino a LA VOZ DE SAN JUSTO. Hoy, con 20 años, no solo terminó la secundaria -haciendo educación domiciliaria-, sino que además logró importantes avances en el control de su trastorno, está muy bien, compone música y muestra sus producciones en su Instagram: Gino Zuiani.
Cada 17 de septiembre se celebra el Día del Psicopedagogo en la Argentina, destacando la importancia de esta profesión que permite descubrir esperanza cuando hay dificultades para aprender.
La misma esperanza que encontró Gino en el consultorio de Analía con quien tiene un fuerte lazo que vas más allá del profesional y el paciente. Logró vencer la mayoría de los obstáculos que le puso su trastorno y los sigue venciendo gracias a la guía de la psicopedagogía. Para él Analía "es una rectora estricta que sabe mucho, me enseña a descubrir cosas de la vida muy importantes".
"Durante mi escolarización sufrí bastante el síndrome y Analía me ayudó muchísimo, tenemos el vínculo hermoso que va más allá de psicopedagoga y paciente. Lo que hay que lograr es conectarse de una forma distinta, que no sea un vínculo cuadrado o de manual, le contás tu vida y ella te entiende, busca soluciones y te atiende cuando lo necesitás no importa el horario", remarcó el joven.
El Tourette lo afectó tanto que no quiso ir más a la escuela pero Analía fue su tabla de salvación, brindándole herramientas y soluciones para poder seguir aprendiendo. "Analía me salvó de dejar la escuela directamente. En cuarto año de la secundaria sufrí un ataque de pánico y ansiedad, la pasé muy mal, sufría mucho el bullicio, el estar con mucha gente y colapsé. En la escuela me ayudaron como siempre, pero yo estaba decidido a dejar de estudiar porque no quería sufrir más", aseguró.
"En casa dije: 'mamá yo no quiero ir más a la escuela, porque no quiero sufrir más los ataques, la paso mal' -recordó-. Me hacía mal estar con gente, el bullicio, no solamente en la escuela sino también en casa, no podía compartir una cena familiar con muchos primos".
En ese momento llegó a la consulta y le dijo a Analía su decisión de dejar la escuela. "Yo buscaba que me dijeran lo que quería escuchar, que deje, pero ella me dijo: 'vos no podés dejar la escuela, hay otras formas para seguir estudiando'. Al final terminamos haciendo educación domiciliaria, hice cuarto, quinto y sexto año en mi casa. Eso fue muy importante para poder terminar la escuela y así era como yo quería y la pasaba bien, a la distancia", comentó.
"Es una rectora estricta que sabe mucho, me enseña a descubrir cosas de la vida muy importantes -dijo Gino-. Todo está dentro de la persona, a veces buscamos afuera, pero están en el interior, ella me brindó las herramientas para que yo pueda encontrar lo que necesitaba dentro mío".
Agregó: "Valoro mucho lo que hizo Analía. Hay profesionales consienten a los pacientes y eso no está bien, hay que decirles la verdad y lo más dura posible para que entienda lo que necesita, porque si no es difícil que haya logros. Es duro, pero te ayuda a salir adelante en lo que sea".
En el consultorio
Gino encuentra herramientas para seguir controlando su trastorno
Un caso diferente que llena de orgullo
Sentados en el sillón del consultorio, Analía mira con mucho cariño y orgullo a Gino, demostrando el hermoso vínculo que forjaron. logró vencer la mayoría de los obstáculos que le puso su trastorno y los sigue venciendo gracias a la guía de la psicopedagogía.
Generalmente se asocia a un psicopedagogo como un profesional al que se acude cuando alguien no aprende a leer o escribir bien, o para conocer técnicas de estudio.
Pero en este caso fue un desafío, Gino no tiene ningún problema cognitivo, sino que los tics que le provoca el Tourette afectaron su aprendizaje durante los últimos tres años de secundaria.
"Estoy orgullosa de Gino y de todos los pacientes, vemos lo que logran y nos da mucha satisfacción. Su caso es diferente porque tiene síndrome de Tourette, algo neurológico y sin embargo pudo manejar todo su problema a partir de la interpretación de sus manifestaciones", contó Analía quien es la directora de la Fundación Akhenaton y Centro de Diagnóstico, Estimulación y Rehabilitación Integral (Cdei) de nuestra ciudad.
Destacó que el joven "tiene una capacidad intelectual de más de 140 y no podía usarla toda cuando llegó en el peor momento de su trastorno. El Tourette lo incapacitó en ese momento porque no podía hacer una vida normal como ir a la escuela, sentarse a compartir un almuerzo con sus padres o familia, le molestaba hasta la respiración de los demás, tenía mucha bronca con él mismo o con la realidad".
"El tenía todas las herramientas, sabía lo que tenía que hacer con su problema, el tema es que las tenía que querer usar. Lo que hice es ayudar a transitarlo y que pueda lograr su objetivo -afirmó-. Se utilizaron terapias neurocognitivas para mejorar la atención, también desde lo sistémico porque hubo que trabajar con un contexto familiar, para enfrentarse a lo social, a la mirada del otro y desde lo interno recurriendo al psicoanálisis".
Sin ocultar su emoción Analía remarcó que hoy Gino "llegó a tener un control y un manejo muy bueno de su problema, es un orgullo. Compone música, la muestra en redes sociales y trabajó hasta con un músico de España".
Resaltó que el objetivo de todos los profesionales "debería ser el de ayudar a los pacientes a superar el problema y hacer de ellos lo mejor. Cuando como profesionales no nos sentimos preparados para atender a un paciente, es loable que podamos decir no y derivemos, porque se puede hacer mucho daño de lo psicológico y es muy difícil de reparar".
Ayudarlos a encontrar fortalezas
Aseguró que la psicopedagogía es algo muy amplio, que empieza desde bebé hasta la gerontología porque la persona aprende desde que está en el vientre materno y por eso "no es bueno que los psicopedagogos se sigan viendo como alguien al que acuden porque no saben leer o escribir o para que le enseñen técnicas de estudios. Creo que el objetivo nuestro es ayudarlos a que cada uno encuentre sus mejores técnicas, sus habilidades y fortalezas y a partir de eso puedan superar sus debilidades".
Analía reinvindicó "a todos los profesionales que pueden demostrar que la psicopedagogía es más que ayudarle a alguien a escribir mamá o papá. Simplemente ver que atrás de no poder escribir o hacer algo, hay un problema que tiene que ser develado para corregirlo".
"La psicopedagogía es una hermosa profesión, es un descubrimiento permanente, es un crecer con los pacientes, escucharlos y ver lo que van logrando, eso no tiene precio", finalizó.
A causa del
síndrome de Tourette Gino sufrió bullying desde muy chico y aprovechó esta
oportunidad para dejar un mensaje a todos los que sufren este trastorno o
cualquier enfermedad que le hayan diagnosticado, que le impida tener una vida
normal. "Nunca se dejen llevar por lo que dicen los compañeros en la escuela o
en otro lugar. Sufrí bullying de chico por mis tics, tenía muchos, obviamente
era raro y muchos se burlaban. Lamentablemente está cada vez más presente en la
sociedad y lo importante es aprender a ser fuerte, no dejarse llevar y que no
te afecte". Remarcó: "Es
importante ser siempre uno mismo, ser auténtico, que no los condicione ninguna
enfermedad para lo que son, para lo que quieren ser y tampoco se tienen que
condicionar por lo que fueron. Toda persona tiene una historia, problemas y
tiene que aprender a seguir con eso, hay personas que sufre cosas mucho peores
y aún así tienen una buena vida y emergen". "A este proceso
lo vi como un buzo que se va hundiendo cada vez más y en algún momento toca el
fondo y cuando lo hace se da cuenta que está mal y tiene que subir. Eso es
emerger, en cualquier problema vamos a notar que tocamos fondo y ahí hay que
darse cuenta que hay que subir y si Dios quiere nadie te pone un techo, no
parás", aseguró. El rol de la
psicopedagogía es clave en el desarrollo social, por estar dedicados al
diagnóstico y tratamiento de trastornos de aprendizaje así como de cualquier
otra alteración personal. Cada 17 de
septiembre se celebra el Día del Psicopedagogo en conmemoración de la muerte de
Jean Piaget, un prestigioso psicólogo y filósofo suizo cuyo gran aporte al
estudio del pensamiento y del lenguaje dio origen a la epistemología genética,
o sea, la disciplina que estudia los mecanismos y procesos mediante los cuales
se pasa de los estados de menor conocimiento a los estados de conocimiento más
avanzado. Dicha fecha, es
destinada a conmemorar a los profesionales que que se dedican a la
investigación, tratamiento y curación de los comportamientos del ser humano en
situaciones de enseñanza- aprendizaje, incluidos los trastornos en los niños.Ser "uno mismo" y
no dejar que el bullying
te afecte
Un rol clave en
el desarrollo social