Garay, otro orgullo de Devoto

Transcurrió una semana y todavía resuenan los ecos de su gran desempeño en el Mundial de Artes Marciales celebrado en Buenos Aires. Sendas medallas de plata (Taolu de Puños) y de bronce (Forma Tradicional Shaolin que se colgó en su cuello para orgullo propio y del pueblo de Devoto que lo muestra como uno de sus embajadores deportivos.

Tobías Garay rebosante de felicidad, sostuvo que la recompensa obtenida fue premio a la disciplina adquirida en el desarrollo del Wushu, al tiempo que dijo sentirse satisfecho por la promesa cumplida a su hermana Selene a quien debió reemplazar en la cita ecuménica.

-¿Qué significaron las medallas conseguidas?

-Estas medallas la verdad que me llegaron al corazón, así de simple lo digo. Le agradecí muchísimo a mí padre por siempre tratarme cómo a un alumno más en sus clases y no tener contemplación a la hora de tener que tomar medidas disciplinarias en el Kwoon.

Uno de niño no toma las dimensiones de lo que significa verdaderamente la palabra disciplina, hoy siento que el Wushu es parte de mi vida y lo llevo incorporado en el día a día y así lo siento, cómo siento que éstas medallas son resultado de años de templanza. 

-¿Se trató del mejor regalo que podías hacerle a Selene ya que debiste reemplazarla?

-Desde que salí de casa le dije a mi hermana Selene que iba a dar lo mejor de mí y así lo hice, porque vi como ella sacrificó todo, salidas, juntadas con amigas siempre por el entrenamiento y fue injusto que se enfermara a días de su presentación y no pudiera asistir. Eso me llevó de alguna manera a tenerla también muy presente a la hora de la competencia y ponerla dentro de mis esfuerzos. 

-¿Con este logro cerrás un año inolvidable?

-Este año creo que no lo voy a olvidar en mi vida, y lo voy a tomar como muy buena experiencia. En cuanto a otros torneos, si bien tengo invitaciones todavía en lo que resta del año, tengo que ir pensando en el año que viene, dónde tengo que asistir al Torneo Panamericano el cuál será muy importante para mí carrera. 

-¿Qué se siente ser otro de los destacados embajadores deportivos de Devoto?

-La verdad que yo no me siento con títulos de grandeza, porque eso sería ya vanidad, lo que sí me genera es ser de alguna manera un gran incentivo para los niños de la escuela.

El haber llegado hacer podio nos permitió abrir una gran puerta para el día de mañana poder llevar el Wushu de Devoto a lo más alto, partiendo de los más pequeños también, y que ellos puedan experimentar experiencias inolvidables al igual que viví. 

-¿Algo para agregar? 

-Sólo me resta mencionar el enorme apoyo de mi familia, mi abuelo al cuál llevo siempre muy presente, a los auspiciantes por su predisposición desde un principio, DSA, Axion, Ford Picco y que sigan apoyando al deporte amateur ya que este no tienen otra manera de llegar sino es por los aportes que ellos realizan. A toda la gente de mi localidad, a los negocios, que siempre que realizamos un evento están presentes. Simplemente gracias a todos.