Franco Rosa: “Ser carnicero es lo que más me gusta”
El joven es diseñador gráfico, pero abrir su propia carnicería marcó y cambió su destino. "Los caminos de la vida me fueron llevando por acá y no me arrepiento de haber elegido este oficio", aseguró el comerciante que hoy celebra su día.
Por María Laura Ferrero | LVSJ
El reloj marca casi el mediodía y mucha gente entra y sale de la carnicería Las Moritas, ubicada en General Paz al 187. Todos parecen apurados porque hay que buscar algo para el almuerzo y continuar con las actividades de la jornada.
Del otro lado del mostrador, se encuentra Franco Rosa (31) que te recibe con un saludo y una sonrisa capaz de frenar el trajín que uno trae de afuera.
La mayoría son compras rápidas como para "zafar" de la famosa y bendita pregunta: "qué comemos" que se genera en toda casa antes de cada almuerzo o cena. Pero a Franco eso no le importa y le dedica a cada uno el tiempo que se merece y los trata como si fueran un integrante más de su familia.
Cuando afloja el despacho, Franco se dispuso a charlar con LA VOZ DE SAN JUSTO y contar su experiencia en este rubro que hoy está celebrando su día. "Hace siete años que soy carnicero", asegura el joven que agrega que primero trabajó en una empresa que se dedica a la venta de carne envasada y luego llegó a Las Moras, la mayorista, donde después de pasar por varios lugares y puestos de trabajo tuvo la posibilidad de abrir una franquicia.
El joven contó que uno de sus abuelos había sido carnicero, pero éste falleció cuando era un bebé de seis meses.
"Los caminos de la vida me fueron llevando por acá y no me arrepiento de haber elegido este oficio", dijo totalmente convencido Franco, que agregó que estudió diseñador gráfico pero cuando tuvo que elegir no tuvo dudas.
"Cuando me recibí me compré un plotter y hacía unos trabajos de rotulaciones mientras era empleado en la mayorista", relató Franco, y agregó: "Al tiempo tuve la suerte de abrir mi propia carnicería y dejé todo lo de diseño. Solamente hago algunos trabajos para mí negocio pero ser carnicero es lo que me gusta", afirmó.
“La clave es tener buena onda e interpretar los que los clientes necesitan”, afirmó Franco con respecto al éxito de su negocio
"Buena onda"
Franco se siente contento con lo que construyó en estos siete años de oficio. "La clave es tener buena onda e interpretar los que los clientes necesitan", aseguró el comerciante.
Se siente muy cómodo en el barrio y con su clientela que se fue fortaleciendo a través de los años. "Acá es una zona céntrica y hay muchos edificios entonces tenés clientes jóvenes como personas mayores. Es muy variado el público y hay que adaptarse a sus necesidades siembre ofreciendo el mejor servicio", apuntó.
"Soy una persona que le gusta charlar y estar entre la gente. Si alguien viene al negocio con cara larga trato siempre que se sienta mejor contándole un chiste para que se aflojen y se sientan mejor", indicó.
Para el carnicero es fundamental la confianza que logró en estos años de trabajo y contó que tiene clientes de distintos barrios de la ciudad que se llegan exclusivamente hasta su negocio para comprar la carne. "En este rubro el boca a boca es fundamental porque además de la calidad de los productos no esforzamos por darle el mejor trato", precisó
El joven comerciante afirmó que la situación económica que está atravesando el país afectó las ventas. "En estos últimos tiempos cambió la forma de comprar. La gente viene a buscar lo que va consumir en el día ya casi nadie hace la compra semanal como era habitual antes de la crisis", afirmó.
Su otra pasión
Franco comparte con su clientela su pasión por el running y cuanta sobre los logros deportivos que va logrando. "Empecé a correr para distraerme y cortar con la rutina pero cada vez me fue atrapando más", confesó el comerciante, que hace unas semanas compitió en su primera maratón de 42 kilómetros en Buenos Aires.
"Los clientes no pueden creer que después de estar todo el día parado atendiendo en el local todavía tengas ganas de salir a correr", afirma Franco, que al final reconoce que al igual que ser carnicero solamente lo mueve la pasión.