Con entrada libre y gratuita
Fin de semana de colección en el Superdomo
San Francisco colecciona reúne a más de 40 expositores de la ciudad y distintos lugares del país que exhiben sus preciados tesoros en público. Maquetas, bonsái, autos y motos a escala, entre otros objetos.
Bajo el nombre de ‘San Francisco colecciona’, hoy sábado y mañana domingo, los amantes de las colecciones más originales se dan cita en el Superdomo para dar vida a la cuarta edición de esta muestra que ofrece una amplia diversidad de elementos que atesoran sus propietarios.
Allí se encuentran desde autos de colección, vehículos a escala, aviones, tanques, VHS, radios y equipos de comunicación utilizados por las Fuerzas Armadas, bonsáis, etc presentados por más de 40 expositores de San Francisco y otros procedentes de las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires.
Esta exposición tiene un fin solidario. Para ello se requiere que el visitante lleve consigo un litro de leche que luego será entregado a los comedores comunitarios. La actividad se desarrolla, entre las 9 y las 21.
Uno de los organizadores de ‘San Francisco colecciona’, Carlos Margara, diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO y destacó el potencial de la exposición, así como el entusiasmo de los participantes.
“Este año tenemos exposición mucho más completa que las anteriores. Los visitantes pueden apreciar desde maquetas a escala, gente que vender sus productos, tenemos bonsáis, soldaditos, tanques, barcos y diversos elementos coleccionables junto a automóviles y motocicletas de colección. Lo que intentamos es reunir a todo el coleccionismo en general”, comentó Margara.
Luego de recordar que “es importante una muestra de estas características, sobre todo porque se desarrolla en el interior del interior”. Agregó que “para nosotros significa mucho que la gente se acerque a ver esta exposición que año tras año va creciendo”.
Detrás de todo coleccionista hay una historia que respalda la pasión por recolectar y atesorar distintos elementos que, si bien pueden partir de diversos orígenes, comparten entre ellos el interés por conservar figuras que para ellos tiene gran significado.
Marcos Carnaghi es un vecino de San Francisco que, además de ser radioaficionado es apasionado por coleccionar equipos de comunicación que utilizaron fuerzas armadas.
Por su pasado en la Fuerza Aérea Argentina, Marcos comenzó a desarrollar la pasión por atesorar estos elementos que, de a poco, se fueron transformando en su posesión más importante.
“Siempre me gustó coleccionar objetos y aparatos que tienen que ver con el ámbito militar. En mi caso, a los 13 años empecé a coleccionar radios que he comprado en ‘La Chinche’ en Córdoba, por calle Rioja. Con el tiempo fui agregando otras cosas hasta que las últimas adquisiciones grandes las conseguí hace por lo menos cuatro años”.
El stand que ocupa permite apreciar radios militares de la época de la Segunda Guerra Mundial y las Guerra de Vietnam y Corea y en algunos casos también posee equipos que en su momento utilizó el Ejército Argentino. Una curiosidad que comparten casi todos los objetos de la colección es que según dijo Marcos “la mayoría de ellos todavía funciona tal como lo hacía originalmente”.
Junto a Marcos se encontraba Cristian Gómez, que presenta una completa colección de maquetas de imágenes de conflictos bélicos.
Con 32 años, contó que “empecé a coleccionar hace unos 8 años porque me gusta tener objetos en miniatura y en un momento me decidí por estas imágenes militares y ahora le estoy agregando figuras y juegos de guerra”.
“Yo siempre digo que a medida que uno va creciendo lo único que cambia es el precio de los juguetes –siguió Gómez-. Con esto me permito revivir una y otra vez mi infancia al tiempo que comparto el mismo gusto con otras personas”.
El bonsái como colección
Juan Videla es el responsable de la Asociación Bonsái del Centro Argentino y junto a Rubén Coronel participa de la muestra con unos 16 ejemplares de bonsái de diferentes especies.
“Desarrollar el arte del bonsái tiene sus secretos y para hacerlo bien se debe aprender la técnica ya que muchos creen que para tener un bonsái solo hay que colocar una planta dentro de una maceta, pero esta disciplina es mucho más completa que eso. En nuestra ciudad no nos quedamos quietos ya que buscamos estar al tanto de las últimas modificaciones y adelantos, sobre todo porque la gente ya no se conforma con algo básico, sino que, dentro del bonsaísmo, muchos buscan ver espectáculo”.
En la expo Videla presenta una completa colección de ejemplares de bonsái que, según explicó, “no se ven en cualquier lado. Acá contamos con ejemplares que son oriundos del sur del país junto a otros árboles un poco más conocidos como el olmo europeo, coníferas, ficus, robles, etc”.
Videla comenzó a incursionar en el bonsaísmo “hace mucho tiempo, allá por el año 1988, cuando nadie conocía mucho sobre el tema por acá. En 2003 comencé a dedicarme más de lleno a esta disciplina y actualmente estoy en contacto con dos maestros japoneses y otros españoles desde donde vamos trayendo las nuevas técnicas para mejorar la actividad”.
La pasión por la maquinaria pesada
Desde hace 6 años, Dalmiro Olmos comenzó a mostrarse como un verdadero apasionado por coleccionar vehículos que se asemejan a maquinaria pesada a escala entre los cuales se pueden encontrar grúas, camiones y maquinaria para la industria minera en general.
“Yo empecé de adulto dando mis primeros pasos como coleccionista y creo que todo surgió porque comencé a desarrollar mucho interés por estos objetos, especialmente los camiones”, explicó.
Recordó además que siendo niño “jugaba mucho con todo lo que tenía y a veces se me daba el interés por desarmar los juguetes, tal como hace cualquier niño de esa edad”.
Luego comentó que “cuando tenía entre 4 y 5 años mi papá solía llevarme a un local ubicado en la esquina de Bv. 9 de Julio y Urquiza donde había muchos camiones y eso me apasionaba. Quizá desde allí empezó mi pasión por estos vehículos y más tarde lo resolví empezando a coleccionar todos los modelos que podía encontrar”.
De hecho, el más preciado de todos los vehículos a escala es un camión grúa americana en escala 1:43 marca Peterbilt. “A ese lo tengo en mi casa y no lo saco a ningún lado. Es el primero que compré y le guardo un cariño especial”.