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Fernanda Grimaldi: “El arte es mi cable a tierra”
Tras ocho años de gobernar la localidad de La Francia abrió las puertas de su taller y nos cuenta de su amor por el arte con chatarras.
Por Vanina Panero | LVSJ
María Fernanda Grimaldi convirtió el arte en una pasión y recicla chatarras en un taller que ella misma montó al lado de su casa. Este hobby se convirtió en su cable a tierra que la ayuda a renovar energías para enfrentar cada día los desafíos que se le presentan como intendenta del pueblo.
El deseo de restaurar un Ford A del año 31 despertó el amor por las chacharitas y todo lo que hay en ellas. Es que su cabeza crea un diseño para cada pieza que ve en estos lugares y que luego utiliza como materia prima en su taller para convertirlas en una obra de arte.
Todo parecería indicar que se trata de un artista profesional, pero hablamos de la intendenta de La Francia, María Fernanda Grimaldi, que considera este hobby como “un escape”, “un cable a tierra” de las ocupaciones diarias que reparte entre la función pública y su familia.
“Ferny”- como la llaman en el pueblo- abrió las puertas del taller que armó al lado de su casa y dialogó con Posta para contarnos cómo surge este hobby el sueño a futuro de exponer todo lo que hace.
“Trabajar con hierro y soldadura es lo que más me gusta. Es mi cable a tierra, la terapia que me hace bien, me da paz, tranquilidad y me ayuda en mi trabajo”, expresó.
“Ferny” contó que, si no tiene ningún otro compromiso de la función pública, ya el viernes a la tardecita se instala en su taller. “Me traigo el mate, mi equipo de música y me quedo acá hasta las 22 que mis hijos me vienen a buscar para recordarme que tienen que comer”, señaló entre risas.
“Los sábados a la mañana cuando hay remates voy, y dedico todo el fin de semana a trabajar acá. Los lunes ya soy otra persona y empiezo la semana con otra energía”, rescató.
“Mi tiempo libre es para mi casa, mi familia y el taller”, aseveró Grimaldi.
“El arte es la terapia que me ayuda a estar bien en mi trabajo”.
Entre el deporte y el arte
Grimaldi es profesora de educación física y tuvo desde pequeña una vida ligada al deporte. De hecho fue campeona sudamericana de lanzamiento de bala, aunque también había pensado en estudiar arquitectura.
“Si estudiaba arquitectura no iba a poder seguir con los entrenamientos”, contó. Sin embargo recuerda que la creatividad fue siempre algo que llevó en la sangre. “Cuando estaba embarazada de mi hija y no podía dormir hacía maquetas con materiales reciclables que tenía en casa”, comentó.
Asimismo manifestó que “mi mamá siempre me comparó con su abuelo Cándido y su bisabuelo que vivían en el campo y juntaban ´porquerías´ para reciclar. Se ve que tengo esa escuela italiana de que nada se tira y todo se recicla”.
Las chacharitas y los remates, “su mundo”
“Comencé restaurando un Ford A modelo 31 que compre en un campo, cuando tenía 16 años. Lo llevé a un taller y a los 21 lo terminé. Estudiaba en Córdoba pero cuando me venía los fines de semana iba a las chacharitas a buscar repuestos que me faltaban y ahí descubrí otro mundo”, reconoció.
“Al auto, lo terminé mientras hacía el profesorado y lo vendí a los 30 para los 15 de mi hija”, precisó Grimaldi.
Asimismo reconoció que “nunca soñé de tener un taller. Yo iba juntando o comprando y guardando en casa. Soy una acumuladora de estas cosas, pero mi familia me planteó que me buscaba un lugar o me iba de casa. Mi casa era una chacharita”.
“Colaboro en el barrio cuando hay que soldar un basurero o una silla rota. Todo el pueblo sabe que hago estas cosas”.
Otro aporte para el pueblo
Esta pasión se transformó también en una herramienta útil para la gestión municipal. “He utilizado mucho de lo que reciclé en los espacios públicos del pueblo. De hecho, la intervención en el área del ferrocarril cuenta con todos elementos reciclados que compraba en chacharitas, tales como las barandas, garitas, bebederos de agua, juegos, columnas de alumbrado, etc.”, señaló Grilmaldi.
La mandataria municipal contó además que al principio lo mantenía en secreto pero “en un pueblo chico ya todos saben y hasta me ayudan a juntar cosas. Pasan por casa y me dejan materiales en el porche de mi casa. Todo lo que se descarta, para mí tiene utilidad, se le puede dar otra vida más”.
Finalmente, la intendenta expresó su deseo a futuro de participar en ferias para exponer sus creaciones. “Me encantan las ferias, de hecho colaboro en el barrio cuando hay que soldar un basurero o silla que se rompe, o hacer una parrilla. Todo el mundo sabe que hago estas a cosas”.