Cultura
Falleció Aldo Bonino, San Francisco despide a uno de sus grandes artesanos
San Francisco despide a Aldo Bonino, artesano y damasquinador de prestigio, quien dedicó 20 años a un oficio de detalle en oro y plata. Figura clave en la cultura local, su legado perdurará en cada obra.
Falleció Aldo Bonino, damasquinador de renombre y referente del oficio de cuchillería en la ciudad. Bonino, de 67 años, había dedicado los últimos veinte a perfeccionar una técnica que pocos en el país manejan: el damasquinado en oro y plata sobre cuchillos y otras piezas, un arte minucioso que lo convirtió en un verdadero referente cultural.
Bonino, quien en su juventud fue empresario, dejó esa vida para abrazar el camino de la artesanía. “Tuve la suerte de desarrollar un oficio poco valorado a veces”, comentó en una de sus últimas entrevistas a LA VOZ DE SAN JUSTO, en la que compartió cómo este cambio marcó su vida. En sus palabras, el damasquinado era un “aprendizaje permanente”, que le exigía descubrir algo nuevo en cada pieza que producía. Su trabajo, según él mismo decía, “siempre tenía algo más que ofrecer”, reflejando su incansable búsqueda de superación.
Desde hace años, su lugar de trabajo fue una vivienda en la calle Paraguay al 1200, donde compartía espacio con un amigo y compañero en el oficio, Roberto Lonatti. Ahí, en un taller que él mismo había adaptado, pasaba largas horas dedicado a su arte. “Nuestro trabajo es solitario”, explicaba Bonino, quien veía en la amistad con su colega una manera de hacer más llevadero el día a día. “Siempre estamos pensando no solo en el trabajo sino en todo lo que sucede en la vida cotidiana”, reflexionaba.
La presencia de Bonino también fue clave en el fortalecimiento de la comunidad artesana local. Como coordinador de la Feria de Artesanía de San Francisco, que se celebraría en diciembre, tenía planes de reunir a creadores de distintos puntos del país”.
Aldo Bonino, casado con Claudia Pioli, tenía 3 hijas mujeres y un hijo varón. Sus restos serán sepultados esta tarde a las 16 en el cementerio de nuestra ciudad.
Aldo Bonino deja un legado de esfuerzo, dedicación y amor por un arte que supo llevar con humildad y pasión. Su partida deja un vacío profundo en la comunidad artística y cultural de San Francisco, que, sin embargo, seguirá recordando su labor y su ejemplo como un símbolo de perseverancia.