Escuela de Bellas Artes: 40 años de puertas abiertas a San Francisco y la región
Nacida para cumplir con la necesidad de volcar la creatividad del arte en el auge de la industria local, hoy es un espacio que recibe a estudiantes de la ciudad y de toda la zona cercana para satisfacer esas necesidades y desarrollar otras disciplinas artísticas.
La Escuela de Bellas Artes "Dr. Raúl Villafañe" cumplió sus primeros 40 años el pasado jueves 15 de junio. Cuatro décadas en las que el arte como eje central, la convirtieron en la institución educativa superior por excelencia elegida por artistas y profesionales de San Francisco y nuestra región.
Hoy son 260 los estudiantes de las carreras de la Tecnicatura Superior en Diseño de Espacios y Profesorado en Artes Visuales, que además se le suman los que cursan los talles que se dictan actualmente como el ciclo artístico para niños y adolescentes.
Por su relevancia y características únicas en la ciudad y región, su alumnado está compuesto tanto por personas de nuestra provincia como la vecina Santa Fe, que vienen a expandir sus conocimientos y buscando un futuro profesional.
Ellos hacen propia la escuela, la que hoy es de puertas abiertas a la comunidad y a sus estudiantes que se adueñan de cada rincón que es como una verdadera casa de creatividad constante con los adelantos y cambios que ofrece la tecnología.
Nélida Beatriz Rebeque, directora de la institución, comenzó como docente en 1995 habiendo recorrido antes sus aulas como alumna. Ella es palabra autorizada de lo que significan cuatro décadas de educación superior. "La Escuela cumple cuarenta años casualmente en que se celebra una nueva década de Democracia y la casualidad no es menor", afirmó Rebeque.
"No fue fácil sostener lo artístico porque si bien la Escuela nace en una época de auge industrial, no había carreras que permitieran cómo llevar las artes hacia la industria. Con esa inquietud surge esta institución".
"En su origen no se pensó la dimensión que tomaría la escuela como tal, ya que cuenta con un radio de cobertura más abarcativa de la zona con influencia en el departamento San Justo y también en pueblos y localidades cercanas de la provincia de Santa Fe", explicó.
Una herramienta para la vida
La oferta educativa que tiene que ver con la necesidad de desarrollarse en el arte y el diseño muchas veces no fue valorada porque se la considera poco rentable o que no se puede vivir de la misma. También, se la relaciona con un simple pasatiempo sin la rigurosidad academia que implica las diferentes disciplinas artísticas.
Rebeque indicó que "a través de los años esta visión fue cambiando y fue superando esa característica social".
"No solamente se vive, también se produce y se transforma porque el mundo necesita de la creatividad y del arte, no solo de lo bohemio, sino de la capacidad de poner la impronta en cada cosa. Es importante ver que el arte atraviesa cualquier disciplina como las matemáticas hasta las abstractas o realistas. El arte tiene una base que puede trasformar el mundo", amplió la docente.
Hombres y mujeres creando
Desde hace un tiempo, el arte se convirtió en una decisión política estatal siendo prioridad en estudio desde la creación de cargos, la educación obligatoria y demás. "En San Francisco no es causal que haya una escuela con secundario orientado al arte. Eso responde a una decisión de darle el espacio que merece el arte en la sociedad y lo que le está permitiendo la permanencia", comentó la entrevistada.
Más allá de los espacios curriculares, "un profesional que atraviesa los pasillos y aulas de la institución tiene una mirada más humana, de ver la realidad de otra manera. La creatividad, si bien muchas veces se confunde con la inteligencia; van de la mano, pero no es lo mismo porque lo primero puede trasformar el mundo, En nuestros pasillos, te encontrás con hombres y mujeres creando. Eso se ve y se siente en nuestro espacio. No es poca cosa tener un lápiz, hacer un dibujo y lo que les parece normal o común, no todos pueden hacer algo como ellos"
"El arte es una de las disciplinas que se muestra y muchas veces no se le reconoce. A veces se piensa que es un garabato o una lustración nomás. El poder hacer esculturas o plasmar arte en paredes hace que haya una impronta artística y eso es fundamental. Falta ver al profesional que está detrás de estos trabajos, porque hay una preparación previa y debe ser valorada", agregó la directora.
Lo que viene
En cuanto a la incorporación de la tecnología, "hay una adaptación y una aceptación. Tenemos espacios curriculares donde los chicos están experimentando y averiguando a partir de la Inteligencia Artificial".
"La tecnología se incorporó al arte y hay que trabajar juntos, algo que crea gran expectativa", manifestó.
"Debemos tener una escuela de puertas abiertas. La situación económica hace que muchas veces, los chicos encuentren en nuestro lugar posibilidades que en sus casas no tienen. Con la tecnología marchamos juntos", concluyó.