Cuidado auditivo
Escuchar es vida: la transformación de Rosario tras la detección precoz de la hipoacusia
Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, la nena de 3 años, logró tratar su hipoacusia e integrarse en la escuela. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo la detección precoz puede cambiar vidas en el marco del Día Mundial de la Audición
Por Isabel Fernández | LVSJ
Rosario Mansilla, de 3 años, tiene hipoacusia neurosensorial severa en un oído y aguda en el otro. Su mamá, Yanina Pagliero, notó que a los 18 meses la nena no pronunciaba palabras y no respondía a llamados.
Después de un diagnóstico temprano, comenzó a usar un audífono en el oído derecho y recibió un implante coclear en el izquierdo. Gracias a estos tratamientos, su lenguaje mejoró significativamente, permitiéndole integrarse en la escuela de manera efectiva.
En el marco del Día Mundial de la Audición que se celebra cada 3 de marzo, -impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concientizar sobre la importancia de prevenir la sordera y la pérdida auditiva, así como promover la salud auditiva-, LA VOZ DE SAN JUSTO cuenta el caso de Rosario, un ejemplo de la importancia de la intervención temprana ante la sordera que le permitió poder comunicarse y desarrollarse.
“Es importante hacer los estudios que piden los médicos, uno nunca cree que su hijo puede tener un problema auditivo, pero nadie está exento. Hagan las pruebas auditivas, visuales, todo lo que se les pide porque es importante comenzar un tratamiento adecuado lo más rápido posible. No es un proceso fácil, pero como todos los padres siempre buscamos lo mejor para Rosario”, aseguró Yanina que vive junto a su familia en Santa Clara de Saguier.
Al dejar un mensaje para los padres que tienen hijos con diagnóstico de hipoacusia afirmó: “No se rindan porque es bueno ver los resultados, hoy escucharla hablar para nosotros es la gloria. El oído es chiquito, pero complejo. Nosotros pasamos por muchas dudas, como Rosario escucha bastante bien de su oído derecho con la ayuda del audífono, fue duro aceptar al diagnóstico de hipoacusia grave en el otro oído. Pero luego del implante nos dimos cuenta que no escuchaba muchas cosas, pero después del implante mejoró mucho más”.
La detección precoz es vital para el desarrollo infantil. Las pruebas de otoemisiones acústicas (OEA) son un método sencillo y no invasivo que se recomienda realizar antes del primer mes de vida y nuevamente entre los 5 y 6 años, antes del ingreso escolar. Estos controles permiten detectar dificultades auditivas y determinar el grado de afectación, facilitando una intervención temprana y adecuada.
“Rosario comenzó jardín de 3 años gracias a Dios con todo lo que necesita auditivamente ya que su problema fue detectado a tiempo, está superestimulada. Cuando le pusieron el audífono lo primero que escuchó fue el sonido de un avión que pasaba, es muy gratificante verla avanzar y saber que escucha”, remarcó Yanina.
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Señales de alerta
Todo comenzó cuando Rosario tenía 18 meses. Yanina contó que se dio cuenta que con esa edad “no pronunciaba ninguna palabra, le decíamos distintas palabras y ella se daba vuelta y se iba. Al principio no lo relacioné con un problema auditivo, lo consulté con su pediatra que me derivó de una fonoaudióloga y cuando le hicimos la prueba de otoemisiones el resultado fue malo, nos daba oídos sin actividad”.
“Así fue que comenzamos a hacerle estudios más profundos y me derivaron a un otorrinolaringólogo en Córdoba y ahí llegó el diagnóstico. En ese momento comenzamos un largo camino y difícil porque como padres no es fácil aceptar la pérdida de audición”, dijo.
Agregó que a partir del diagnóstico comenzaron a hacer más estudios. “El médico indicó que tenía que usar un audífono del lado derecho, lo pedimos a la obra social y después de algunos inconvenientes logramos tenerlo –afirmó su mamá-. Desde marzo del año pasado Rosario tiene un audífono del lado derecho”.
Pero en el lado izquierdo, en el que tiene la hipoacusia más severa, necesitaba un implante coclear. Yanina afirmó que recién “en agosto del año pasado se pudo hacer la cirugía y colocarle el implante, a los diez días hicieron el encendido”.
“Desde que comenzó con el audífono Rosario mejoró muchísimo su lenguaje y desde que tiene el implante hace rehabilitación dos veces por semana en el Cemiri en San Francisco y también recibe calibraciones en Córdoba –manifestó-. Tuvo una gran mejoría en el lenguaje, porque de no decir nada o pronunciar mal algunas palabras, ahora logró tener un lenguaje fluido y excelente”.
“Estamos muy felices por ese logro tan importante y agradecemos al grupo de profesionales que intervinieron en su diagnóstico y tratamiento”, finalizó.