En la peor de las tormentas, Atlantis sigue navegando
El mítico boliche tiene cerradas sus puertas desde hace un año y medio y se resiste a desaparecer. Un proyecto que comenzó como un sueño de amigos del secundario y prosperó convirtiéndose en un referente en todo el departamento San Justo.
Por Stefanía Musso
"Bienvenidos a bordo, una travesía que lleva 34 años juntos. Vos y el barco. Juntos, somos la noche para mayores de la región. A partir de este momento comienza la mejor noche de tu vida. 5, 4, 3, 2, 1, 0... Bienvenidos a la noche perfecta, bienvenidos al barco Atlantis".
La cuenta regresiva, la música, la risa, la adrenalina y siempre acompañados con amigos. Todo eso que provocaba Atlantis hoy se mantiene quieto, en silencio y a oscuras como si el barco naufragara en las peores aguas.
Y es que esta "embarcación" está atravesando su peor tormenta. La pandemia de coronavirus hizo que cerrara sus puertas el año pasado y solo pudiera abrir tres noches como bar junto a Hollywood. Su pista, que supo tener a miles de personas de San Francisco y la región, se llenó de mesas, pero no fue lo mismo.
Atlantis Discotheque es el emblema de la noche en el departamento San Justo. Por sus recovecos pasaron muchas generaciones que, al ritmo de la música, una copa del recordado trago Séptimo Regimiento o el Atlantis, vivieron momentos de diversión en sus pistas, declaraciones de amor en los apartados y también desilusiones y traiciones entre algunos de los recovecos que siempre caracterizaron a esta disco.
Todo esto fue posible gracias a una locura de jóvenes amigos que quisieron que la ciudad tuviera el mejor boliche de la región y lo lograron.
Con enorme esfuerzo, su propietario Néstor Cacharelli lo conserva y a pesar de tentadores ofrecimientos económicos, lo mantiene porque, como él lo manifiesta, "es parte de su vida". También forma parte de la historia de muchas personas que seguro tienen miles de anécdotas compartidas en el barco más conocido de la zona y en la esquina donde la noche quiere perpetuarse para siempre.
"Tengo toda mi trayectoria de vida dedicada a los boliches y el baluarte o una insignia de todas las discotecas que tuve, fue Atlantis. Siempre lo sostuve y lo sostendré porque para mí es algo parecido a un hijo", asegura Néstor Cacharelli.
"En distintas oportunidades me ofrecieron comprar el espacio, pero no podría dejarlo, forma parte de mi vida y no sé si en algún momento me desligaré".
"Bienvenidos a bordo", el recibimiento de locutores y disc Jockeys al boliche emblema de la ciudad.
Un boliche de amigos
El próximo martes 20 se celebra el Día del Amigo, esta iniciativa tiene que ver mucho con este sentimiento que sus iniciadores comparten y que juntos contaron a LA VOZ DE SAN JUSTO en la previa de esta fecha tan especial.
El nacimiento de Altantis fue un proyecto de un grupo de amigos que quería irrumpir en la noche sanfrancisqueña y romper con todos los moldes. Sin duda, la esquina de bulevar 25 de Mayo y Moreno, sería el lugar propicio.
"Atlantis nació de un proyecto previo con Albatros Juvenil, con compañeros de la secundaria, luego Xeraos para juntar dinero y crearlo. Atlantis es un boliche que surgió y fue hecho por amigos", recordó Cacharelli.
Además de él, Gustavo Giecco, Norberto Oitana y Dardo Trossero fueron los otros veinteneros que se prendieron en esta cruzada. Según cuentan, el nombre y el concepto llegaron a los pocos días de alquilar el edificio donde funcionaba Burmeister Lamberghini Muebles. "No sabíamos qué íbamos a poner hasta que a un amigo dijo: ´Si van a hacer algo, tiene que ser como Atlantis, con un barco y todo´. Cuando escuchamos eso no dudamos ni un minuto y Néstor con una tiza marcó en el piso dónde iría el barco. De un día para el otro, teníamos la idea del boliche", confesó Gustavo Giecco.
La apertura oficial fue el 14 de marzo de 1987 y a los días, abrió las puertas al público. La revolución había llegado. "Hay infinitas situaciones de amistad que se forjaron acá y es emocionante haber hecho bailar a barras de amigos, que luego fueron pareja y luego tuvieron hijos", destacó.
Anécdotas e historias le hacen frente a la pandemia y el barco quiere mantenerse ahí, vivo para seguir navegando. "Altantis se mantiene porque es una gran familia de amigos, no es un negocio más. Por eso estuvimos 33 años sin cerrar un solo sábado y somos únicos por eso en todo el país y no existe antecedente como este que no sea en boliche de gran ciudad. Cuando podamos abrir, queremos que sea de lo más normal, que todos puedan interactuar y disfrutar como los viejos tiempos; todos juntos como buenos amigos", concluyó Cacharelli.
Los buenos tiempos, con el boliche en su plenitud.
En pandemia se reinventaron
Para el gerente de Atlantis, Nicolás Toledo, con 15 años de trabajo, "que esté cerrado el barco es una gran tristeza, no solo para mí, para todos. En 20 años que estoy aquí nunca cerramos un sábado y hacerlo de repente, me afectó mucho".
Atlantis tiene una importante cantidad de empleados y todos son como una familia para Cacharelli. Ante la falta de trabajo, abrió un emprendimiento y los contrató a todos a estables y eventuales hasta que el barco reabra. "Es una especie de familia. Con la pandemia y pensando en ellos, les bancamos los sueldos, pero los primeros cinco o seis meses la pasamos muy mal, pero hasta el día de hoy seguimos pagando impuestos. Nos reinventamos con un emprendimiento de productos de alimentos saludables donde trabaja todo el personal estable y los eventuales. Queríamos que todos tuvieran trabajo".
El aviso de la apertura de Atlantis Discotheque en LA VOZ DE SAN JUSTO.
Canciones, tragos y algo más
Atlantis sin dudas es algo más que un boliche. El estar en ese lugar traslada de inmediato a un mundo paralelo. El momento de la apertura lo decía todo. La cuenta regresiva hacía que el público entrara en una especie de trance.
Ahí entraba el juego de los disc jockeys que fueron muchos; hoy está Ariel Vázquez al mando del barco. "El boliche siempre se caracterizó por la música del momento. Lo retro, lo nuevo y al ser público de la región, tenemos que complacer a todos. Siempre sonaron cuarteto, cumbia, rock, los ochenta, los noventa, los 2000. La gente siempre supo que iba a tener su música para bailar".
Por otro lado, está la afamada barra de tragos y su carta de coctelería con bebidas como Séptimo Regimiento, Clarito, trago Primavera con o sin alcohol y los infaltables fernet y otros aperitivos. Pero la estrella de la noche era su propio trago, que contaba con una mezcla que hoy se mantiene en secreto y que finalizaba con una llamarada de fuego.
Miguel Almada y Daniel Sánchez, creadores de la "Copa Atlantis", recordaron su paso detrás de la barra: "Nosotros trabajábamos preparando los tragos que nos pedía la gente. Tuvimos la suerte de capacitarnos con bartenders de la ciudad de Córdoba".
Javier "Tarta" Lovera, quien también tiró pistas en este lugar, afirmó que "Atlantis siempre se caracterizó por tener lindo ambiente, con mucha gente de la región. Su tercer piso con sillones y un Dj que pasaba música lenta toda la noche es algo inolvidable, y obviamente lleno de anécdotas. Me encuentro con gente que me dice: ´Yo conocí a mi señora, o a mi marido, bailando con tu música. Acá se separaron, volvieron. Muchos me dicen que por mi 'culpa' conocieron a sus parejas".
Atlantis Discotheque, un emblema de la noche.
Todos los famosos
Un párrafo aparte merece decir que Atlantis fue el boliche de la ciudad y la región que trajo a infinidad de artistas y mediáticos del momento. Muchos de ellos llegaban de la mano de Nicolás Toledo, reconocido gerente comercial pero más aún el hombre que hacía de nexo con los famosos entre la llegada y la presentación en el barco. "Mi trabajo durante 15 años fue controlar las barras, que la seguridad no dejara ingresar a menores y que esté todo correcto para que la gente se sintiera cómoda, pero también los famosos", expresó Toledo.
"Traer a personas reconocidas del ambiente artístico y mediático fue una gran experiencia, algo fuera de lo común y hasta el día de hoy todavía nos mandamos en contacto con ellos por WhatsApp", agregó.
Sin redes sociales y sin tanta tecnología, Toledo o Cacharelli se comunicaban con Canal 13 o con Ideas del Sur y a partir de ahí se armaba fecha y se arreglaba los viáticos y caché.
Toledo tiene cientos de anécdotas de los famosos para contar, pero no todas se pueden revelar públicamente. La mayoría fue cuando viajó a buscarlos. Un ejemplo fue con Andrea Estévez. "Tuve que ir a buscarla al teatro a Villa María y me dijo de pasar al camarín a esperarla. Cuando ingresé estaban Carmen Barbieri, Claudia Albertario, ¡Todas las actrices del momento! Cuando volvíamos hacia San Francisco, Andrea me pidió detenernos en un carrito de hamburguesas en Pozo del Molle, comió y seguimos porque la gente la reconoció y querían fotos".
"Aún conservo su contacto, el de Mónica Farro y de Matías Ale con quien todavía tengo relación por WhatsApp", confió el gerente.
El gerente de Atlantis, Nicolás Toledo, el responsable de traer a los famosos al barco.
En el corazón de la región
Altantis es una disco emblemática para San Francisco y la región. "Cuando viajas a 200 kilómetros a la redonda y nombras a San Francisco, la gente nos reconoce por el boliche y todos tuvieron una historia o anécdota en el lugar", expresó Cacharelli.
Atlantis marcó una época en nuestra zona. Con su apertura, automáticamente acaparó el interés de todo y cayeron discotecas como Fénix en Las Varillas o Memphis en San Jorge.
El barco arrasó con todo. "Fue una situación especial porque incorporamos tecnología de punta que solamente tenía Cerebro en San Carlos de Bariloche y otro en Buenos Aires con proyectores de video, sistema de luces móviles, los primeros robot scanner importados. Somos los que hicimos por primera vez los primeros en hacer la elección Provincial y nacional de la Reina de Estudiantes y, el lugar de convocaría de bandas y famosos del momento. Llegamos a tener franquicias en la provincia de Santa Fe".
Atlantis no tenía dimensiones. Estaban los tarjeteros y los vehículos, esos que iban por todos los rincones invitando a la gran fiesta del barco. "Llegamos a tener seis vehículos viajando permanentemente a la región, con promotores y promotoras
Para el socio, Cristian Cacharelli, "es un boliche que acaparó todo desde matinés, danzantes fiestas universitarias, fiestas de quince, eventos. Siempre abrimos para todos los públicos y todo el mundo pasó por acá"
Para entonces, con la presencia única como medios de comunicación de LV 27 Radio San Francisco y LA VOZ DE SAN JUSTO, se hacían eco para los visitantes. "Allí hacíamos nuestras publicidades y teníamos noches en capacidad máxima".
Esos eran otros tiempos. "Difícilmente vuelva a ocurrir porque fue su momento y su lugar. Hoy nacieron los pubs y esos, por su costo, se pueden mantener no así las grandes estructuras como la nuestra".