Octubre rosa
En la menopausia también hay que hacerse chequeos para prevenir
Durante esta etapa de la vida de la mujer puede aparecer el cáncer de mama y otras enfermedades graves. El ginecólogo Yesid Acosta recomendó no dejar de hacerse los chequeos.
La menopausia es una etapa crucial en la vida de las mujeres, marcada por una serie de cambios hormonales que pueden dar lugar a diversas enfermedades ginecológicas graves, entre ellas el cáncer de mama. A pesar de la prevalencia de estos problemas, muchas mujeres no buscan atención médica adecuada, lo que puede agravar su condición.
El médico especialista en ginecología y obstetricia, Yesid Acosta Peinado (MP-33210/9; ME-16665) de la Clínica Regional del Este, explicó cuáles son las enfermedades ginecológicas graves que pueden aparecer en esta etapa y qué estudios son los que deben realizarse.
“El cáncer de endometrio es el más común después de la menopausia, se presenta en el revestimiento interno del útero. También es común después de los 50 años el cáncer de ovario y es más difícil de detectar. Aunque el cáncer de mama puede aparecer en cualquier momento de la vida de una mujer, la mayoría se diagnostica en mayores de 50 años, y el riesgo de desarrollarlo aumenta con la edad”, advirtió el doctor Acosta Peinado.
Sobre el cáncer de mama recordó que es “curable si se detecta a tiempo por eso es importante que las mujeres mayores de 50 años sigan realizando exámenes de mama regulares, incluyendo mamografías y exámenes físicos. Además, es fundamental estar atentas a cualquier cambio en las mamas, como bultos, cambios en la piel o secreción de líquido, y consultar al médico”.
Añadió que otro tipo de cáncer “como el de cuello uterino, aunque es menos común después de la menopausia, es muy importante continuar haciéndose el papanicoláu regularmente. Otras enfermedades son la osteoporosis, pérdida de densidad ósea que aumenta el riesgo de fracturas, las infecciones vaginales y la incontinencia urinaria”.
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¿Qué estudios hay que hacerse?
- Chequeo médico anual: es fundamental para evaluar la salud general y detectar posibles problemas ya que en esta etapa aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, metabólicas y neurológicas.
- Mamografía: se recomienda realizarla cada 1-2 años para detectar cáncer de mama en su etapa inicial.
- Papanicoláu (PAP): se debe realizar cada 1-2 años para detectar cáncer de cuello uterino.
- Densitometría ósea: se recomienda realizarla cada 2-5 años para detectar osteoporosis.
- Realizar análisis de sangre periódicos para evaluar los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos, así como la función hepática y renal.
- Ecografía pélvica: se recomienda realizarla cada 1-2 años.
“La frecuencia de estos estudios puede variar dependiendo de factores individuales, como antecedentes médicos familiares, estilo de vida y resultados previos”, aclaró el profesional.