Emma cumplió su sueño: cantó con Diego Torres

La primera noche del Festival del Humor, la Buena Mesa y la Canción 2025 tuvo un momento mágico que quedó grabado en el corazón de una familia y en la memoria de todos los presentes. Emma Bortolussi, una pequeña de 5 años, logró lo que tanto anhelaba: cantar junto a su ídolo, Diego Torres.

Todo comenzó con un cartel que la familia llevó al festival con un mensaje claro: "Diego, quiero cantar con vos". Emma y su hermana Maitena, de 8 años, esperaban con ilusión que el cantante las viera. Pero el sueño se hizo realidad gracias a la entrevista previa que LA VOZ DE SAN JUSTO le hizo a la niña, permitiendo que el mensaje llegara al artista. Diego Torres, con su carisma y cercanía, no dudó en invitar a la nena a subir al escenario. “Si te animas a cantar conmigo, subí al escenario y hacemos una canción”, dijo el artista.

Después de la actuación, la madre de la niña, Vanesa Landi, compartió sus sensaciones. "Felices, muy felices, le agradecemos a ustedes que le han visto a Emma e insistieron en que el sueño de Emma sea posible", expresó emocionada.

Emma, con la naturalidad de su edad, describió el momento en pocas palabras, pero con mucho sentimiento. "Con amor", respondió cuando le preguntaron cómo la había recibido el cantante.

Su papá, Marcos Bortolussi, contó que el momento fue puro sentimiento: "Se nos dio la posibilidad de subir y todo el equipo nos dio el apoyo y nos dejaron pasar a cantar. Una alegría total, se me caían las lágrimas de emoción. Increíble, un sueño cumplido para la más chiquita, que era la que quería cantar".

La canción elegida fue "Mejor que ayer", uno de los grandes éxitos de Diego Torres. Emma la conoció desde su lanzamiento y, según contó su familia, la canta y baila siempre. "Desde que salió este tema, particularmente este tema, lo vive cantando, bailando", relató su mamá.

El momento fue ovacionado por el público, que se emocionó junto a la pequeña y su familia. Al ser consultados sobre qué le dirían a Diego Torres después de este inolvidable momento, las palabras sobraban, pero la gratitud se hacía evidente en cada sonrisa y en cada lágrima de alegría.

Emma cumplió su sueño y, con su ternura y espontaneidad, regaló al festival uno de sus momentos más especiales.