Ellas, las gendarmes
Son tan solo nueve pero se hacen sentir entre sus 51 compañeros de la fuerza. Aseguran que se ganaron su puesto equitativamente y que están capacitadas para cumplir las mismas funciones que los varones. LA VOZ DE SAN JUSTO entrevistó a estas mujeres que llegaron a nuestra ciudad para continuar con sus carreras.
Cada mañana, desde muy temprano, ellas se colocan su uniforme y llegan hasta la sede de J. J. Torres 4769 en el Parque Industrial, donde funciona la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales San Francisco de Gendarmería Nacional (GNA).
Su tarea no es muy común para las mujeres, más bien se están abriendo paso en un mundo en el cual la gran mayoría está formado por hombres y sin embargo demuestran contar con la suficiente templanza para cumplir al pie de la letra con su función.
En San Francisco hay 60 gendarmes radicados de los cuales 9 son mujeres. El 15 % del total de la dotación es ocupado por ellas, un porcentaje levemente superior al promedio nacional que indica que en la Argentina el 13 % de los efectivos de Gendarmería son mujeres.
Ser una gendarme, vocación que se elige. Si
bien tienen algún familiar allegado a la fuerza, ellas lo hacen por convicción.
En la lucha contra el delito, aseguran que están tan capacitadas como los
varones.
Herencia
LA VOZ DE SAN JUSTO accedió a hablar con ellas para conocer qué actividades y funciones realizan en la ciudad. Las gendarmes contaron qué tienen en común que todas son oriundas de lugares distantes como las provincias de Salta; Formosa y Chaco. Sin embargo, no dudaron un instante en recorrer diferentes lugares de la Argentina siguiendo su vocación y carrera.
Otras de las características que comparten es que provienen de familias ligadas a la fuerza y se casaron o están en pareja con otro gendarme. Esa tradición se hereda y pasa de generación en generación.
Cintia Vendrel viene de una familia donde sus tíos y primos son gendarmes. "Esa cercanía con esta vocación me llevó a querer experimentar dentro de la fuerza para ver de qué se trataba todo esto. Cuando comencé con mi formación en Gendarmería, pude ver lo que es la fuerza por dentro y comprobé que no me equivoqué en absoluto al momento de elegir qué quería para mi vida", comentó.
Adriana Salinas tiene su hermana y tíos en Gendarmería. "Nunca dudé en seguir sus pasos porque era algo que quería para mi vida. Mi tío me motivó mucho para ingresar, me preparé y rendí. Tuve la suerte de quedar dentro de la fuerza entre los 6.000 aspirantes que se postularon de los cuales finalmente terminamos ingresando 900, de los cuales solo 250 éramos mujeres".
Parte del plantel de mujeres gendarmes que integran la fuerza en San Francisco
Igualdad
Convencidas de contar con "la misma capacidad" que sus compañeros hombres, todas coincidieron: "Dentro de Gendarmería cumplimos las mismas funciones porque somos capacitados de manera igualitaria. Eso nos permite desempeñarnos de la mejor manera sin dar ningún tipo de ventajas", aseguraron.
Y aclararon que "la cuestión de género no es un impedimento para hacer carrera dentro de la fuerza. Todos los efectivos estamos capacitados para hacer un curso, más allá de si somos mujeres u hombres".
Ser mamá en la fuerza
La tarea requiere una total disponibilidad de horarios que lleva incluso a los gendarmes a restarle tiempo para la familia. Esta situación se presenta como un verdadero desafío para las mujeres que quieran seguir sus carreras y ser madres.
Este es el caso de la gendarme Salinas fue mamá hace unos meses y contó su experiencia. "Tengo una hija de 10 meses y tuve que acudir a niñeras para su cuidado porque esta es una tarea que hay que cumplir más allá de la maternidad".
También se aclaró que en esta fuerza desde que la mujer comunica que está embarazada hasta el año de lactancia de su hijo solamente cumple un horario de seis horas y queda desafectada del horario nocturno.
Talento para reparar motos
La cabo Johanna Palacio es el claro ejemplo de la diversidad de tareas que pueden llevar a cabo las mujeres gendarmes. Ella realiza patrullajes a bordo de su motocicleta Yamaha 900 cc. y también se encarga del mantenimiento de estas unidades.
Johanna Palacio, la gendarme "tuerca"
"Estoy capacitada para realizar tareas de mecánica general como el cambio de baterías, mantenimiento de cubiertas y reparación de los vehículos", afirmó.
Para llevar a cabo esta actividad, la cabo realizó un curso de mantenimiento de motocicletas de un año de duración en la ciudad de Mercedes, provincia de Buenos Aires.