Perspectivas agroclimáticas
El verano no sería tan llovedor como dicen
Juan Minetti, doctor en Ciencias Meteorológicas cruzó los pronósticos “electoralistas” y advirtió que “hay señales de que seguirá el déficit de agua".
Por Vanina Panero
La sequía que azota a gran parte del territorio nacional parece no tener fin. Mientras algunos climatólogos vaticinan la posible llegada de El Niño durante esta primavera, la realidad es que las lluvias se hacen esperar y el panorama es “poco alentador” para el verano.
“La climatología muestra que hasta ahora estamos viendo fallas en las precipitaciones primaverales y esas fallas se van a extender hasta el período otoñal”, manifestó a LA VOZ DE SAN JUSTO Juan Minetti, doctor en Ciencias Meteorológicas.
“La situación es bastante complicada y entraríamos al inicio de la campaña con déficit de agua y de temperaturas. Lo que debilita la perspectiva de un verano llovedor”, sostuvo.
Invitado por la firma sanfrancisqueña Agroideas S.A, el especialista disertó sobre perspectivas agroclimáticas para la campaña agrícola que viene, en el marco de San Francisco Expone 2023.
Para Minetti, el pronóstico es “poco alentador”, aunque aclaró que “todo depende del decesor. De toma de decisiones de cuando se siembra o cosecha, un planeamiento de la actividad en función del pronóstico”.
“Por eso es importante contar con información apropiada y profesional a la hora de planificar la campaña”, destacó.
En este sentido, el doctor en Ciencias Meteorológicas destacó la importancia de tomar decisiones en base a información de calidad. “Algunas son emitidas por Servicios Meteorológicos oficiales y otras por improvisados que hablan sobre clima: por ejemplo los economistas”.
“La mayor parte de ellos, que están candidateándose para cargos importantes en la Argentina hablan de que, el año que viene, estaría el clima en condiciones excelentes y por ende la agricultura y la economía del país daría un giro enorme”, comentó.
Al respecto advirtió que “son ideales, pero está lejos de la realidad y de lo que indica la climatología”.
Es común leer que El Niño podría comenzar a dar señales en primavera, fuerte intensidad en diciembre. Pero Minetti en cierta manera derribó esta idea. “Si bien hubo un Niño que se ha desarrollado en forma intensa, el principal impacto tiene que ver con los aumentos de lluvia en la primavera que aún estamos esperando”.
“En climatología, el diagnóstico muestra que durante El Niño pueden ocurrir fenómenos de exceso de agua en la primavera y déficit en el verano y la Niña, viceversa. Pero estas condiciones no son generales para todas las regiones”, puntualizó.
Además explicó que “desde el año 1982-1983 evolucionó un fenómeno denominado El Niño que ha generado destrozos en la actividad agropecuario en general. Posteriormente hemos tenido una sequía importante entre los años 88-89-90”, pero que este año en particular hubo una gran sequía sobre ciudades de América que nada ha tenido que ver con La Niña”.
“Lo que más preocupa en el agro son los golpes de calor que vienen asociados a condiciones de sequía particularmente la del verano y hay señales de que esto va a seguir, así como también la restricción de la cantidad de agua que va a caer en la Pampa Húmeda”, advirtió.