Diez años con Domingos Diferentes
El valor del encuentro que mejora la vida de los adultos mayores
El ciclo sopló diez velitas el pasado domingo y hubo una gran fiesta. Los adultos mayores celebraron este importante espacio que les permite disfrutar, socializar y también aprender. “Es una alegría poder encontrarnos con amigos”, aseguraron.
Por Isabel Fernández | LVSJ
En el escenario los distintos grupos ponen la música y en el centro un abultado grupo de parejas, amigos y amigas disfrutan bailando folclore, boleros o cuarteto; en las mesas, entre mate y mate, otros tantos cantan las canciones de todos los tiempos, comparten conversaciones y risas o aprovechan la oportunidad para aprender distintos bailes.
Desde hace diez años, San Francisco cuenta con el ciclo “Domingos Diferentes” un espacio para los adultos mayores. El pasado fin de semana la cita fue especial, ya que se celebró una década de este importante punto de encuentro que ayudó y ayuda a muchos a luchar contra la soledad, mejorando su calidad de vida.
En un Superdomo lleno, con más de 1500 personas presentes, disfrutaron de una gran fiesta en la que no faltó la torta, los regalos y la música, como debe ser en cualquier cumpleaños. Grupos de amigas y amigos, familias, incluso jóvenes que fueron a acompañar a sus mayores pasaron una tarde noche maravillosa, llena de alegría.
LA VOZ DE SAN JUSTO también se acercó a celebrar y entre mates, bailes y aplausos, recogió el testimonio de algunos adultos mayores que desde hace años no se pierden la posibilidad de pasar un domingo diferente.
Contra el tablón quedaban unas sillas apoyadas guardando el lugar para las rezagadas, pero la mayoría de las amigas del Centro de Jubilados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ya estaban sentadas compartiendo la merienda. Todas coincidieron en que es un espacio fundamental, “enriquecedor” y manifestaron la esperanza de que se mantenga en el tiempo.
Elba Rosa Rojas hace ocho años que se sumó a la propuesta y forma parte del grupo. “Para mí es muy importante, me gusta compartir con amigas. Es muy bueno porque nos divertimos, bailamos y lo agradecemos porque antes no teníamos nada, ninguna opción para salir, lo único era ir a la plaza a tomar mate”, dijo.
Agregó que además de divertirse “la gente aprende. Porque el que no sabía bailar folclore, ahora se anima y sale a bailar. El municipio nos brinda todo para pasar una tarde hermosa”.
“Es hermoso, me gusta y lo disfruto, hice muchos amigos”, aportó Marta Francucci, quien participa de los encuentros desde que comenzaron hace diez años.
Lidia Furnier también asiste desde el comienzo y remarcó que son “muy importantes y muy lindo. Nosotros somos un grupo de amigas, venimos juntas y la pasamos muy bien”. Lo mismo agregó Margarita “Pochi” Bergese quien aseguró que para ella “es una alegría participar de la fiesta y el encuentro con amigas”.
Por su parte, la presidenta del Centro de Jubilados de ATE, Norma Navarro, destacó que este espacio “es fundamental para los jubilados, hacemos amigos, podemos organizar también eventos, aprender a bailar, compartir, es muy enriquecedor. Esperemos que se siga manteniendo en el tiempo”.
“Cambió el fin de semana”
Desde hace unos años, la familia Puchetta-Martínez ocupa un espacio en cada encuentro dominical para disfrutar de una tarde divertida. Celebraron todos juntos el cumple y manifestaron el deseo de que se pueda hacer todos los domingos.
María del Carmen Puchetta destacó que el encuentro “es hermoso, porque nos divertimos y ahora empecé a bailar folclore, me enseña Cintia Bessone, estoy aprendiendo. Esto cambió el fin de semana para muchas personas, me gustaría que se pudiera hacer todos los domingos”.
En tanto, Nora Martínez dijo que descubrió otra forma de pasar el domingo. “Venimos en familia, pero también compartimos con amigos con los que nos encontramos y disfrutamos. Quiero empezar a bailar porque me gusta”.
A Oscar “Cacho” Puchetta le gusta mucho la música. “Esto es como una peña, hay música y es lindo porque también me gusta bailar, paso la tarde disfrutando. Felicito al municipio por esto y pido que lo sigan haciendo para la gente porque hace falta, en medio de todos los problemas que tenemos en el país, por lo menos escuchamos buena música. Es un ambiente familiar, con mates y torta también”.
Un momento de encuentro que ya es una política de Estado
El intendente Damián Bernarte compartió un momento con los presentes para soplar las velitas y entregar regalos a los centros de jubilados, manifestando su “enorme alegría”. En diálogo con este diario remarcó la importancia “de sostener el programa desde la gestión municipal más allá de las distintas gestiones que han pasado, pasaron intendentes, funcionarios, directores de Cultura y todos tuvieron en claro que había que sostenerlo”.
“El valor más importante de esto, es la posibilidad del encuentro de los adultos mayores cuando muchas veces están solos –remarcó Bernarte-. La vida cambió y muchos adultos mayores tienen sus hijos viviendo en otros lugares, en otros casos sus hijos trabajan todo el tiempo. Por eso se necesitan cada vez más espacios de encuentro como este para que salgan de la soledad”.
Destacó: “El hecho que los adultos mayores puedan disfrutar, bailar, escuchar buena música, también que los artistas locales puedan mostrar su talento es fundamental. Es un momento de encuentro”.
Por el “desarrollo íntegro del ser humano”
El intendente consideró que en San Francisco “los programas que fueron aceptados por la gente, como éste y también el ‘Llenate el Mate de Rock’ para los jóvenes, se mantuvieron más allá de quien esté al frente de la gestión municipal. Esto nos llena de orgullo, en esto dejamos de ser meros prestadores de servicios y trabajamos sobre el desarrollo íntegro del ser humano, estando presente, atendiendo las necesidades de todas las edades”.
“Estamos teniendo récord de inscriptos en los talleres que dicta la municipalidad para los adultos mayores y centros de jubilados. Son casi 800 personas, es un récord absoluto y se han sumado centros de jubilados”, destacó el intendente.
Analizó que éste programa “está dirigido a un grupo etáreo que cada vez más es mayor, a medida que crece la expectativa de vida y que tiene necesidad del encuentro. Hace bien no solo en lo físico porque pueden bailar, se mantienen activos, pero también tiene mucho de emocional, la posibilidad de encontrarse con sus pares, de compartir cosas en común en un espacio agradable, donde sientan que son importantes, mejora la calidad de vida”.
“En cada encuentro todo está pensado para ellos, se les brindan las mejores condiciones como un buen escenario, buen sonido, pantalla gigante, mesas, sillas y la posibilidad de compartir torta, mates y gaseosa”, finalizó.