El suicidio tras la pandemia: cómo reconocer señales de alerta y prevenirlo
Hoy 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, una problemática que tiene mucha incidencia en la ciudad y la zona y todavía está rodeada de mucho tabú. La especialista en Suicidología, Ayelén Capello reflexionó sobre el impacto del suicidio en pandemia, brindó recomendaciones para prevenirlo y advirtió la necesidad de un abordaje especializado y en red en la ciudad.
Cada suicidio es una tragedia que afecta de manera grave no solo a las personas, sino a las familias y toda la comunidad, es un problema de salud pública que requiere un abordaje comunitario y responsable. La pandemia de coronavirus impactó fuertemente en esta problemática exacerbando aún más los factores de riesgo debido a sus consecuencias en la salud mental de la población.
Nuestra ciudad y la zona se vio conmovida en los últimos días por casos de suicidio y es importante reflexionar sobre cómo prevenirlo en el marco del Día Mundial de la Prevención que se conmemora cada 10 de septiembre.
"La pandemia impacta de manera brusca porque la cantidad de casos crecieron en el período de pandemia. El encierro de las primeras etapas y el contexto de incertidumbre, afectó muchísimo y sigue afectando a todas las personas que están en crisis o en situaciones vulnerables, con patologías psicológicas o en familias complejas con diversos problemas como abuso o adicciones, especialmente si no tienen grupos de contención. Todas estas situaciones son factores de riesgo", aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO la especialista en Suicidología e integrante de la Asociación Comprender, Ayelén Capello.
Advirtió que ya comenzó la "primavera gris" que se da siempre en esta fecha cercana al Día Internacional de Prevención del Suicidio y luego también las fiestas de Navidad y Año Nuevo que afectan mucho a las personas sin contención.
"Se puede prevenir, pero hay que actuar a tiempo"
Capello recordó que el suicidio "es multicausal, el proceso avanza y es una cadena de acontecimientos. Siempre se puede prevenir, pero hay que actuar a tiempo, trabajar interdisciplinariamente, hay que tener muchos valores que se necesitan para poder afrontar con una persona en crisis, un proceso de sanación y de paz, en todos los ámbitos, no solamente en el área mental sino también en los sentimientos y lo espiritual".
Escuchar y contener
En este contexto, afirmó que para prevenir, lo más importante "es encontrar el apoyo, la contención, la escucha, que la persona vulnerable no se sienta sola porque eso la afecta directamente".
Agregó que por eso es importante "buscar lugares donde sentirse cómodos, con gente allegada con la que se pueda mantener un diálogo sin acusar, sin señalar, solamente escuchar y contener. Cada vez se ve menos en la sociedad el acompañamiento, la escucha y la contención y eso es muy importante en una problemática como el suicidio".
No subestimar las señales
Las señales de alarma del suicidio pueden ser múltiples. Una de ellas es si la persona habla de su situación de manera persistente, si su discurso es de pérdida del sentido de la vida y sin futuro. Otra señal sería si empieza a desprenderse de objetos y pertenencias. Ello podría dar a entender que quiere acabar con su vida.
También los cambios de hábitos de vida personal o de la higiene: dejar de cuidarse uno mismo puede ser otra señal de alerta. También que haya habido anteriormente tentativas de suicidio supone otro factor importante.
Capello recordó que siempre "hay que estar atentos y no subestimar cuando alguien manifiesta intenciones de suicidio. Muchos piensan que como conocen a la persona no será capaz de hacerlo, pero eso es parte de un mito. Siempre ante la mínima duda hay que alertar a los familiares directos, en caso de tratar en tratamiento a su terapeuta o psiquiatra, o dirigirse al área de Salud Mental del Hospital 'J. B. Iturraspe'".
"También es importante no juzgar, señalar a la persona o pedir explicaciones acerca de sus sentimientos. Lo más importante es escuchar y contener", dijo.
Líneas de ayuda
Ante una
situación de riesgo recurrir personalmente o en nombre de otra persona al
centro de salud más cercano. En San Francisco no funciona un teléfono de ayuda
pero se puede acudir al Centro de Asistencia al Suicida en Córdoba llamando al
teléfono (0351) 426-5755 o bien comunicarse con Línea de Prevención del
Suicidio - Ayuda a Personas en Crisis: 135 (gratuita desde Capital y Gran
Buenos Aires), (011) 5275-1135 o 0800-345-1435 (desde todo el país).
Ante una situación de riesgo recurrir personalmente o en nombre de otra persona al centro de salud más cercano. En San Francisco no funciona un teléfono de ayuda pero se puede acudir al Centro de Asistencia al Suicida en Córdoba llamando al teléfono (0351) 426-5755 o bien comunicarse con Línea de Prevención del Suicidio - Ayuda a Personas en Crisis: 135 (gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires), (011) 5275-1135 o 0800-345-1435 (desde todo el país).
La necesidad de una atención especializada
En la ciudad y la zona actualmente no existe un lugar que se especialice y atienda puntualmente esta problemática. Capello remarcó que aunque existe "el área de Salud Mental del Hospital Iturraspe con un equipo de profesionales que trabajan interdisciplinariamente, pero necesitamos en especialistas en suicidología".
Manifestó que se necesita "trabajar en red con distintos profesionales, médicos, psiquiatras, psicólogos y también con la persona que está en riesgo y con su familia, su entorno para poder ayudar a todos. Esto no afecta a una sola persona, porque una familia queda destruida por la consumación de un hecho".
"Es importante que exista un gran trabajo interdisciplinario, en red. Sería importante contar con un lugar en la ciudad o en la zona que se dedique a atender, prevenir y posvenir el suicidio", finalizó.
"La sola presencia de una línea telefónica ya es preventiva"
El Centro de Asistencia al Suicida (CAS) es una organización no gubernamental pionera en la Argentina, que trabaja con voluntarios en la atención de la línea de prevención 135 desde 1967, para asistir de forma personal, confidencial y anónima a personas de todo el país que buscan ayuda.
"La sola presencia de una línea telefónica ya es preventiva", aseguró en diálogo con Télam la psicóloga y presidenta de la comisión directiva del CAS, María Fernanda Azcoitia.
"El suicidio siempre fue muy tabú y estigmatizante -agregó-. Hoy, conocer las estadísticas sigue siendo complejo porque se sigue ocultando debido a que es una muerte que deja más preguntas que respuestas, es duro para el entorno".
Y aclaró: "No hacemos terapia en la línea, sino que ayudamos a las personas a buscar alternativas con los recursos que tiene con una escucha atenta, porque cuando la crisis es muy profunda es como si el horizonte se cerrara, la persona no ve posibilidades, y el hecho de que la línea sea anónima hace que las personas sientan la confianza y la libertad para poder hablar, que supone un alivio siempre".
"Muchas veces, luego de la escucha, se abren puertas de derivación a un tratamiento psicológico, otras líneas de ayuda u hospitales, de acuerdo con los recursos de cada persona", detalló Azcoitia.
·
La
persona que se suicida no desea morir. La persona que tiene ideas suicidas está
transitando una situación de ambivalencia en su vida, es decir, desearía morir
si su vida continúa de la misma manera, pero desearía vivir si se produjeran
cambios significativos en ella. ·
Se
cree que el que dice o amenaza con quitarse la vida, no lo hace, sin embargo,
la mayoría de las personas que se suicidan, hicieron saber el propósito de
acabar con su vida. ·
Toda
persona antes de cometer un intento de suicidio evidencia una serie de señales
que de ser detectada a tiempo puede ayudar a evitarlo. El suicidio no ocurre
sólo por impulso. ·
El
suicidio o intento de suicidio puede ocurrir durante un proceso depresivo o no. ·
Los
comportamientos suicidas se han asociado con depresión, abuso de sustancias,
esquizofrenia y otros padecimientos mentales, además de comportamientos
destructivos y agresivos. Sin embargo, esta asociación no se debe sobrestimar.
No hay una relación directa entre el sufrimiento que padece quien desea
terminar con su vida y los padecimientos o enfermedades mentales. ·
Hablar
con una persona sobre sus intenciones de matarse no incrementa la posibilidad
de cometer suicidio. Dialogar sobre el tema reduce la posibilidad de cometerlo
y puede ser una oportunidad para ayudar a quien está padeciendo. ·
No
debe asociarse el suicidio y el intento de suicidio con acciones de cobardía o
valentía, tampoco con hechos románticos o heroicos. No es menor destacar que la
acostumbrada asociación que se realiza desde los medios de comunicación del
suicidio con hechos delictivo al anunciarlos en las secciones policiales, debe
ser cuestionada. ·
Suele
afirmarse que los niños no se suicidan. Sin embargo, una vez que un niño
adquiere el concepto de muerte puede cometer suicidio. Es importante
saber