Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos
El rol de los médicos entre la donación de órganos y el trasplante
El doctor Gustavo Klein cuenta cómo es ser el médico procurador hospitalario.
Por Isabel Fernández | LVSJ
El médico procurador es un puente que interviene en el proceso entre la donación de órganos y el trasplante. Forma parte de un gran equipo que trabaja con un fin común: salvar vidas.
A través del Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba (Ecodaic), dependiente del Ministerio de Salud de la provincia, el representante jurisdiccional de Córdoba, ante la Comisión Federal de Trasplante (Cofetra) y el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), los médicos procuradores cumplen un rol clave para asegurar que se pueda realizar el trasplante.
Para conocer más sobre esta parte del proceso, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con el doctor Gustavo Klein quien hace unos años se desempeñó como procurador en el Hospital “J. B. Iturraspe”.
“Ser procurador hospitalario de órganos fue una de las experiencias laborales más enriquecedoras y a la vez más dolorosa en mi carrera de médico. En esos momentos uno aprende a darle valor a la vida y a transmitir la posibilidad de generar vida a través de personas que lamentablemente ya no la tienen”, manifestó Klein.
En Argentina, como todos los años, el 30 de mayo se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. La fecha fue instituida porque ese día en 1997 dio a luz, por primera vez en nuestro país, una mujer que había recibido un trasplante hepático en un hospital público.
Es una jornada de concientización, para reconocer y valorar la vida, tanto la propia como la del prójimo, también un homenaje a todos los donantes que, con su gesto de solidaridad, amor y altruismo, brindan la posibilidad de salvar hasta siete vidas en un mismo acto.
El doctor Klein explicó que el rol como médicos “es detectar los posibles donantes, hacer la medición de conciencia hasta la certificación de la muerte, el corazón puede seguir latiendo de 48 a 72 horas por el automatismo, pero si el cerebro murió, no emite señales ya se puede firmar el certificado de defunción”.
“Cuando se corrobora la muerte encefálica se hace el pedido de donación a los familiares, es el momento más difícil porque vemos el sufrimiento al informarle a una persona que su familiar falleció y a la vez decirle que a partir del dolor que siente podemos dar vida a otros con los órganos de esa persona que ya no está”, dijo.
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El diálogo con familiares
En ese momento, surgen muchas preguntas y miedos entre los familiares tanto del posible donante como del receptor. ¿Qué es un trasplante de órganos?, ¿De dónde provienen?, ¿Realmente mi familiar tiene muerte irreversible?.
Klein aseguró que el tema de la muerte “es difícil de entender, incluso para el personal de salud. Muchas veces hecho el diagnóstico de muerte irreversible encefálica se plantean dudas al ver que su corazón sigue latiendo. Lo cierto es que el diagnóstico de muerte se realiza con el cese irreversible de las funciones circulatorias o encefálicas a pesar de que el corazón siga latiendo”.
En cuanto a lo que es un trasplante de órganos, el doctor afirmó que lo más fácil de entender es que se trata “del reemplazo de un órgano o tejido enfermo por otro sano. Es un tratamiento médico indicado cuando no existe otra alternativa para recuperar la salud de una persona”.
“Se les explica cuáles son los órganos que se pueden trasplantar como el riñón, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino –añadió-. También se trasplantan tejidos como córneas, piel, huesos, válvulas cardíacas y células progenitoras hematopoyéticas cuya modalidad de donación es distinta a la de los órganos y tejidos, ya que su extracción se realiza en vida”.
Los pacientes candidatos al trasplante tienen la duda sobre la procedencia del órgano que van a recibir. “Ahí les explicamos que se realizan a partir de órganos y tejidos provenientes de personas fallecidas. La donación depende de las características del fallecimiento, los médicos determinan cuáles son los órganos aptos para el trasplante”, dijo.
Remarcó que también “es posible donar en vida riñón e hígado, y debe existir un vínculo familiar entre donante y receptor de acuerdo a la legislación vigente. La donación de órganos en vida está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor”.
Klein manifestó que cuando un operativo llega a un final feliz “personalmente los sentimientos son mixtos porque el procurador es el que se encarga del proceso previo seguir al paciente que fallece, también es difícil decirle a la familia que su ser querido falleció y que existe la posibilidad de poder donar vida a partir de ese dolor”.
“Por otro lado se siente alegría cuando se puede dar vida o cambiarle la calidad de vida a cinco o siete personas a partir de la donación que se consigue. Hay pacientes que no tienen expectativas de vida por falla hepática o del corazón y viven más gracias a que alguien donó los órganos; otros que estaban en diálisis por falla renal y lograron dejar de hacerla gracias al trasplante de riñón”, destacó.
Klein recordó que cuando ocupó ese rol “todos hablaban de la donación. En Córdoba a través del Ecodaic en 2002 comenzaron a trabajar con cuatro médicos a los que les dieron el cargo de Procuradores Hospitalarios, en el Hospital Córdoba, San Roque, Urgencia y Misericordia. Cuando estaba en la terapia intensiva del Córdoba tuve el privilegio de ser uno de los seleccionados. Se hacía a través de una beca del Incucai al Ecodaic”.
“Fueron años muy productivos en el que se lograron muchos avances en materia de procuración y donación de órganos. Las capacitaciones eran permanentes relacionadas a la donación y el trasplante incluida la preparación y la información a la familia de una posible donación”, dijo.
Un gran trabajo en red
Remarcó que el rol de los médicos procuradores “forma parte del gran trabajo en red que hace todo el personal de salud abocado al operativo, médicos que hacen el trasplante, enfermeras y enfermeras que tienen que tomar todos los cuidados para que el órgano que está por trasplantarse no tenga ninguna posibilidad de dañarse. Desde la detección del posible donante hasta el trasplante se hace un trabajo inconmesurable”.
“Cuando llegué a San Francisco para ocupar ese rol, quienes habían sido pioneros en este rol fueron los doctores Rodolfo Buffa y Gustavo Díaz Cornejo en el Hospital Iturraspe. Actualmente en el Hospital la encargada de la procuración es la doctora Verónica Giner”, recordó.
Finalmente afirmó: “La procuración de órganos es un tema que sigo poniendo en mi agenda en cada una de las reuniones que realizo como presidente del Instituto de Investigación y Planificación Sanitaria (Iiplas) con los intendentes, presidentes comunales y representantes de salud de la provincia de Córdoba”.
Quiénes se consideran donantes
Expresar la voluntad de donación es una elección personal, hay quienes desean hacerlo y la ley vigente establece que es su derecho registrar esa voluntad afirmativa. La expresión afirmativa o negativa puede ser modificada en cualquier momento por el manifestante, pero no puede ser cambiada por ninguna otra persona, ni siquiera sus familiares
En Argentina se considera donante a toda persona mayor de 18 años que haya manifestado su voluntad afirmativa o que no haya dejado constancia expresa de su oposición. En el caso de los menores de 18 años la autorización de la donación debe ser efectuada por sus padres, madre.
Hoy en nuestro país existe la Ley 27.447, popularmente conocida como Ley Justina, que dispone que “toda persona mayor de 18 años” es donante de órganos o tejidos, salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario. De esta forma, la legislación prevé que las personas que deciden no donar sus órganos estén inscriptas en un registro de no donantes.
La Ley 27.447 regula la donación de órganos esto incluye: investigación, promoción, donación, extracción, preparación, distribución, el trasplante y su seguimiento. Esta ley aplica a todos los trasplantes que se practican en la actualidad y a las nuevas técnicas que reconozca el Incucai.