El regalo de Clara en el Día del Bombero: su eterno agradecimiento por salvarle la vida

Por Isabel Fernández | LVSJ

Ella no olvida aquellos brazos que la sostuvieron fuertemente y la sacaron del infierno que llegó a quemar su cuerpo y dejó secuelas, pero gracias a ellos, no le arrebató la vida. Clara Artemann es enfermera ya jubilada, con su presencia y emoción, abrazó simbólicamente a todos los bomberos voluntarios acercándose a celebrar su día junto a ellos en el acto central que se realizó este domingo en el cuartel.

La experiencia que marcó a Clara ocurrió hace unos años en el centro de salud donde trabajaba cuando comenzó un incendio y las llamas le quemaron parte de su cuerpo. Hoy en su cuello lleva las cicatrices de aquel siniestro, pero en su corazón llevará siempre a los bomberos que aquel día la salvaron.

“Gracias por salvarme la vida”, les dijo Clara a los bomberos con los ojos llenos de gratitud. Recibió una noble y humilde respuesta: “No es nada, solo hicimos nuestro trabajo”. LA VOZ DE SAN JUSTO fue testigo de ese intercambio de palabras que demuestra la importancia crucial de estos servidores públicos para nuestra comunidad. Personas o animales pueden seguir viviendo gracias a la desinteresada decisión de los bomberos de ayudar y aliviar el sufrimiento de los demás.

Entre lágrimas de emoción, Clara le contó a este diario que llegó hasta el cuartel “para felicitarlos en su día, siempre los recuerdo y nunca voy a terminar de agradecerles porque me salvaron la vida, por todo lo que hicieron por mí y por los que estábamos en el lugar cuando se produjo el accidente”.

Recordó que en el incendio “intentaba salir por una ventana, pero en ese momento llegaron ellos y me sacaron hacia atrás, alejándome de todo peligro, fue tremendo, mientras otros tiraban agua para apagar el fuego”.

“Estuve internada mucho tiempo, me recuperé, me quedaron secuelas, pero sigo adelante, estoy eternamente agradecida”, finalizó.